Loira falleció cuando supervisaba la construcción de la Galería Tobías, en el Cementerio de Colón; en la imagen, que curiosamente fue el lugar donde le enterraron, siendo el primero de esta galería. |
Calixto Loira Cardoso nació en Ferrol el 3 de julio de 1840. Llegó a Cuba en mayo de 1846, acompañando a sus padres. A los doce años ingresó en la Escuela de Náutica, estudios que no pudo finalizar por mor de una dolencia de los ojos. Hasta los catorce años residió en San Antonio de los Baños, villa de la que su padre era gobernador militar.
Loira Cardoso estudió Arquitectura, carrera que finalizó pensionado en la Academia de Artes de San Fernando de Madrid.
Así, marchó a Madrid en 1859 y, tras los correspondientes siete años de carrera, realizó un viaje de estudios por la Península. De vuelta a Cuba, en 1867, se dedica a su profesión. Fue auxiliar de Francisco de Alvear, bajo cuya dirección realizó algunas obras.
Loira edificó el Pabellón de los Mendigos, anexo a la antigua casa de huérfanos. Fue segundo jefe en la construcción del acueducto Albear, obra destinada a suministrar agua a La Habana.
Loira fue el arquitecto encargado por el Obispado de La Habana de la construcción del Cementerio de Colón, cuyas obras comenzaron en 1871.
Efectivamente, Loira fue autor del proyecto “Pallida Mors”, que dio origen al Cementerio de Colón, obra que hoy es patrimonio histórico y cultural de Cuba y del mundo. En el caso de esta galería, tiene cien metros de extensión subterránea, donde fueron ubicados 526 nichos.
El techo de la galería es abovedado, presenta seis claraboyas de cristal para ventilación e iluminación; tiene dos entradas, una por el este y otra por el oeste, e igual número de pórticos y escaleras que conducen a su interior, una con 32 peldaños y la otra con 35. Debido al deterioro de la obra, en 1953 las autoridades sanitarias ordenaron el cierre definitivo de la Galería Tobías y los restos de Loira fueron trasladados a un osario del panteón del Colegio de Arquitectos de La Habana.
Calixto Loira falleció el 27 de septiembre de 1872, a los treinta y un años de edad, víctima de un paro respiratorio. Loira falleció cuando supervisaba la construcción de la Galería Tobías, en el Cementerio de Colón; curiosamente, él fue el primer enterrado en esta galería.
Fuente: Xunta de Galicia.