Según los datos, entre 1501 y 1867 más de 10 millones de esclavos fueron enviados a las Américas desde las regiones costeras del África Occidental; y se cree que solo el 85% llegaron con vida a su destino.

La injusta e inhumana esclavitud se sigue practicando en estos tiempos de forma solapada, e incluso a veces no tanto. Pero en el pasado es cierto que ni una sola zona del planeta se libró de ella, ni Grecia, ni Roma ni los Aztecas en América. 

Luego, para el siglo XVI, las principales rutas esclavistas fueron definiéndose a través de España y Portugal, la Holandesa en el XVII y la Inglesa en el XVIII, pero como quiera que haya sido, fue un hecho vergonzoso con aceptación social y respaldo de todas las clases sociales, lo que acabó cuestionando -sin ninguna duda- nuestra condición moral.

Tanto daño nos hizo esta lacra, que hasta los mismos negros llegaron a practicarla con hombres y mujeres de su misma raza y procedencia. En los Estados Unidos, por poner un ejemplo, se hizo célebre en 1650 el africano liberto Anthony Johnson como dueño de esclavos; y hasta pocos años antes de la Guerra de Secesión, habían en ese país casi cuatro mil negros que practicaban la esclavitud con los de su misma raza, lo que en algunos estados como Carolina del Sur equivalía al 43% de los negros libres.

No vaya tan lejos, el mayor esclavista de Virginia durante la primera mitad del siglo XIX no era blanco. Estamos hablando del ex-esclavo William Ellison, que consiguió alcanzar mayor riqueza que la mayoría de los otros colonos blancos de su estado. Existen datos que demuestran que en Carolina del Sur, entre los grandes colonos negros y los más modestos, atesoraban la cantidad de 12 mil 700 esclavos de igual procedencia.

En Cuba, aunque el ejemplo del norte estaba más controlado, tampoco fue la excepción. Aún así se cree que a mediados del siglo XIX, cuando la esclavitud ya estaba abolida en todo el mundo, la infanta regente María Cristina y su marido seguían cobrando por cada esclavo que entraba en la isla. Sin embargo hay que admitir que aunque en este caso era menor, ese dinero salía de los bolsillos de cualquier color.

El colmo de la hipocresía: Negro "Muleque" era una acepción netamente cubana para denominar a los esclavos de entre 7 y 10 años, que serían destinados como regalo para los hijos de los colonos blancos. Lo más triste de todo esto, es que en muchas ocasiones se establecía entre ellos un vínculo "familiar" que duraba para toda la vida.

El historiador afro-cubano, Pedro Julián Deschamps Chapeaux, en su obra "El negro en la economía habanera del siglo XIX", cita un grupo de burgueses negros y mulatos de la Habana, que fueron propietarios de esclavos africanos. Como dice el refrán, "el relajo" en Cuba, siempre ha estado muy bien organizado". 

  • Francisco Abrahantes, dueño de tres casas y de seis esclavos; 
  • Ciriaco Acosta, dueño de un sitio de ocho caballerías en Bacunayagua, dos casas, varios solares y cinco esclavos 
  • José Profilio Escalera, una casa y un esclavo 
  • Nicolás Lanes, cuatro casas, un solar y cuatro esclavos 
  • Antonio María Escobar, una casa y ocho esclavos 
  • Félix Barbosa, ocho casas, un solar y una funeraria atendidas por esclavos.

No por gusto el hacendado, político reformista y representante a las cortes españolas, el habanero Francisco de Arango Parreño, en referencia al "exceso de libertad de que iba gozando el negro", comenzó a alertar lo que entendía al respecto y desde mucho antes:

(... ) "La seguridad de la Habana padece mucho con la presencia de las milicia de hombres libertos. Hay que tener mucho cuidado, pues estos hombres acostumbrados al trabajo, a la frugalidad y a la subordinación, son sin disputa alguna los mejores soldados del mundo". 

Por su parte el escrito radicado en Cuba pero nacido en Venezuela, Domingo del Monte, denominaba la unión de blancos y negros como una “fusión antipática y culpable de razas”, en tanto que similares opiniones las tuvieron Miguel de Aldama, Félix Varela o el propio Gaspar Betancourt Cisneros.

---Solo el rico hacendado Bayamés, Francisco Vicente Aguilera, el iniciador del movimiento del 1868, era propietario de mas de 500 esclavos que tenía repartidos entre sus innumerables posesiones.---

Viendo esto, no nos cabe ninguna duda que entre las causas por las cuales fracasaron aquellos intentos de Narciso López por conseguir la libertad de Cuba, fueran debido al poco apoyo que recibiera de los hacendados cubanos que, en su gran mayoría, estaban en contra del fin de la esclavitud. 

Mire aquí un ejemplo que quizás no le agrade mucho. 

Aunque los Españoles fueron los grandes esclavistas de Cuba, la historia también los recoge como los primeros que se manifestaron por acabarla.  Si no, busque la vida del jurista Isidoro de Antillón y Marzo. En 1802 este Aragonés presentó en la academia de derecho Español y público, un proyecto para la abolición de la esclavitud que, en 1811, el liberal Miguel Guridi Alcocer lo volvió a proponer.

Sin embargo ... 

¿Sabe usted quien se le opuso?, pues nada más y nada menos que el diputado cubano Andrés Jauregui, quien asesorado por el reformista Francisco de Arango y Parreño, amenazó incluso con sublevarse contra España si ese proyecto avanzaba. Jauregui era de la opinión de que el fin de la esclavitud debía hacerse de forma pausada y no radicalizada. Cuando estuvo viviendo en Cádiz, lo hizo con dos esclavos de su propiedad.

---Según un informe de la comisión nombrada en 1830 por la junta de fomento, en Cuba habían 88 ingenios dotados de 4000 esclavos procedentes de África---

Pese a todo y a todos, en 1870 comienzan a darse los primeros pasos para abolir la esclavitud de una puñetera vez. Fue el año, del "sexenio revolucionario", cuando el ministro de Ultramar, Segismundo Moret, promulgó la llamada 'libertad de vientres', por la cual los hijos de esclavas, no solo en Cuba, en todas las Antillas, nacerían a partir de ese momento como hombres y mujeres libres.

El 19 de enero de 1880 el Congreso de los Diputados votó la abolición de la esclavitud en Cuba, y fíjese si en Cuba el esclavismo estaba en metástasis, que este proceso no culminó hasta seis años después, el 7 de noviembre de 1886, cuando se abolió definitivamente a los últimos 30 mil esclavos que habían en la isla.

Maldita Hemeroteca 

---Barcia María del Carmen, Poder étnico y subversión social: Batallones de Pardos y Morenos de Cuba 1976
--Deschamps Chapeaux, Pedro, "El negro  en la economía Cubana del siglo XIX",  1971
--Franco, José Luciano. Ensayos históricos. Editorial de Ciencias Sociales, La Habana, 1974 .