.

ALFONSO USSÍA, DE SANGRE CUBANA

Alfonso Ussía. // 

El escritor y periodista madrileño Alfonso Ussía ha fallecido este viernes en Madrid a los 77 años, según han informado medios como el ABC y El Debate, con los que en vida colaboró.

Columnista irreverente y autor de más de cuarenta libros, Ussía (Madrid, 1948) comenzó su carrera literaria escribiendo poesía satírica (no podía ser de otra forma) y pronto empezó a publicar en destacados periódicos y revistas, como ABC, Diario 16, La Razón, Época, El cocodrilo y El Debate, desde donde abordó durante décadas multitud de temas sociales bajo el prisma de un humor incisivo.

Y es por eso, por lo satírico, que lo recordamos también por algo muy especial, y es que su abuela era Cubana y estaba casada con el dramaturgo gaditano Pedro Muñoz Seca, aquel escritor de obras humorísticas que fue fusilado en Paracuellos de Jarama en noviembre del 1936 por los republicanos, o comunistas, dígase la misma cosa. 

Uno de sus artículos en el Debate contra el comunismo y las fraudulentas elecciones en Venezuela, fue demoledor.

Don Pedro fue víctima de una de aquellas sacas (en cuba se les llama cordilleras) de reos que fueron ejecutados sumariamente en aquel descampando el 28 de noviembre, junto con otros ciento doce presos de la checa de San Antón (especie de Villa Marista). Y el tema aquí es que la abuela del señor Ussía se llamó Doña María Asunción Ariza Díez de Bulnes y era cubana.

Fue detenida junto con su esposo, pero no la fusilaron por tener encima su pasaporte Cubano. No se alarme, allí en Paracuellos de Jarama, Madrid, fueron pasados por las armas mujeres y hasta niños. Uno de ellos, Ricardo Rambal Madueño, de solo quince años y militante falangista, se despertó herido en una de aquellas zanjas donde eran enterrados. De milagro consiguió escapar y hacer el cuento.

La familia al completo. Don Pedro Muñoz fue delatado y detenido en cuatro de agosto de 1936 en Barcelona. 

Todo lo que oliera al católico o cristiano corría un grave peligro, de hecho a solo un mes de la proclamación de la II República, en concreto el diez de mayo de 1931, los rojos le dieron candela a cien iglesias y conventos ante la pasividad de la policía, entre ellos el convento en Málaga, el palacio episcopal de Sevilla, y así en Cádiz, Córdoba, Murcia y en Valencia.

En esa vorágine desatada fueron asesinados trece obispos, cuatro mil ciento ochenta y cuatro sacerdotes, dos mil trescientos sesenta y cinco monjes y frailes, y doscientas ochenta y tres monjas. Quizás con ella tuvieron en consideración que desde Cuba vinieron más de mil brigadistas de izquierdas a luchar por la república. No lo sé la verdad. 

Doña María Asunción Arisa tuvo nueves hijos con el señor Muñoz Seca, considerado lo más grande de la dramaturgia en España, de ellos siete eran hembras. De manera que a juzgar por el apellido, una de sus hijas, María de la Asunción, fue la madre de este periodista que acaba de fallecer hoy.

En fin, que entre los reconocimientos del señor Ussía figuran los premios González Ruano y Mariano de Cavia de Periodismo, el Jaime de Foxá de Literatura, la Pluma de Plata del Club de la Escritura, la Gran Cruz de la Orden del 2 de Mayo o la Medalla de Oro de Madrid. En su caso estaba casado con Pilar Hornedo Muguiro, padres de tres hijos y abuelos de ocho nietos. Que descanse en paz.

Maldita Hemeroteca