Si la envidia fuera tiña....


En España se suele afirmar que la envidia es poco menos que  "el deporte nacional", y aunque se trata de uno de los peores sentimientos que una persona puede experimentar, no cabe duda que de ellos la heredamos.

La Cubana, como muchas otras sociedades, suele jactarse de una supuesta solidaridad que en realidad no siempre tuvo ni mucho menos tiene ahora. Incluso aunque dicen que hubo una época en que que sí lo eran, la realidad es que no siempre fue así. Como le sucede a todos, al cubano le embargan instintos muy bajos que no domina ni controla, pero que saca a flote en los momentos difíciles en su propio beneficio.

Para muestras un botón. 

Acaso olvidamos como se ha vivido esta crisis de valores en nuestro país, y que por citar un ejemplo fuimos testigos de como compañeros de trabajo de toda la vida se enemistaban, incluso violentamente llegando a las manos, con tal de alcanzar alguna precaria ventaja social como el simple otorgamiento de un despertador de cuerdas soviético. Son sentimientos que emanan del que sufre al ver reflejadas en otras personas, las cualidades, habilidades o la suerte, que no tiene. De eso se trata.

Basada en una obra teatral del dramaturgo Héctor Quintero y llevada al cine posteriormente por director Juan Carlos Cremata Malberti en 2009, en "El premio flaco" se reflejan algunos de estos instintos más bajos del ser humano. En la trama, la señora Iluminada Pacheco, que vive en una barriada muy humilde del reparto Luyanó en la Habana, que a pesar de que trabaja como conductora de ómnibus en la C.O.A., su situación económica seguía siendo bastante complicada. Imagínese la de sus vecinos que ni trabajo tenían.

Sin embargo su suerte cambia de repente cuando en un jabón RINA que había comprado en la bodega, le vino oculto un premio consistente en una casa totalmente nueva, como parte de la guerra publicitaria que hubo en aquella Cuba republicana desde su mismo inicio, aunque la trama en este caso se desarrolla a finales de los años 50´s.

De hecho una de las supuestas bombas lanzadas por el régimen de Fulgencio Batista contra los alzados de la Sierra, cayó justo en su nueva casa recién adquirida reduciéndola a cenizas, y que de igual forma acabó con el sueño de esta pobre señora que se ve obligada a regresar a su lugar de origen. Es aquí donde comienza un vía crucis peor, incluso, que el anterior, donde sale a relucir lo peor del ser humano.

Casa de José Crusellas situada en la confluencia de las calles Reina y Lealtad, en la Habana.
 
Durante la mayor parte del gobierno del general Gerardo Machado (1926 – 1933), se legisló el proyecto de ley "Casa baratas" que buscaba facilitar la vivienda a personas de muy bajos recursos, mientras que a la vez generaba una gran fuente de empleo en el sector. 

Como estrategia comercial de indiscutible efectividad, estuvieron la entrega de casas gratis que ofrecían empresas del sector de la perfumería, como la del jabón Candado, de la marca Crusellas, fundada por los hermanos catalanes José y Ramón Crusellas Faura, en 1863, que se entregaban con el nombre y el símbolo del candado tallado en la fachada. Lo mismo pasaba con su competidor, el jabón Rina, en este caso el de la película, que anunciaba la famosa actriz y presentadora Consuelito Vidal con aquel popular slogan de: "Hay que tener fe que todo llega". 

En otros casos los premios era monetarios que llegaban desde 5 hasta ¡5000 pesos! así como efectos eléctricos, textiles o del hogar. Solo añadir que estas casas venía completamente amuebladas y que, por lo general, eran edificada en las afueras de las ciudades. Tenemos entendido que fueron nueve las casas que llegaron a ser rifadas dentro de esos jabones.

Otros negocios o firmas comerciales que se apuntaron al carro de la publicidad fueron, las jaboneras La Llave, Camay, Suave o Palmolive, el detergente Fab, el café Pilón o los periódicos El País, Excélsior y Prensa Libre. Antes de la llegada al poder de Fidel Castro en 1959, más de 3000 personas comían gracias a la tremenda maquinaria publicitaria que existía en la isla, y que fue contabilizada en 200 empresas.

¿Del elenco de la película?, ni hablar. 

Del Diez, de Hollywood vaya, sobre todo las actuaciones de Rosa Vasconcelos Alina Rodriguez y Blanca Rosa Blanco, a las que le acompañan las de Luis Alberto García, Sandy Marquetti, Yerlín Pérez, Paula Alí, Osvaldo Doimeadiós, Omar Franco, Carlos Gonzalvo e incluso el humorista Yardiel con su breve personaje de el lechero. Con los años el director Cremata, autor de los populares cortos "Crematorio" entre otros, se asiló en Miami y desde allí se ha mostrado frontal contra la dictadura castrista.
 
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