Entiendo que cada persona tiene su verdad y que no hay quien les haga variarla ni un milímetro, sin embargo no hay nada como analizar los hechos desde el desconocimiento mismo y sacar conclusiones que, a la larga, suelen discrepar diametralmente.
Por eso creemos que la intervención de Estados Unidos en el conflicto, fue lo mejor que le pudo pasar a Cuba. Ojo, que no se trata de un sentimiento anti español, pero estaba claro que los planes de Madrid para con Cuba eran más de lo mismo, y si a eso le sumamos la intransigencia de los 30 y pico mil mambises, aquello no tenía para cuando acabar.
No se deje engañar, eran poco más de 37 mil cubanos a caballo, mal armados y hambrientos, contra un ejercito bien formado de más de 95 mil hombres y 50 mil voluntarios cubanos. De hecho ya las fuerzas rebeldes había sido expulsadas de toda la zona occidental de Cuba, incluso de las Villas.
Solamente en La Habana murieron mas de 50,000 reconcentrados y miles mas habían muerto en combate. La producción azucarera había alcanzado las 1.004.264 toneladas en 1895 y en 1899 no llegaba a 225,000 toneladas. En 1895 operaban 1,100 ingenios y para 1898 solamente 207.
De 20 millones de libras en 1895, la producción de tabaco cayó a 4 millones en 1898. Se habían perdido casi dos millones de cabezas de ganado. Cada renglón de la economía nacional fue afectado seriamente. El censo de 1899, concluyo que el 64% de la población adulta era analfabeta. El Gobierno organizó un sistema de educación publica bajo la dirección de educador Alexis Frey.
Se crearon Juntas de Educación en cada municipio, con una Junta de Super intendentes. Muchos cuarteles fueron transformados en escuelas, y se fabricaron escuelas que recibieron abundante material educacional. Se fundaron escuelas de 'kindergarten', escuelas normales de verano y 1,300 maestros fueron enviados a tomar cursos intensivos en la Universidad de Harvard.
En pocos meses funcionaban mas de 3,000 aulas y 1920 escuelas. Cuando Brooke fue sustituido por el general Leonard Wood, veterano de la guerra en Oriente, se encargó la reforma de la educación secundaria y universitaria a Enrique Jose Varona, Secretario de Instrucción Publica en el gobierno de Wood.
Se crearon las carreras de pedagogía, veterinaria, cirugía dental, ingeniería agronómica y eléctrica y Arquitectura. La escuela de medicina inicio la preparación de enfermeras y parteras. Varona propició el establecimiento de laboratorios, museos y clínicas en la Universidad de La Habana.
Los institutos de segunda enseñanza comenzaron a impartir en el idioma ingles, cívica y ciencias y se abrieron escuelas de comercio y de agricultura. A la escuela de artes y oficios se le fabricó un nuevo local, y se amplio la escuela de pintura y escultura de San Alejandro.
El Gobierno Provisional llevó a cabo un gran programa sanitario. Se organizo la junta superior de sanidad y se regularon las condiciones de limpieza en edificios públicos, vehículos de transporte y viviendas. La alcantarillas fueron mejoradas.
En pocos meses funcionaban mas de 3,000 aulas y 1920 escuelas. Cuando Brooke fue sustituido por el general Leonard Wood, veterano de la guerra en Oriente, se encargó la reforma de la educación secundaria y universitaria a Enrique Jose Varona, Secretario de Instrucción Publica en el gobierno de Wood.
Se crearon las carreras de pedagogía, veterinaria, cirugía dental, ingeniería agronómica y eléctrica y Arquitectura. La escuela de medicina inicio la preparación de enfermeras y parteras. Varona propició el establecimiento de laboratorios, museos y clínicas en la Universidad de La Habana.
Los institutos de segunda enseñanza comenzaron a impartir en el idioma ingles, cívica y ciencias y se abrieron escuelas de comercio y de agricultura. A la escuela de artes y oficios se le fabricó un nuevo local, y se amplio la escuela de pintura y escultura de San Alejandro.
