jueves, 12 de enero de 2023

Bandoleros mambises: Una gaveta con demasiadas cucarachas


En el mes de noviembre de 1879, aparecía publicado en la Gaceta de La Habana una disposición, la ley del 8 de enero de 1877, que adoptaba medidas drásticas contra el bandolerismo existente en Cuba. 

 Además de coger lo que no era suyo, estos criminales se dedicaban a la extorsión, el secuestro, el robo de reses y objetos de valor e incluso el asesinato y lo que es peor, muchas veces en nombre de la libertad de Cuba. 

Entre estos "delincuentes y/o mambises", podemos citar por ejemplo a Felix Gallo, quien al concluir la Guerra de los Diez Años organizó una cuadrilla junto a otros perseguidos por delitos criminales y se lanzaron a los campos utilizando el nombre de la Revolución para exigir dinero a los hacendados y cometer todo tipo de delitos. 

Carlos Agüero Fundora, quien había participado en la Guerra de los diez años y en la guerra chiquita, tras la cual marchó a la emigración y luego regreso en una expedición el uno de abril de 1884. Para poder sostenerse en los campos tuvo que a apelar al robo, aunque sus propósitos fuesen otros. También fueron capturados Juan Castillo - alias Juan María - y Fello Hernández, autores de varios hechos criminales, entre ellos dar candela a los cañaverales de las colonias de los señores Felipe Martínez y José González. 

Igual citamos al hijo de canarios Manuel Hermenegildo García Ponce, natural de Alacranes, conocido como "El rey de los campos de Cuba" quien no solo fue un ladrón si no un asesino y este sí que fue mambí. Su banda la integraban los famosos bandoleros Vicente, Sixto Varela, Gallo Sosa, Domingo Montelongo, José Plasencia, Antonio Mayor, Eulogio Rivero, Pedro Palenzuela y el famoso Andrés Santana. 

En la zona de Puerto Príncipe operaban Silverio López y Eustaquio Guillen, los que sembraron el terror hasta que fueron capturados. Uno de los mas despiadados fue José Álvarez Arteaga, alias "Matagás", que se estrenó como jefe de una de aquellas bandas en el mes de mayo en la zona norte de Matanzas, uniéndose poco después a otros connotados bandidos como José Desiderio Matos, alias "El Tuerto" y a su hermano Bernardo, los que ya hacían estragos por la Ciénaga de Zapata. 

En 1886 se destacó en la región habanera el no menos famoso Manuel Romero Guzmán, alias "Lengue Romero", y en Las Villas era muy temido Nicasio Mirabal. En Pinar del Rio operaban Arturo García, Agustín la Calle, Manuel González, José Álvarez, Perico Delgado y Carlos Socarras Acosta. 

Ojo, que solo se trata de los más famosos, porque bandidos de pacotilla habían miles. Total que los Campos Cubanos estaban siendo asolados por aquel tipo de bandidaje. Sin embargo el caso del canario Andrés Santana Pérez fue muy curioso, porque este era celebre por el apoyo que recibía de la gente. 

Pérez llegó a ocupar un vasto territorio que iba desde Alfonso XII hasta el municipio de Cabezas, en el sur de matanzas. Las principales ciudades ocupadas, que ellos conocían como sitierías, fueron las de La Lima, La Margarita (lugar muy estratégico y cercano a la capital), Casaleiz (lugar donde se situaba un ingenio demolido), El Cuzco, el Galeoncito y el potrero Valera. 

Incluso, que ya fue el colmo, uno de los mas bravos mambises que tuvo aquella guerra y del que ni siquiera se habla, el general Carlos Agüero y Fundora, un auténtico estratega, se le señalan no menos de 100 "atracos" en la provincia de Matanzas, desde la requisitoria de caballos, dinero, armas, quemas de ingenios, caseríos y hasta combates frente a frente con los españoles, como la toma de importantes pueblos de aquellas zonas.

Agüerito, como le decía Henry Reeve' se había sumado a la primera gesta mambisa con solo 14 años de edad. Fue víctima de una encerrona en la zona de Calimete, organizada por soldados y oficiales españoles con la colaboración de los mulatos traidores Federico Prendes y Sixto Hernández. 

Le dieron muerte junto al capitán José Morejón que le acompañaba, y su cadáver fue enterrado en una modesta fosa muy próxima a la prisión de Calimete. Sin embargo hay que admitir que este hombre, a pesar de ser prácticamente un desconocido, fue uno de los mas bravos mambises de aquella guerra a la que dedicó mas de la mitad de su vida. 

Los investigadores españoles le señalaban como uno de los más temibles y valientes mambises, y un alumno aventajado de prestigiosas figuras como Máximo Gómez, Henry Reeve y de ser un estudioso de libros como el del genial guerrillero José Garibaldi, métodos que puso en práctica en la provincia de Matanzas para demostrar que si se podía hacer la lucha de guerra de guerrillas en terrenos llanos, y de paso mantener en jaque a numerosas fuerzas españolas. 

 ¿Saben quien le sustituyó en el cargo?....nada mas y nada menos que José Álvarez Arteaga, el célebre bandolero Matagás, un artista en eso de ir de bandido a mambí según "soplara el viento". Pero sabes que, mejor lo dejamos aquí porque como decimos en Cuba, "Esa gaveta suele tener cucarachas".

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