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A PROPÓSITO DE GAZA: 21 AÑOS DE UN ENVENENAMIENTO

Yaser Arafat y Fidel Castro. // 

Se espera que Hamás rechace el plan de paz diseñado por Donald Trump y Bejamin Netanyahu para Gaza presentado este lunes, y probablemente argumentará que el plan "sirve a los intereses de Israel e ignora los del pueblo palestino", como si fueran ellos los representantes de ese pueblo cuando es todo lo contrario.

De momento Qatar, que es uno de los que supuestamente les suministra la plata, dijo que en Hamas "están estudiando el plan", mientras que el pueblo, que quizás comprenda que no todo es color de rosa en ese acuerdo, si lo apoya porque al menos servirá para poner fin al conflicto y a su sufrimiento.

Recordemos que en el año 2001 el ministro palestino de Cooperación Internacional, y uno de los principales negociadores del conflicto con el estadio de Israel, Nabil Shaat, rechazó una propuesta Isarealí de crear un estado palestino. Al respecto dijo: 

“Ese plan - dijo - supone la consagración de la ocupación israelí en Gaza y Cisjordania y la destrucción del proceso de paz”. Pero más allá de esto, observe como desde entonces ya los de Hamas estaban prestos a explosionar cualquier acuerdo con Israel, aunque fuera alcanzado por los propios Palestinos. 

De hecho, cuando el quince de noviembre de 1988 el propio Yaser Arafat había declarado el Estado palestino y se erigía como líder de la causa palestina, los de Hamas, aplicando lo que siempre han sabido hacer muy bien, asesinaron a un soldado israelí provocando la debida respuesta de las Fuerzas de Defensa que, lejos de bombardear, consiguieron arrestarlo en mayo de 1989.

En fin que en el año 1999 el entonces líder palestino pidió en la ONU la creación de un "Estado palestino independiente", pero a diferencia de otras ocasiones no lo solicitó de forma unilateral como lo había hecho en mayo de ese año, que fue la fecha límite de los acuerdos de Oslo con Bill Clinton e Isaac Rabin. En esta ocasión se vio obligado a reconocer a Israel como el otro protagonista de ese acuerdo.

Demás está decir que aquella foto dio tema para el debate, sobre todo cuando se supo que la situación de los colonos israelíes sería intocable. Al final aquello no fue más allá que eso, una foto, pero no por eso evitó las futuras consecuencias que tendría. Pasó el tiempo y llegó el 2004, y Arafat que presidía desde enero de 1996 la autoridad Palestina y desde mucho antes la O.L.P. (Organización de Liberación Palestina), se debatía ya entre la vida y la muerte. ¿Casualidad?

¿Los motivos?, en ese momento se “desconocían” las causas precisas de su muerte según declaraciones desde el centro asistencial, en cambio el periódico New York Times dio cuenta de un trastorno sanguíneo incontrolable, con lo cual las alarmas por un posible envenenamiento se dispararon inmediata, e incontrolablemente.

Más tarde se fueron develando más detalles, y hasta se llegó a afirmar que había sido con Polonio 210, una teoría que fue admitida hasta por su viuda, la francesa Suha Arafat, en un documental realizado el tres de julio del 2012 por la cadena Al Jazzira, a raíz de una posible exhumación de sus restos para comprobarlo. Arafat fue trasladado primero desde Ramala, en Palestina, ante el virtual empeoramiento de su salud. 

La imposibilidad de sus médicos para dar con las verdaderas causas, ya que los análisis arrojaban resultados normales para su edad, más una curiosa demora en tomar cartas en el asunto fue lo que motivo el traslado. Una vez que se puso grave, fue llevado a Francia, al Hospital Militar de Percy, en Clamart, a 20 kilómetros al oeste de París, y allí estuvo hasta que el once de noviembre de ese año fallecía a los 75 años de edad.

