CUBA: Tres historias increíbles


EL ABUELO. Rogerio Zayas Bazán y Ramírez, era hijo de Manuel Ramón de Zayas-Bazán y Duque de Estrada, y de doña Isabel Tomasa Ramírez y Goyri. Había sido ascendido a comandante en el ejercito libertador cuando en el combate de "Ceja Larga", el 17 de junio de 1895, fue herido en la cadera derecha. Estaba casado con la señora Isabel María Recio Heymann, la hija de Tomás Agustín Recio y sobrina del general Lópe Recio Loynaz, fallecido en 1927 y de quien era su ayudante de campo.

En la política republicana se había hecho famoso por combatir la prostitución y el proxenetismo de su zona, y tanto fue así, que siendo secretario de gobernación del gobierno de Gerardo Machado, trató de erradicar también el juego en una campaña en la que sí consiguió expulsar de Cuba a cientos de prostitutas francesas que habían llegado a La Habana a través de la ciudad de Nueva Orleans. Recordemos que una de estas chicas francesas fue la que provocó la muerte del célebre chulo (proxeneta o souteneur) habanero, Alberto Yarini y Ponce de León.

Incluso se cuenta que otra, de nombre Rachel Keigeter, que era esposa y "prostituta en propiedad" del dueño del famoso cabaret "Tokío" situado en las calles habaneras de "San Lázaro" y "Blanco", el señor Oscar Villaverde, apareció asesinada en una bañera en su casa situada en un tercer piso de la calle "San Miguel", entre "Águila" y "Amistad". Por cierto en el año 2016 el Nuevo Herald de Miami publicó un artículo donde afirmaban que su panteón, situado en el cementerio de Calabazar, en el municipio de Boyeros, en la Habana, había sido profanado.

Rogerio murió en 1931 en un duelo ilegal contra el pedagogo y correligionario de partido, Modesto Maidique, como ya lo publicamos una vez en este sitio, enfrentamiento ocurrido en plena 5ta avenida en Miramar, en la Habana. Rogerio, al que no le dieron tiempo ni de bajarse del coche, terminó con 4 balazos en su cuerpo cuando llegó al hospital "Emergencias", en Carlos III, todos salidos del arma de Maidique y de los que no pudo recuperarse. ¿Cuatro balazos?

Aun así, Maidique consiguió sacudirse de encima la justicia, aunque también cometió otro error garrafal. Regresó a la Habana diez años después de haber conseguido salir al exilio en Honduras por triquiñuelas ocultas del senado, pensando que ya todo el jelengue del muerto se había calmado. Sin embargo, el 14 de enero de 1941, mientras se dirigía a la oficina de su paisano, el doctor Carlos Márquez Sterling, sobrino de Manuel, presidente interino de 1934, le dieron de su propia medicina y nunca se supo quien.

EL PADRE

Con el triunfo castrista de 1959, el señor Manuel Eduardo Zayas-Bazán y Recio fue capturado por las fuerzas del entonces comandante rebelde Hubert Matos en esa provincia, y luego de mantenerlo preso durante casi dos meses en el cuartel "Monteagudo", sede del G-2 en Camagüey, Matos lo tuvo que soltar por no encontrarle ni una sola mancha en su expediente.

Y sabe que, lo más increíble de todo fue que esa sede del G-2, la temible policía política de Castro, era la misma casa donde había vivido con su esposa por 17 años junto con su suegro Luis Loret de Mola, el dueño de la vivienda. Lo que no imaginaba Hubert Matos en ese momento, vamos ni por asomo, fue que con el tiempo Manuel Eduardo se convertiría en "consorte de causa" en la cárcel de Isla de Pinos.

Allí, pese a compartir similares causas políticas y de conciencia, tampoco existía la tan cacareada unión entre presos que hemos visto últimamente. No todos fueron reos "plantados", (negados a vestirse de preso y trabajar) alguno decidieron no serlo, como Manuel por ejemplo, y eso generó fuertes roces entre la población penal anti castrista de aquel presidio.

La cosa fue más o menos así...

