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CARTAS DE UN TRAIDOR

Presidio Modelo de Isla de Pinos. // 

Este post viene a cuento en estos días en que muerto el Papa argentino, el régimen castrista ha vuelto a encarcelar al líder de la resistencia cívica santiaguera José Daniel Ferrer. Y no solo eso, de la forma en que lo hace  el trato que le dispensa como preso de conciencia que es.

Por otro lado, y en relación a la película "Plantados", cinta del director Lilo Vilaplana que denuncia los crímenes del Castrismo en las cárceles Cubanas y que fuera estrenada hace unos años en Miami, sepa que existe un libro titulado, "Cartas del presidio", el cual su contenido contrasta significativamente con lo que este film nos mostró de aquella historia.

En la década de los 50, el destacado periodista y locutor radial santiaguero, Luis Conte Agüero, pensando quizás en una posible biografía de Fidel Castro, se dedicó a acumular decenas, quizás cientos, de misivas que el entonces líder del movimiento 26 de julio, preso entonces en la cárcel de Isla de Pinos, condenado por los sucesos del cuartel Moncada, le enviara desde ese penal.

Su esposa Mirta Díaz Balart y su hijo Fidelito de visita en la cárcel de Isla de Pinos. // 

En ellas, Castro se dirigía a este periodista con calificativos como “entrañable amigo” y “querido hermano”, y lo eran en realidad, porque desde que eran jóvenes fueron grandes amigos. Además de que Agüero fue de los que siempre apoyó la idea pura, no la prostituida que vino después, con la que se forjó la revolución que derrocó al mandatario de facto Fulgencio Batista.

De hecho, cuando Fulgencio Batista amnistió a los presos del Moncada, Fidel Castro ofreció unas primeras declaraciones en el programa “Ante la prensa”, de la emisora CMQ, y a la pregunta de quién consideraba el cubano más indicado para ocupar la Presidencia del país, dio el nombre de Luis Conte Agüero. En fin, siempre fue un miserable. Y para demostrarlo veamos primeramente un fragmento de una de ellas...

“Nadie mejor que tú, en la adversidad, ha sabido comprendernos y ayudarnos; y ese mismo afecto mío es el de todos y cada uno de mis compañeros. Eso quiere decir que estaremos indisolublemente unidos cuando salgamos y que desde ahora, y con pleno respaldo nuestro, puedes ir preparando el camino para la tarea a realizar”.

Y sí, efectivamente, con el pasar de los años llegó el triunfo en 1959, y el arduo camino al que se refería se convirtió en represión y encarcelamiento en aquellas mismas mazmorras, no a Batistianos ni colaboradores, a los que por materializar su idea lo sacrificó todo y hasta se jugó su pellejo.

En 1960 cuando el periodista empezó a percatarse del giro que daba el nuevo gobierno hacia un sistema Marxista, en una carta pública dirigida al entonces Primer Ministro, Conte Agüero le expresó su peligroso desacuerdo. La respuesta no tardó en llegar. A los pocos días le hicieron un acto de repudio al grito de ¡Paredón! ¡Paredón!, que le impidió entrar al estudio de la televisora CMQ.

Al día siguiente, en una alocución televisiva, ya era el propio Fidel Castro quien descalificaba "al otrora entrañable amigo" llamándole vanidoso, farsante y mentecato (...). No solo eso, haciendo un alarde de su tradicional homofobia, le llamó "mulata de fuego" en alusión a las célebres bailarinas del cabaret Tropicana. De este traicionero acto de repudio, que el pasado 28 de marzo se cumplieron 65 años, Conte Agüero escapó de milagro. Así lo rememoraba en 2018 durante la celebración de su 94 cumpleaños.

"Cuando Castro me condena a muerte en Cuba y tratan de ejecutarme, primero los ejecutores no tuvieron tal vez el coraje o la convicción, y pude escaparme con mi propia fuerza. Sin embargo el propio Castro fue a la televisión por cuatro horas justificando porque yo tenía que ser fusilado”.


Las hermanas Castro Ruz con el entonces periodista Luis Conte Agüero. //

A modo de resumen, dejaremos un par de fragmentos de aquellas cartas donde desde ya se notaba -claramente además- el ideario comunista, intransigente y totalitario de este traidor que se fue de este mundo "de rositas" y que Agüero, en el ocaso de su vida, tuvo al menos la satisfacción de verlo pasar convertido en cenizas.

Carta a Melba Hernández en 1954.

--- “No se puede abandonar un minuto la propaganda porque es el alma de toda lucha. Mucha mano izquierda y sonrisa con todo el mundo. Seguir la misma táctica que se siguió en el juicio: defender nuestros puntos de vista sin levantar ronchas. Habrá después tiempo de sobra para aplastar a todas las cucarachas juntas."

--- “Yo no quiero convertirme en un asesino cuando salga de la prisión. ¿Un preso político no tiene honor? ¿Un preso político puede ser ofendido de ese modo? ¿Un preso no puede retar a otra persona a batirse cuando salga de la prisión?”

Este ultimo fragmento pertenece a una de las cartas que fue dirigida a raíz de que un funcionario del gobierno de Batista, al que "curiosamente" también llamó afeminado, hubiera despedido del trabajo a su entonces esposa Mirta Díaz Balart.

Y observe como bien iracundo pondera su condición de "Preso Político", la misma que siempre le negó a todos aquellos que, una vez en el poder, envió al presidio por solo pensar diferente y de los cuales un grupo continuó resistiendo y que fueron tema central del film de Vilaplana.

En cuanto a Mirta, cuando por fin se divorció de este engendro maligno, se fue vivir a España junto a sus dos hermanos, Waldo y Rafael, este ultimo padre de los dos congresistas cubano americanos. Para entonces se había casado con Emilio Núñez Blanco, con el que tuvo dos hijas Mirta y América Silvia.

Y, aunque viajó varias veces a la Habana y pasó largas temporadas allí, lo hacía con el único objetivo de estar al lado de hijo Fidelito, al que amaba con locura y por el que tuvo que sufrir su suicidio de 2018. En todo aquel tiempo, - según aseguró la propia Mirta - jamás vio, ni conversó siquiera con el ególatra, indigno, traidor y miserable, que sumió a Cuba en el peor de sus desastres.


Maldita Hemeroteca

Fuentes: Historiador Rafael Rojas / "Historia mínima de la Revolución Cubana" / Museo de la disidencia / Internet.