Fabrica de muebles "La Perla". 
Propiedad de los hermanos Canel en la Habana. // 

El despreciable dictador cubano, Miguel Díaz-Canel, la cara visible del régimen del tirano Raúl Castro, tiene raíces asturianas y muy definidas además.

Resulta que es bisnieto de un castropolense, nativo de Castropol, una zona asturiana limítrofe con Galicia que está bañada por la ría Eo. La conozco muy bien, porque pasé por allí varias veces en dirección Santiago de Compostela, y se come un pulpo espectacular. Es curiosa, porque a pesar de pertenecer a Asturias, en la medida que uno se va aproximando va notando que las casas rurales comienzan a sustituir la clásica teja asturiana de toda la vida, por la oscura pizarra gallega.

Total, que este señor se llamaba Ramón Díaz-Canel, y fue uno más entre los miles y miles de Asturianos que a mediados del siglo XIX emigraron a la posesión española más importante en ultramar, nuestra bella isla de Cuba. Para que tenga una idea, solo en la segunda mitad del siglo XIX se fueron a Cuba más de ochenta mil asturianos. De hecho, y a pesar del regreso masivo de los indianos a la madre patria en el siguiente siglo, todavía en 1920 quedaban 68 mil de ellos. 

Casa indiana de la familia Canel en el siglo XIX.
Con su típica galería asturiana se encuentra
ubicada en en la calle "Campo" en la parte alta de Castropol

Pero regresando a la historia de la parentela del siniestro personaje que hoy dirige las riendas de nuestra depauperada nación, en esa misma Habana que hoy agoniza en la pudrición y donde su nieto no permite que ningún cubano se buque un par de pesos honradamente, "el yayo" fundó una fábrica de muebles que puso por nombre "La Perla".

No era un chinchal como el de Chacón el de "Vivir del cuento" no, era una soberana empresa de ebanistería además, que acumuló gran fama en la Habana por aquellos años y que se encontraba ubicada en el número 103 de la famosa calle habanera de Galiano. No solo eso, era el representante en la Habana de la conocida marca fabricante de pianos francesa, Pleyel et Cie.

A grandes rasgos, "el primero de los Caneles" en irse a Cuba fue Juan Díaz-Canel, procedente de As Barreiras, Pontevedra, cuna del famoso vino de uva "Albariño". Ya ubicado en la habana, Juan se casó con Gertrudis Sayol y tuvieron cuatro hijos. Se comenta que todos se regresaron a Castropol como buenos indianos, o sea, con los bolsillos repletos de pesos, y pensaron que la saga del apellido había muerto cuando de repente salió este espécimen en la zona de Santa Clara. 

La cosa fue como sigue: 

"La Casa Canel" actualmente.
En la reja están forjadas las iniciales
de su dueño Antonio Canel.
El rico Ramón Canel había adquirido una plantación en la provincia de las Villas, y uno de sus hijos, Miguel, se casó con Aída Bermúdez, maestra de profesión, y procrearon al personaje en cuestión.

Que sepamos jamás ha pisado tierra Española, aunque al decir de un concejal de izquierda unida, "y gran admirador de este represor en jefe por sustitución reglamentaria", «Canel conocía Asturias y sabía bien lo que aquí pasaba», como si eso fuera un mérito o algo.

Debe ser que contrario a varios de los genuflexos gallegos de por allá por Láncara, allí en Castropol no quieren ni saber de él. Tanto es así, que parientes suyos como los primos María Josefa Canel y su esposo Ovidio Vila, no quieren que le relacionen para nada con este despreciable isleño. De hecho, el mismo Ovidio fue uno de esos emigrantes que regresó a España a raíz del triunfo de 1959. Al respecto dijo:

“En España también había una dictadura, con Franco, pero no se puede comparar. Aquí teníamos qué comer, allá no. Han pasado seis décadas y no ha cambiado nada, se ha quedado todo como estaba e incluso ha ido a peor”.

Por otro lado otra prima del represor, hija de un hermano de su abuelo, María Juana Díaz Díaz, (Por algún motivo se cambiaron el apellido) es otra que no quiere ni oír mentar su nombre. Sin embargo, uno de los hijos de Ramón, José María, sí sigue ligado a Cuba. De hecho, se dedica a la exportación y venta de radares para aeropuertos y mantiene contacto con una de las hermanas del llamado "presidente".

Además Osvaldo, uno de sus primos cubanos que estudio medicina en Cuba, así como otros dos más, decidieron vivir mejor en la tierra de sus ancestros. Así que ya sabe, el puesto a dedo sin casa es un asturiano de tercera generación, con lo cual ya debe tener su pasaporte rojo a buen recaudo y seguramente listo para cualquier emergencia, como probablemente lo tenga también el resto de su "distinguida familia".

Por Jorge García
Maldita Hemeroteca
Fuente: El Español 
La Voz de Asturias.