Manuel cometió, quizás, los dos peores errores de su vida. El primero fue siendo un liberal, unirse políticamente al partido de Fulgencio Batista en 1952, y el segundo, aún peor, fue quedarse a vivir en una provincia dominada ya por aquella dictadura verde oliva que lo había expropiado de sus tierras, de manera que con su pasado no tardaría "en aparecer" una causa política que lo metiera tras las rejas. La venganza de esta gente era implacable.

La causa apareció, y fue confabularse - supuestamente - con el abogado Alberto C. Fernández Medrano, quien fuera fusilado en Camagüey el 1 de Junio de 1964 junto con Marcelino Martínez Tapia, ex-representante Liberal de Santa Cruz del Sur, y Manuel Paradela Gómez, acusados todos de espiar para la C.I.A. (Agencia Central de Inteligencia).

Les fulminaron en el paredón inmediatamente finalizado el juicio, no le dieron tiempo a nada. Manuel escapó con vida, pero le condenaron a diez año. Aquí un dato significante, Hubert Matos jamás le dirigió la palabra mientras estuvieron presos en Isla de Pinos. Cumplida la sanción y con la familia rota por completo, Manuel entendió entonces que nada tenía que hacer en aquel país, partiendo al exilio de Miami donde murió en 1991.

EL HIJO

Con los años, el señor Eduardo Zayas-Bazán y Loret de Mola, formó parte de la derrotada brigada de asalto 2506 llamada por Fidel Castro "mercenarios", que desembarcó en 1961 en las costas de "Bahía de Cochinos". Lo hizo en calidad de "hombre-rana", en su condición de campeón nadador, y luego de 70 horas de combates fue herido, capturado y encarcelado por un año, hasta que el gobierno de los EE.UU. pagó aquel famoso y humillante rescate.

LINAJE 

Su bisabuelo estuvo en el primer senado de la república en 1902 , y como ya dijimos su padre sale electo a la cámara de representantes de Cuba y fue miembro del congreso como diputado del partido liberal en 1948. Por otro lado su abuelo, ex comandante del ejercito libertador, había sido gobernador de Camagüey al fundarse la república, mientras que por la otra rama otro pariente, Enrique Loret de Mola, era ayudante de Ignacio Agramonte cuando este cayó en Jimaguayú.

Tuvo la suerte, si se puede decir así, de formar parte de los 59 heridos que necesitaban atención médica urgente, en su caso había sufrido heridas en las dos rodillas. Como seguramente usted conoce, aquellos brigadistas fueron sometidos a un juicio colectivo, transmitido en vivo por la televisión, donde fueron condenados a 30 años de trabajos forzados.

La salida de esto heridos no fue un acto humanitario, por el contrario tuvo un claro propósito, ya sabemos el genio malévolo que siempre caracterizo "a nuestro líder" sediento de siempre de dinero, el dictador Fidel Castro aceptó liberarlos si su familia, o el gobierno de EEUU, pagaba una fuerte suma por sus cabezas. De manera que cuando esta avanzada llegó a Estados Unidos, sacudió la conciencia de la gente y apareció la plata.

Por ejemplo al jefe de la brigada, el comandante José Pérez San Román y dos de sus ayudantes, les pidieron medio millón de dólares con cabeza, mientras que a los demás las cifras bailaban entre 100.000 y 25.000 dólares, y así según fuera la jerarquía que tuvieran dentro de la brigada. A la larga, varias instituciones privadas estadounidense que, bajo promesa de que el gobierno los "llevara suave con los impuestos", decidieron asumir parte de la cuantía, que completó un envío final de 53 millones de dólares, medicinas y compotas para los niños.

Al final pudo reunirse con su familia. Empezó a trabajar en varias organizaciones cubanas de exilio y más tarde consiguió una beca para hacerse maestro de español. Enseñó en un instituto de Nebraska y terminó su máster. Continuó estudiando y llegó a ser el jefe del Departamento de Idiomas de la Universidad de East Tennessee. Aquí un vídeo de este patriota...

Maldita Hemeroteca
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