El Gobierno Provisional llevó a cabo un gran programa sanitario. Se organizo la junta superior de sanidad y se regularon las condiciones de limpieza en edificios públicos, vehículos de transporte y viviendas. La alcantarillas fueron mejoradas.
Gracias al científico cubano, Carlos Finlay, en 1900 se llevó a cabo una intensa campana que dio como resultado la erradicación de la fiebre amarilla. Se redujo drásticamente el nivel de la tasa de mortalidad y de los impactos de enfermedades como la tifoidea, el paludismo y la viruela.
El general Brooke, se rodeó de cubanos muy capacitados en su gabinete, cada uno a cargo de un departamento en educación, obras publicas, justicia y en hacienda. Sin embargo el general Leonard Wood conspiraba contra Brooke por nombrar cubanos a puestos claves en la administración.
En carta a su amigo Theodore Roosevelt, también veterano de la guerra en Oriente, fechada el 12 de julio de 1899, se refería a esos cubanos como "los sin vergüencitas" que asesoraban a Brooke en torno a todo tipo de reformas, y se oponían a la anexión a los Estados Unidos.
Mientras tanto, Brooke estableció una nueva judicatura bajo el tribunal supremo de justicia cancelando el sistema colonial español. Para ayudar a la reconstrucción del país, se redujeron los aranceles y tarifas proteccionistas de los españoles, y el comercio de Cuba con Estados Unidos comenzó a prosperar.
Respeto la Ley Foraker que establecía un gobierno civil dividido en tres poderes: el poder ejecutivo, el poder legislativo y el poder judicial, en fin que Brooke no trabajaba para lograr la anexión de Cuba, sino preparando las condiciones para que un gobierno cubano tal y como lo había promulgado la resolución conjunta. Finalmente Wood logró la sustitución de Brooke y en su lugar consiguió su nombramiento.
Brooke duro unos 12 meses al mando del Gobierno. Wood era medico, de 39 años de edad, amigo del presidente McKinley y del vice presidente Roosevelt del que había sido su superior en los famosos "Rough Riders" que tantas bajas sufrieron en la batalla por la Loma de San Juan, además era un convencido anexionista.
Sin embargo, acometió un vasto programa de obras publicas--con fondos de la Tesorería cubana, no de Estados Unidos, y se repararon y se construyeron calles, carreteras, caminos vecinales, edificios públicos, puentes, muelles, estaciones de bomberos, dispensarios, parques, paseos y avenidas publicas.
El Profesor Herminio Portell Vila, en su obra 'La Nueva Historia de la Republica de Cuba", (1996) nos dice que el gobernador Wood no tenia en gran consideración las leyes y los códigos de Cuba, y que tampoco mostraba respeto por las de su propio país:
"La Ley Foraker, promulgada para impedir que empresarios e inversionistas extranjeros poco escrupulosos pudieran apoderarse de las riquezas de Cuba, había prohibido que se otorgasen concesiones y franquicias en Cuba a ciudadanos de los Estados Unidos durante la intervención militar norteamericana
Sin embargo, acometió un vasto programa de obras publicas--con fondos de la Tesorería cubana, no de Estados Unidos, y se repararon y se construyeron calles, carreteras, caminos vecinales, edificios públicos, puentes, muelles, estaciones de bomberos, dispensarios, parques, paseos y avenidas publicas.
El Profesor Herminio Portell Vila, en su obra 'La Nueva Historia de la Republica de Cuba", (1996) nos dice que el gobernador Wood no tenia en gran consideración las leyes y los códigos de Cuba, y que tampoco mostraba respeto por las de su propio país:
"La Ley Foraker, promulgada para impedir que empresarios e inversionistas extranjeros poco escrupulosos pudieran apoderarse de las riquezas de Cuba, había prohibido que se otorgasen concesiones y franquicias en Cuba a ciudadanos de los Estados Unidos durante la intervención militar norteamericana
El general Wood decidió las cosas de otra manera y con el pretexto del beneficio publico...violó a capricho la Ley Foraker sin que nadie en Washington le llamase a capitulo por tales ilegalidades. De tal modo y actuación, fuertes intereses norteamericanos recibieron valiosas concesiones en toda la Isla".
