El gobierno norteamericano prohibía las peleas de gallos en Cuba
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Aunque actualmente los shows violentos con animales están terminantemente prohibidos en España, excepto la lidia de toros y no en todas las comunidades autónomas, la realidad es que fueron ellos, los Españoles, quienes llevaron los gallos a Cuba y comenzaron a pelearlos como un divertimento que, con el tiempo, se convirtió en un asunto de estado en Cuba.
La historia recoge que fue el 23 de diciembre de 1899 cuando el Presidente de los Estados Unidos, William McKinley, nombró al mayor general y médico Leonard Wood, hasta ese nombramiento comandante de la división Rough Riders en Cuba, gobernador general de la isla.
Se cree que el nombre y el símbolo de Morón, localidad situada en la provincia cubana de Ciego de Avila, es el gallo de pelea y que fue llevado a Cuba en el siglo XVIII desde Morón de la Frontera, en Sevilla, por españoles residentes en la ciudad cubana que eran fanáticos a estas lidias. Una gigantesca escultura de este animal se encuentra situada a la entrada del pueblo, obra de la afamada artista Rita Longa.
En el nuevo Gabinete de Wood, el mayor general Juan Ríus Rivera, el puertorriqueño que más alto grado militar alcanzó en el ejercito libertador cubano y además miembro de la asamblea constituyente que redactó la primera constitución de Cuba en 1901, fue designado para dirigir la cartera de Agricultura.
Sin embargo, las medidas que tomaría este nuevo gobierno interventor no fueron de su agrado, y como consecuencia presentó su renuncia. Entre aquellas medidas estuvo la prohibición un día como hoy, 19 de abril, de las lidias de gallos tan populares en Cuba. Ríus Rivera entendió que esa medida iban directamente en contra el objetivo de los cubanos de conformar un gobierno propio, libre y soberano, de cara a la esperada nueva república.
En su lugar, el general Wood nombró al doctor Bayamés Diego Tamayo Figueredo, otro redactor de la constitución e integrante de la comisión encargada de valorar y aconsejar acerca de la relación futura entre Cuba y los Estados Unidos, quien propone el 19 de abril de 1900 una ordenación, la No 165 y aprobada por el propio Wood, que incluía estas nuevas regulaciones:
1- Queda por la presente prohibida desde el día 1º de junio de 1900, la celebración de lidias de gallos en el territorio de esta Isla.
2- Cada uno de los contraventores de esta disposición incurrirá en la multa de 500 pesos.
3- Se derogan todas las leyes y disposiciones, o partes de las mismas, que se opongan a la presente.
En su lugar, el general Wood nombró al doctor Bayamés Diego Tamayo Figueredo, otro redactor de la constitución e integrante de la comisión encargada de valorar y aconsejar acerca de la relación futura entre Cuba y los Estados Unidos, quien propone el 19 de abril de 1900 una ordenación, la No 165 y aprobada por el propio Wood, que incluía estas nuevas regulaciones:
1- Queda por la presente prohibida desde el día 1º de junio de 1900, la celebración de lidias de gallos en el territorio de esta Isla.
2- Cada uno de los contraventores de esta disposición incurrirá en la multa de 500 pesos.
3- Se derogan todas las leyes y disposiciones, o partes de las mismas, que se opongan a la presente.
Esta nueva regulación llevaba la firma del brigadier general de Voluntarios, jefe e Estado Mayor, Adna R. Chaffee. Hasta ese día las peleas de gallos, que eran parte del ADN del cubano, su identidad y su modo de vida, quedaban prohibidas.
De hecho el marqués de la Habana, José Gutiérrez de la Concha, nombrado en tres ocasiones capitán general de Cuba en el siglo XIX, había dicho una ocasión que tanto una lidia de gallos, un paquete de barajas y doce manolas con sus guitarras, iban junto al Cubano a donde quiera que este fuera.
El ex presidente interino, Dr Carlos Mendieta Montefur, conocido en Cuba como "El solitario de Cunagua", que asumió al cargo en 1934 a la renuncia del doctor Ramón Grau San Martín, fue uno de los más destacados criadores de gallos finos de Cuba. Es más, existe una raza de este animal que lleva su apellido.
Las peleas de gallos están extendidas a muchos países del continente Americano, e incluso en España no están vetadas ni en Andalucía ni en las islas Canarias, aunque el año pasado se redactó un proyecto de ley que estuvo abocado a prohibirlas definitivamente. La tradición de este animal es legendaria, al punto de que se cree que en la Casa de Pilatos, en Sevilla, se encuentran las cenizas de aquel que cantó cuando San Pedro renegó de Jesús.
En 2021 decretaron una ley llamada "de bienestar animal", que legislaba multas para los maltratadores de mascotas y demás animales, pero dejando autorizadas las peleas de gallos siempre que estas se efectuaran en clubes afines controlados por su organismo "Flora y Fauna". Así mismo seguía quedando autorizado su sacrificio religioso de origen africano o santería, tan extendida en el país.
Fue con la llegada del Castrismo en 1959 que de nuevo fueron prohibidas nada mas llegar al poder. No por que fueran animalistas no, si no porque todo lo que significara una reunión de varios cubanos ya era considerado subversivo y peligroso.
Sin embargo altos oficiales e integrantes de su núcleo, si que campeaban por su respeto en vallas (ruedos) de uso exclusivo para su disfrute. Mientras la ley perseguía a los galleros Cubanos, un comandante como Guillermo García Frías, un intimó y confiable del dictador Fidel Castro, se pasaba la regulación "por sus vergüenzas".
¿La clave?, un gallo de lidia puede alcanzar un valor de hasta 300 dólares americanos, e incluso más, con lo cual pasa a ser un animal de "interés partidista". Y como pasa con los caballos de pura sangre criados en su finca de Artemisa, los gallos son altamente exportables a diversos países latinoamericanos
Maldita Hemeroteca
