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| Alberto Bayo Giraud con "canosa perilla" y un militar Cubano |
No entendemos porque hay gente, e incluso medios, que se empeñan en señalar a este guerrillero comunista de la foto como español, si es que vino al mundo en la provincia de Camagüey el 27 de marzo de 1892 e incluso, se fue de este plano existencial en la Habana el 4 de agosto de 1967. Otra cosa es que siendo un niño de 6 años, Alberto Bayo Giraud haya regresado con sus padres a España, que sí lo eran.
En fin...
Como se conoce, este fue el hombre que Fidel Castro contactó en México, después de que el gobernante golpista Fulgencio Batista cometiera el peor error de su vida y la de todos los cubanos en concederle la amnistía después de asaltar el cuartel Moncada y asesinar a 14 guardias constitucionales. Castro le pidió que le diera preparación militar a lo que iba ser su futura guerrilla que, años después, derrocaría al propio traicionado Batista "comiendo vacas" en aquella Sierra Maestra.
Se ha hecho creer que su encuentro con Fidel Castro en el DF de México fue fortuito; y que su ayuda fue posible "porque el aura de Castro lo convenció" de inmediato, pero recordemos que este hombre era un comunista de la gorra a los zapatos, y con un destacado historial anti Franquista.---- ¿Valor?, "tenía por un tubo", no por gusto fue designado para desembarcar en la isla de Mallorca, en 1936, al frente de las tropas republicanas comunistas.
---- ¿Formación como militar?, también la tenía. Islas Canarias en 1907 como artillero primero, y años después como alumno de la Academia de Infantería de Toledo. Asignado posteriormente al regimiento Covadonga número 40 de Leganés, y participante de la guerra de África en el Batallón expedicionario del regimiento de infantería "Saboya número 6".
Cuando estalla la guerra civil, Bayo, que ya para entonces era ayudante del general catalán Domingo Batet y Mestres, por cierto voluntario en la guerra de Cuba desde 1895 al 1898, es designado por Lluís Companys y Jover - uno que fue muy querido y amado por los independentistas - para dirigir la invasión republicana a esta isla de Mallorca, de donde salió bastante vapuleado. Incluso fue juzgado y absuelto por aquel sonado fracaso militar.
Alcanzó los grados de teniente coronel en la batalla de Brunete en Madrid, durante la guerra civil; y como su bando resultó derrotado por los nacionales. De allí "salió por patas" rumbo al nido de comunistas del continente americano que era México. Con Castro, Bayo sintió que renacía de nuevo, al punto que renunció a todo y, con ellos, se marchó a la Sierra Maestra.
Hay otros que se empeñan en afirmar que esta ayuda estaba condicionada por un supuesto odio que sentía Bayo por Fulgencio Batista, mas que nada por la cordial relación que tenía con el dictador Francisco Franco. Y si fue así, menudo golpe que le dio la historia, pues con el triunfo Castrista, cuando se vino arriba y pensó invadir España desde allí, la lealtad Galega de su jefe caribeño le puso el "freno de mano".
Con Castro Bayo tuvo que claudicar en su empeño bélico, pues además de que hubiera sido una locura, "el caudillo paisano" jamás rompió con la revolución barbuda. Por el contrario, mantuvo inamovible el comercio económico con los Comunistas a pesar de los pedidos hechos por el "vecino de enfrente". Es más, a su muerte, el tiranosaurio caribeño decretó "a sotto voce" tres días de luto con la bandera a media asta y todo, hasta que un periodista español de EFE en la isla lo dio a conocer.
Como si fuera poco, tuvo que aguantar "su guapería" durante la familiar visita del ex ministro de turismo Franquista, y entonces presidente de Galicia por el Partido Popular, don Manuel Fraga Iribarne. Dominó, mojitos, pulpo, a la gallega claro, título honoris causa en fin, recholata y gozadera total. De no haberse "apaciguado" en su empeño belicista, su más predilecto alumno, el innombrable asesino en serie argentino, le habría "recetado" una ración en los muros de la Cabaña.
(Cuando Fraga visitó la fabrica de ensamblaje de televisores marca Caribe de tecnología leninista, les recomendó dedicarse a otra cosa). No obstante el sátrapa verde supo compensarle haciéndolo general y, encima, le colocó muy bien a sus dos hijos. A uno lo hizo comandante, no sabemos de que, y al otro lo mandó de embajador a la siniestra República Democrática de Alemana, que de demócrata tenía menos Hitler de judío.
Quiere decir esto, que esa rocambolesca historia, al estilo Hollywoodense, de presentar a un Bayo "hipnotizado y convencido" por el romanticismo y el carisma de un tipo super guay, progresista y demócrata como Fidel Castro, no se la creen ni en la propia meca del cine
Solo le agregamos algo por si no lo sabe. Este señor Companys, líder de la Izquierda republicana de Cataluña, venerado hoy como un dios por los que intentaron dar un golpe de estado y que nuestro "no amado líder" sacó de la cárcel y hasta les minimizó el delito de cara al futuro, fue autor - directa e indirectamente - de más de 8 mil muertes en Cataluña. (4,513 bajo su mandato).
En el sumario de la causa, y por la cual fue condenado a muerte, constan 6 campos de concentración o de trabajo (¿les suena?) y mas de 25 mil muertes, 47 de ellas a periodistas y 1500 sacerdotes. De hecho firmó tantas sentencias, que se dice que para no cansarse la mano utilizaba un cuño. También que tenía un ejercito de "especialistas" dedicados -exclusivamente- a darle caza a los disidentes.
Las pruebas en su contra fueron abrumadoras, por lo que el 15 de octubre fue fusilado en la fosa "Santa Eulalia" del castillo de Montjuic. Sin embargo hoy el actual gobierno los incorporó como aliados porque si no no le daba la cuenta. Es más, para la comunista cubana española, hija de la que fuera primera esposa de Fidel Castro, Mirta Díaz Balart, las estatuas de Companys no deberían ser destruibles, sin embargo las del glorioso e insigne almirante Pascual Cervera y Topete, héroe de la guerra de Cuba, sí.
Mire usted, una estatua no es mas que eso, un pedazo de piedra inerte venerado por unos o por otros, de manera que tumbarla es lo menos importante a menos que te embargue un sentimiento revanchista. Tan es así, que en Cataluña actualmente hay un estadio olímpico que lleva el nombre de Companys y nadie les ha ordenado quitarlo. Ahora bien, intentar desfigurar o interpretar erróneamente los sucesos, con el objetivo de tergiversar la historia, como es este caso, sería igual de condenable.
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