El papel lo aguanta todo


El título de este post, “El papel lo aguanta todo”, es una frase muy conocida que expresa muy bien cómo, en principio, lo que está escrito tiene validez y efecto vinculante entre los lectores. Sin embargo la clave está en ese “en principio”, porque en determinados casos, como es en este, acaba resultando falso, deshonesto, manipulador y vergonzoso que es aún peor.

Este párrafo que hemos seleccionado, forma parte de un largo artículo publicado por el periódico oficialista cubano "Juventud Rebelde" el 13 de febrero de 2015, a raíz de conmemorarse el 99 aniversario del matrimonio entre José Francisco Martí y Zayas-Bazán, el hijo del apóstol, y doña María Teresa "Teté" Bances Fernández Criado, en la Parroquia del Sagrado Corazón de Jesús, del Vedado habanero, donde al parecer consta el documento.

Teté era hija del rico banquero Asturiano Victoriano Bances y Cuervo Arango, y de la habanera doña María Teresa Fernández Criado y Stanton. Que aunque se habían conocido brevemente en Francia durante una estancia de "Francisquito" en cuestiones del gobierno, no fue hasta el regreso de Teté a La Habana cuando le presentaron al que ya gozaba del prestigio dado por los "méritos de su carrera militar".


¿Prestigio Militar?, .. ¿de verdad?. ¿Qué vivió acorde a los ideales de su padre?...¿de verdad?.

Sí, es cierto que en marzo de 1897 se incorpora a la guerra y pasa a formar parte enseguida de las fuerzas del mayor general Calixto García, ocupando el cargo de artillero, la más humilde de las armas cubanas, y que en su mayoría estaban integradas por soldados de la raza negra y ex esclavos.

Pero era cuestión de tiempo. Más adelante le fue otorgado el cargo de capitán y se desempeña en el cuartel general del departamento Oriental. Por otro lado ha sido muy difícil calcular cuantos soldados negros habían en las fuerzas mambisas. Se sabe que fueron muchos, muchísimos, sobre todo al final, sin embargo ni las fuentes más recurridas pudieron calcularlos con exactitud.

Solo en la guerra del 1895 se hizo más fácil la tarea gracias al índice alfabético y defunciones del Ejército Libertador de Cuba, publicado en 1901; a pesar de que en los libros de registros de las unidades mambisas elaborados y publicados en la etapa final de la insurrección, no se hacían distinción en razas, y cuando se trataba de un soldado raso, ni apellidos apenas.

Hoy lo sabemos gracias al profesor cubano Ismael Sarmiento Ramírez, radicado de Oviedo Asturias, entre otros investigadores, una fuente inigualable que se ha cansado de demostrar en sus trabajos el tremendo racismo a que eran sometidos los soldados rasos de raza negra, donde la mayoría eran empleados en la infantería, e incluso una parte desarmada conformaba el sustrato de la fuerza auxiliar del ejército, "convoyeros", "jolongueros", "forrajeadores" que, ha diferencia de los españoles, eran la acémila de aquel ejercito libertador.

¿Qué participó en la toma de las Tunas?, ¿y que?. Se sabe perfectamente que ese ataque tuvo a su favor la delación de la propia hija del general Emilio March, que había sido gobernador de Manzanillo y que su esposa era Cubana. Que esta chica, que luego se arrepintió mil veces, le brindó al general Calixto los lugares claves y flacos de la reducida guarnición que en ese momento custodiaba la ciudad.

Que fue atacada por los cañones de dinamita facilitados por los militares norteamericanos, y donde se llegó a saquear incluso, a la familia del general Vicente García. No lo decimos nosotros, lo asegura el catedrático y americanista sevillano Luis Navarro, que incluso afirma en "Las Guerras de España en Cuba" como el general Calixto García hizo ejecutar a casi toda la población negra de las Tunas que estuviera al servicio de los españoles.

Y no vamos a entrar en la especulación, porque llamativo fue que en esa toma de las Tunas diera la casualidad que cayera, y en su misma trinchera, el entonces comandante Ángel de la Guardia, aquel que cuando era apenas un recluta a las ordenes de Bartolomé Masó, no pudo frenar a José Martí en en su loca cabalgadura en dirección al enemigo en Dos Ríos. Por supuesto que no existe nada que pruebe el asesinato, pero aún así no deja de resultar muy llamativo el caprichoso destino de algunas personas.

¿A que de eso no hablan?.

Porque no hablan que tras la disolución del ejército libertador, trata de incorporarse a la Universidad de La Habana para reanudar la carrera de derecho en segundo año, pero la falta de dinero y de apoyo de los que habían sido amigos de su padre que le habían dado la espalda, de hecho la falta de recursos le impide continuar y se ve obligado a aceptar un cargo como empleado público en la Aduana para poder mantener a su madre que vivía a su cargo.