A petición de su viuda Suha no hubo autopsia

Por su parte el director de la comisión palestina que investigó el caso, Tawfik Tirawi concluyó que la versión del derrame cerebral inicial no era cierta, y que su muerte por envenenamiento pudo haber sido una causa más probable.

Tan acertado estaba este señor, que en el año 2012 se extrajeron muestras de sus restos, y fue entonces que varios de los científicos suizos que realizaron los exámenes, concluyeron que entre las muestras, así como en varias prendas personales, existían altos contenidos de polonio radiactivo 210, en una proporción dieciocho veces superior a la normal, que por lo general son muy pequeñas en condiciones naturales.

Entre las muestras analizadas se encontraban su cepillo de dientes, un calzoncillo impregnado en pis y su mítica Kefia, el pañuelo que le cubría la cabeza. En todas esas muestras se encontró la misma sustancia similar a la que acabó con la vida en 2010 del espía soviético Alexander Litvinenko. Como era de esperar, los palestinos acusaron a Israel del magnicidio, lo que cual fue refutado por el entonces primer ministro israelí Ariel Sharon.

En 2013 su viuda Suha declaró a la agencia Reuter lo que el mundo ya sospechaba, el envenenamiento con la mortal sustancia que fue detectada en Suiza. Y aunque reconoció que el líder Palestino tenía muchos enemigos, incluso entre sus mismas filas, no acusó directamente a ningún país o persona. Apuntó además, que resultaba obvio que el polonio le había sido suministrado por alguien de su circulo más cercano. 

Enseguida los más morbosos miraron hacia el MOSAD Israelí, ya lo habían sugerido cuando intentaron asesinar en Jordania al líder de Hamás, Jaled Meshal, en 1998. Entonces se uso un tipo de veneno parecido, e incluso el rey Hussein de Jordania - con la ayuda del presidente norteamericano Bill Clinton - llegó a proponerle al primer ministro israelí, Benjamín Netanyahu, que cediera el antídoto para salvarle la vida.

Esto se logró a cambio - supuestamente- de liberar a los dos ciudadanos canadienses acusados de ser agentes del MOSAD y señalados como los supuestos autores del frustrado asesinato. Esta acusación fue negada rotundamente por el gobierno Iraelí, como parte de una eterna espiral de acusaciones. En enero del año siguiente a la muerte de Arafat, el líder Mahmoud Abbas fue elegido como su sucesor en la Autoridad Nacional Palestina. 

Como quiera que haya sido, no se puede negar que el presidente de la Organización para la Liberación de Palestina, presidente de la Autoridad Nacional Palestina y líder del partido político Al Fatah fundado en 1959, pasó gran parte de su vida luchando por lo que llamaba la autodeterminación de los palestinos.

Y aunque se había opuesto a la existencia de Israel, no es menos cierto que ya para el 1988 había cambiado de posición, a tal punto que dijo sí a la Resolución 242 del Consejo de Seguridad de Naciones Unidas. No solo eso, en 1994 recibió el Premio Nobel de la Paz junto con el premier israelí Shimon Peres y el posteriormente asesinado Isaac Rabin, en un esfuerzo por lograr la paz en esa zona. Quizás haya sido eso lo que al final le sentenció a muerte.

Jeque Yasin
NOTA AL MARGEN

En la década de los años setenta apareció un peligroso jeque de nombre Ahmed Yasin, que fundó su propia organización, Mujama al Islami, y comenzó a reclutar jóvenes deseosos de acción.

Tan solo una década después lo convirtió en un grupo más radical llamado: "Gloria de los Combatientes del Islam", pero fue detenido en 1984 y condenado por posesión de armas y explosivos. Estuvo en la cárcel un año, y tras abandonar la celda, entonces creó la terrible organización terrorista Hamas que hoy todos conocemos.

El 22 de marzo de 2004, mientras salía de una mezquita, un helicóptero le dejó caer encima un par de misiles. Tenía 67 años y desde entonces de peligroso terrorista se convirtió en un mártir. 

Maldita Hemeroteca