Llegaban a Cuba los primeros trabajadores culíes


A mediados del siglo XIX se empezó a notar la falta de mano de obra, la esclava claro, pues los acuerdos firmados entre España e Inglaterra prohibían la trata desde áfrica, y una de las medidas que se tomaron entonces fue buscarlos en China.

Entonces un tres de junio de 1847 entraba en la isla el primer cargamento, por decirlo de alguna manera, de chinos culíes, otra aportación al ajiaco racial que ya venían experimentado los cubanos. Con un contrato de hombres libres para sustituir a los cautivos, los llamados culíes fueron tratados como éstos en la mayoría de las ocasiones. 

Esta alternativa presentó a los ojos ávidos de los negreros, algunos de ellos "prominentes cubanos", un filón con el que podrían cubrir el vacío creado por el nuevo estado de opinión abolicionista de los países occidentales, que comenzaba a amenazar sus intereses. Ya en 1844 comenzaron a llegar a Jamaica, Trinidad y Guyana los primeros contingentes de culíes, la mayoría naturales de la India y China y, poco tiempo después, el tráfico se extendió, además de Cuba, hacia el Perú. 

Con el advenimiento de la revolución Haitiana, la abolición de la esclavitud en las colonias británicas y las guerras independentistas latino americanas, Cuba alcanzó a controlar la producción azucarera de la región, superando a Jamaica en la década de 1840.

Entre 1790 y el fin de la trata en 1867, Cuba importó 780.000 esclavos, una cifra que superó al número de africanos esclavizados que llegaron a toda Hispanoamérica entre 1520 y 1780 y fue así como consiguieron controlar el 42% de la producción de ese rubro en el mundo.

Comerciantes chinos en Cuba en la década del 50

Tal repunte coincidió con la llegada de estos culíes a Cuba en 1847 y demás tráfico de mano de obra barata desde Asia. De eso hacen ya 178 años. Este primer grupo no pudo tampoco escapar a las enfermedades, el clima, la desnutrición y las precarias condiciones laborales, lo que motivó una alta tasa de mortalidad entre ellos.

Según el historiador Cubano - Francés, Juan Pérez de la Riva, los culíes que llegaban a Cuba con una edad comprendida entre los 20 y los 39 años, el 70%, tenían alguna probabilidad de sobrevivir a su contrata de ocho años, pero casi ninguna a la extensión forzada que luego les impusieron los hacendados, entre ellas un endeudamiento por el costo del billete. Ese fue el motivo por el cual muchos chinos se quedaron viviendo en Cuba, y jamás pudieron regresar a sus lugares de origen. 

Según los datos oficiales publicados en 1874 por la Comisión Central de Colonización de La Habana, el 93 % de los 124.214 culíes oficialmente desembarcados en la isla procedían de la provincia de Guangdong, sólo el 6 % de la de Fuchién y menos del 1 % de Filipinas y otros países Asiáticos. 

Muchos fueron a parar a la cárcel o centros de internamiento, y solo si eran contratados por algún hacendado o comerciante podían salir de allí. Se estima que entre 1847 a 1874 alrededor de 130.000 chinos arribaron a Cuba, de ellos alrededor de 20 mil son descendientes de aquellos desdichados.

Maldita Hemeroteca
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