Que gracias a mediaciones del gran amigo de su padre en Cayo Hueso, Gonzalo de Quezada y Arostegui, le ofrecen un cargo en la ayudantía del ejército y, para la proclamación de la república, y gracias a que los primeros mandatarios fueron ex mambises, le buscan un acomodo como jefe del estado mayor con los grados de coronel.

Más tarde Secretario de Guerra y de Marina y, entre 1913 y 1921, tiempo que duraron los dos gobiernos del presidente Menocal, ya mostraba en sus hombros los entorchados de general de brigada, mientras que un mayor general como Quintín Banderas - grados ganados en no se sabe cuantas guerras - , era macheteado vilmente en una finca en Arroyo Arenas.

¿Por que no cuentan en ese artículo como en 1912, durante el gobierno del general José Miguel Gómez, el señor Francisquito fue el brazo ejecutor en la jefatura del estado mayor del general José de Jesús Monteagudo, cuando se fueron a Oriente para ahogar en sangre a miles, sí leyó bien, miles de negros y mulatos - una cifra bastante conservadora y que por cierto, sigue estando sujeta a debate. Que el líder de la insurrección, Evaristo Estenoz y Corominas, fue fusilado junto con 50 de sus compañeros de rebelión, acusado de "clamar al cielo" por otra intervención norteamericana.

¡Claro que había que ahogar en sangre a aquellos negros intervencionistas yankees, ¡MANDA COJONES!, y que los acusen ellos que solo pudieron expulsar a España de la isla gracias a la intervención Americana. Lo que sí había que extirpar de cuajo era la causa de que, bajo la Enmienda Platt, una parte de la flota Yankee recalara en la base naval de Guantánamo y la bahía de Nipe, con la expresa intención de desembarcar sus tropas si no resolvían "el asunto". Que más daba la vida de esos miles de negros facinerosos y asfixiados socialmente.

Y aunque no han quedado muy claro los grados de Pedro Ivonet, otro de los líderes del alzamiento, se conoce que al menos 12 generales y 30 coroneles ex mambises se hallaban entre ellos. De hecho el periodista Manuel Cuéllar Vizcaíno afirmó que el propio Pedro Ivonet, que supuestamente fue ultimado por el teniente Lutgardo de la Torre, finalizó la guerra del 95 con los grados de comandante. 

Es más, el autor Serafín Portuondo asegura en su libro que Estenoz fue asesinado en el Caney, Santiago de Cuba, a manos del teniente Arsenio Ortiz, después de haberse rendido. (En la foto de arriba la autopsia de Estenoz). Y no entremos ya en un vergonzoso aspecto de ese libro, donde se asegura además que el general Monteagudo reprimió a la población civil negra ajena al levantamiento, al punto de que muchos baleados y ahorcados nada tuvieron que ver. 

Bohíos quemados y campesinos negros y mulatos ametrallados o ahorcados cuando trataban de escapar, esa fue la "contundente y valiente respuesta" del general Monteagudo por ordenes del presidente José Miguel Gómez y donde el "Ismaelillo" era su jefe de estado mayor. Esta terrible mancha en la historia Cubana, sigue siendo tema candente y racista, aunque los mentirosos y manipuladores en Cuba prohíban su debate público. Por eso nos preguntamos: 


¿Acaso fue esa la "honestidad y los deseos de vivir acorde con los ideales de su padre" que afirma este periódico?, cuando tuvo el cuajo, incluso, de leer una carta de "felicitación" del general Gómez por su "eficacia en el servicio prestado" a espaldas de la estatua de su mismo padre?. Y fíjese que aun cuando su participación en esos hechos no haya quedado muy clara del todo, el solo aceptar la jefatura de un estado mayor que fue asesinar a los que un día abrazaron la idea de su padre, no le exonera para nada, al contrario.

¿De verdad?.

¿Por qué no dicen que esa misma viuda rechazó todos los intentos ofrecidos por Fidel Castro, quien por el contrario no se sintió defraudado y esperó pacientemente a que muriera en 1980. Que al no haber descendientes envió a sus genízaros Alfredo Guevara, Eusebio Leal y Armando Hart a cometer el mayor expolio histórico existente en aquella casona de la Calle Calzada, entre y 2 y 4 en el Vedado, mansión que le había regalado su padre como regalo de boda y donde aún vivía un negro esclavo de casi cien años?.

¿Cómo se puede mentir tanto y en tan poco espacio. ¡Ah claro!, tengamos en cuenta a quien va dirigido ese artículo, a un pueblo sumido en la más absoluta ignorancia histórica y por eso, desde esta modesta tribuna que es la sala de mi casa y sin la ayuda de nadie y sin ganarme un puto centavo, me tomo diariamente el cabrón trabajo de desmentirlos.


Nota: Para más información consultar este libro de Serafín Portuondo Linares, por cierto descendiente de uno de aquellos alzados, donde relata aspectos relevantes y hasta entonces desconocidos de aquella penosa y sangrienta historia.

Jorge García
Maldita Hemeroteca

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