El buque tras la explosión. // 

A las tres y diez minutos de la tarde de un cuatro de marzo de 1960, en los muelles habaneros conocidos como Pan American Docks, en la zona del arsenal, ocurrió la explosión que destruyó al buque francés "La Coubre", de 4.300 toneladas brutas y una tripulación de 35 hombres.

La Coubre había zarpado del puerto francés de Le Havre, haciendo escala en Amberes, Bélgica, donde cargó un alijo militar en el que habían fusiles FAL, granadas, y otras armas y municiones para las fuerzas armas castristas. Posteriormente hizo escala en Bremen, Hamburgo y Liverpool, Inglaterra, antes de dirigirse a La Habana.

Según la versión del gobierno cubano, en alguno de estos puertos la Agencia Central de Inteligencia (CIA) preparó la explosión del buque, otros en cambio, se debió a un accidente por el mal manejo de la peligrosa carga durante su traslado a tierra. En concreto fueron dos explosiones con treinta minutos de diferencia, una en el barco y l otra en los muelles de ahí que le causara la muerte a más de 70 estibadores, algunos de ellos franceses, e hiriera a casi 200 personas.

¿De donde sacó Fidel esa conclusión tan precipitada, de que había sido la CIA la autora, y no solo eso, a a menos de 24 horas de ocurrido el hecho?. Recordemos que al siguiente día, Castro no perdió momento para hacer lo que sabía muy bien, dormir a los cubanos con su verborrea cansina.

Por otro lado en EEUU Christian Herter, que en aquellos tiempos era lo que es hoy es el senador cubano americano Marco Rubio, el secretario de estado, rebatió firmemente las acusaciones de Castro calificándolas de "infundadas" e "irresponsables".

Solo agregar que todo el tiempo que estuvo hospitalizado el capitán del barco, fue amablemente custodiado por milicianos armados, mientras que el comandante Thoreux, enviado por la compañía francesa para investigar en la Habana, se alarmaba por el ímpetu del régimen castrista en demostrar a toda costa que había sido un atentado. 

Cmdte Morgan
Francia mantuvo clasificados esos documentos por espacio de 25 años, se dijo que habían demandas entabladas por personas afectadas y que necesitaban la discreción, pero una vez que dio a conocer algunos, se supo que un tal Lee Evans, un estadounidense que acababa de regresar de La Habana y que al parecer conocía al comandante William Alexander Morgan, un estadounidense que había pertenecido a las fuerzas rebeldes durante la Revolución Cubana, le señaló como "un contacto" dentro de un supuesto complot para hacer explotar la carga.

Dijo incluso que había abordado La Coubre el dos de marzo junto con Morgan y otros para descargar las ametralladoras y las municiones. Y aunque no mostró pruebas de sus acusaciones, dijo que temía por su vida. Morgan lo negó todo, incluso lo de haber estado a bordo del barco, y aseguró del tal Evans lo siguiente: "Tiene que estar muy loco ese chico para afirmar eso". Lo cierto fue que no pasaron siete meses de aquello, y el carismático comandante caía abatido frente a un pelotón de fusilamiento en 1961. 

Dígase lo que haya querido decir Fidel Castro, y que la prensa repite como "focas con rodilleras", estas son las santas horas que el régimen castrista no ha presentado ni una sola prueba fehaciente de que haya sido un atentado. Solo son pruebas, pero circunstanciales, que solo convencen por el capricho del gobernante. Como pasó con el USS Maine en 1898, pero a la inversa.

QUE FUE DE LA COUBRE

La Coubre, llamada así por un punto de la costa atlántica de Francia, fue remolcado a un dique seco en el puerto de La Habana, donde se sometió a extensas reparaciones temporales durante casi cinco meses, y una vez estuvo lo suficientemente en condiciones de navegar, fue remolcado a Francia. 

El buque fue remolcado por el comerciante holandés Oostzee al puerto de Le Havre, donde llegó el 26 de septiembre de 1960. Dos remolcadores lo trasladaron posteriormente al puerto francés de Rouen, donde se le realizó las reparaciones permanentes que finalizaron en abril de 1961. 

Cuando volvió al servicio, siguió siendo propiedad de la "Compagnie Générale Transatlantique" de Francia y operada por ella hasta 1972, que resultó vendido a la compañía naviera Chipriota "Dorothea" y rebautizado como "Barbara". No solo tuvo este nombre, tambien lo nombraron como "Notios Hellas" y "Agia Marina", hasta que en 1979 fue vendido a una empresa española para desguace.


Maldita Hemeroteca.
 
Fuente: Artículo del New York Times de Phillips, R. Hart, "75 Die in Havana as Munitions Ship Explodes at Dock", cinco de marzo de 1960.