viernes, 19 de mayo de 2023

El guajiro Liborio, el cubano caracterizado


El personaje de "Liborio", la imagen del clásico campesino Cubano, es como el “Tio Sam” para los norteamericanos, ‘John Bull’ para los ingleses o ‘Asterix’ para los franceses. 

Este personaje de pronunciada nariz, largas patillas y atuendo campesino expresó ya por varias décadas el pensar y el sentir el decir y el sufrir del pueblo cubano. Ataviado con sombrero de yarey, guayabera blanca de hilo, pañuelo rojo al cuello y machete al cinto representa al pueblo cubano. 

Liborio esta siempre dispuesto a sacar su machete de la vaina para "cogerle el lomo" a los sinvergüenzas que hacen fortuna en la política y en el gobierno a costa del desdichado guajiro cubano, como dice él con gracia. Creado por el caricaturista Ricardo de la Torriente, apareció por primera vez en 1900 en el periódico ‘La Discusión’ que dirigiera Torriente y más tarde y desde 1905 hasta 1931 en en el semanario ‘La Política Cómica’ también dirigido por Torriente.

Todas las vicisitudes, penas y alegrías del pueblo cubano en esas décadas fueron captadas por Liborio y expresadas a veces en cuartetas otras veces con sólo un gesto de su cara, ya que Liborio era un bromista un tanto satírico.



Este personaje tan querido por los cubanos tiene una larga tradición en el humorismo y la caricatura política, ya que ha personificado y simbolizado a la nación cubana en todos los desafíos que le ha tocado afrontar en su historia.

De alguna forma, y sin la anuencia del Vaticano, Liborio ha sido canonizado por los cubanos y aparece entre los toponímicos de santos en Cuba. No obstante no ha sido posible reconocer por las autoridades eclesiásticas el origen de San Liborio, registrado por Antonio Núñez Jiménez en su obra El Archipiélago, que lo ubica en alguna zona intrincada de la provincia de Camagüey.

Hacia los años cincuenta surgieron otras versiones más modernas de Liborio y hasta surgió Liborito Pérez, versión más ligera y con distinto talante: sin patillas ni bigote, de cara regordeta y sombrero mambí y guayabera criolla. Esta nueva versión de Liborio apareció también en el semanario humorístico ‘Zigzag’ de Castor Vispo y Roseñada, que en cierta forma fue el continuador, al menos en el estilo humorístico de ‘La Política Cómica’.

Hoy, seis décadas después, este personaje en si, como símbolo del pueblo cubano NO ha cambiado. Lo que sí es diferente es su representación, es decir, su imagen y vestimenta.

Sigue siendo el mismo hombre sufrido, pegado a la tierra, con sombrero de guano, pero ha perdido su inmaculada guayabera blanca. Viste una camisa raída, unos pantalones desgarrados y anda descalzo.

Ya no lleva su machete al cinto, ahora se le representa llevando una pesada cadena de metal arrastrándola, al igual al grillete que llevaba nuestro apóstol José Martí” cuando estuvo en prisión a los diecisiete años.


Es irónico, si no fuera desgarradoramente triste. Después de más de un siglo transcurrido, estamos como Martí, en el punto de partida.

Tomado de Thecubanhistory.com

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