Entre los máximos contrarios estuvieron Salvador Cisneros Betancourt y Juan Gualberto Gómez quien dejó constancia que vulneraba el Tratado de París, y comprometía la independencia y soberanía de Cuba, especialmente a causa del derecho de intervención, sin embargo un grupo de delegados propuso que la comisión debía dirigirse a Estados Unidos para debatirla.
La proposición fue aprobada y la comisión, encabezada por Domingo Méndez Capote, llegó el 24 de abril a Estados Unidos donde fue informada que la Enmienda no vulneraba la independencia cubana, y que el presidente norteamericano aprobaría un convenio comercial favorable a los productos cubanos.
La proposición fue aprobada y la comisión, encabezada por Domingo Méndez Capote, llegó el 24 de abril a Estados Unidos donde fue informada que la Enmienda no vulneraba la independencia cubana, y que el presidente norteamericano aprobaría un convenio comercial favorable a los productos cubanos.
La comisión regresó a Cuba para dar noticia de lo tratado, y aunque no convenció al sector más crítico que seguía considerándola anticonstitucional, al final se decidió incorporarla como única salida para poder fundar la república y que las tropas norteamericanas salieran de Cuba.
La Enmienda se reforzó por una serie de tratados posteriores. Por ejemplo en diciembre de 1902 se aprobó el Tratado de Reciprocidad Comercial. En el mes de febrero siguiente se firmó el Tratado de Arrendamiento de Bases Navales y Carboneras. Por fin, en mayo se firmaba el Tratado Permanente.
Al comenzar la década del treinta, Cuba empezó a ver las cosas de otro color. Las relaciones con EE. UU. cambiaron radicalmente. En 1933, el presidente Franklin D. Roosevelt proclamó la política de “buena vecindad”, que en la práctica significó el fin de las intervenciones norteamericanas y el inicio de unas relaciones fundamentadas en la igualdad y confianza recíproca. La Enmienda estuvo en vigor hasta el año 1934.
La segunda intervención, de 1906 a 1909, dio como resultado la fundación del ejército constitucional cubano (el ejército libertador había sido licenciado e indemnizado), con el fin de que se convirtiera en el mediador de los conflictos entre las diferentes fuerzas que se disputaban el poder, inmersas en corruptelas y luchas partidistas que ponían de manifiesto su incapacidad política, propiciando con ello la injerencia.
Tan es así, que en 1911 ayudaron a sofocar los conflictos raciales que se cobraron la vida de 3000 cubanos y, en 1917, por otros disturbios ocasionados por la reelección de Mario García Menocal. En 1925 se aprobó el Tratado Hay-Quesada que modificó la Enmienda en relación con la Isla de Pinos, ya que Cuba recuperó dicho territorio.
El presidente Roosevelt firmó en mayo de ese año un tratado que reflejaba un giro de las relaciones entre ambos países. Se derogaba el famoso artículo tercero sobre la intervención, aunque se mantuvo la base de Guantánamo bajo un arrendamiento perpetuo, que fue firmado el 23 de febrero de 1903. De este modo se afianzaron las economías nacionales y aumentó el proceso de industrialización, mejorando claramente la economía, no solo la de Cuba, si no la de todo el área iberoamericana.
¿El resto?, no, de eso no culpe a lo EEUU, busque los verdaderos culpables dentro del caciquismo político cubano, que dio inicio a lo que se conoció como "La Segunda República". Esa nueva clase política, influenciada por supuesto por la norteamericana, provocó inevitables malestares sociales que generaron graves conflictos que a la postre trajeron la desgracia de 1959.
Maldita Hemeroteca
Fuente: Ramiro Guerra y Sánchez et al., Historia de la nación cubana, La Habana, Editorial Historia de la nación cubana, 1952. // John Lawrence Tone en «Guerra y genocidio en Cuba, 1895-1898» (Turner, 2008).