.

FUGAS DE CUBA: DEL PILOTO AL CAMIONAUTA

Otro de los escapes por aire más famosos es el del mayor de la Fuerza Aérea cubana Orestes Lorenzo, quien el 20 de marzo de 1991 durante un vuelo de entrenamiento cambió de rumbo y voló un poderoso caza bombardero soviético MiG B23 hacia Florida. Su caso tuvo repercusión mundial y fue un momento embarazoso para la orgullosa dictadura cubana.

Lorenzo recibió asilo político, y empezó una larga campaña para que dejaran salir de Cuba a su esposa y dos hijos. Pero el régimen castrista se ensañó contra su familia y negó todas las solicitudes de libertad que recibió, incluso de parte de personalidades como la entonces reina Sofía de España y ex líder sovietico Mijail Gorbachov.

Fue cuando Lorenzo decidió hacer algo aún más intrépido: volar de vuelta a Cuba para rescatar a su familia. Tras un largo periodo de preparación, compró una pequeña avioneta Cessna 31, un bimotor de seis plazas, y el 19 de diciembre de 1992, más de un año después de escapar de Cuba, pudo rescatar a su familia.

Vuelos de escape de Cuba, con una excepción 

En 1993, el Capitán Enio Ravelo Rodríguez aterrizó su MIG-21 de fabricación soviética en la Estación Aérea Naval de Cayo Hueso. Rodríguez se desvió durante una misión de entrenamiento.

Aunque la mayoría de los desertores pudieron establecerse en Estados Unidos, ese no fue el caso en 2003, cuando seis hombres que volaron desde la Isla de la Juventud, Cuba, a los Cayos de Florida fueron acusados de piratería aérea y enviados a prisión. 

LOS CAMIONAUTAS

El caso de los ‘camionautas’ cubanos Quizás uno de los escapes más famosos de Cuba fue el protagonizado en el verano de 2003, cuando doce personas a bordo de un camión Chevrolet, modelo 1951, intentaron llegar a Florida.

El ingenioso camión, equipado para flotar y moverse con un motor de hélice, fue interceptado en alta mar por lanchas rápidas de los guardacostas de Estados Unidos, y el vehículo fue posteriormente hundido a cañonazos. La historia del camión anfibio recorrió el mundo y se convirtió en un ejemplo de la creatividad cubana.


El “camionauta” Luis Grass posa el 20 de marzo de 2009 con la replica del camión anfibio que usó para intentar escapar de Cuba en 2003. C.M. Guerrero Archivo/el Nuevo Herald 

Un detalle impresionante de uno de los creadores del camión, Luis Grass, es que tras ser deportado en 2003, lo intentó otra vez en un viejo auto Buick en 2004. Una vez más, fue interceptado por la Guardia Costera, deportado a Cuba y el auto nuevamente hundido.

Finalmente, en 2005 Grass, su esposa e hijo lograron cruzar la frontera con México para establecerse en Estados Unidos. Ahora, como residente de Miami, en el año 2014 Grass construyó una réplica del famoso camión anfibio para inmortalizar la increíble hazaña.