domingo, 31 de diciembre de 2023

El coño de la Bernarda


Existe una dudosa historia en España que trata sobre una mujer llamada Bernarda, que según dicen era la supuesta hija del líder morisco Aben Humeya, auto proclamado Rey de Al- Ándalus o Andalucía, dicho en buen cristiano, durante la Granada del siglo XVI.

Se dice también que ejerció la brujería y que tal y cual, pero en realidad lo que la hizo célebre de verdad no fueron sus dones espiritistas precisamente, si no una parte de su anatomía. De hecho con los años esta historia ha originado expresiones tan populares en este país como ... "Aquello parecía el coño de la Bernarda" o "Esto está como el coño de la Bernarda", sobre todo al referirse a un excesivo barullo o gritería, donde cada uno quiere imponer su criterio. Tampoco es necesario detallar a que parte del cuerpo de la Bernarda nos referimos. 

No se sabe a ciencia cierta si existió alguna vez la tal Bernarda, aunque aseguran que sí, que algo semejante no se ha podido olvidar, ni en Granada, de donde dicen que había nacido, ni en la guerra de Marruecos de 1925, donde parece que se fue a ejercer la prostitución tras el desembarco de Alhucemas por la armada Española. 

También la sitúan ofreciendo sus servicios pero en Sevilla, en cambio otros son los que aseveran que sí era una bruja en el siglo XVI, pero de Ciudad Real. Incluso los místicos sostienen que se le apareció San Isidro Labrador, y que al meterle la mano en sus partes la volvió milagrosa, capaz de conceder todo lo que la gente le pedía. 

En fin que se la ubica ya en tantos lugares, que la Bernarda ha pasado a ser un disputado patrimonio. Claro, con semejante fama de brujera, no faltó quien alertó a los inquisidores. Entre ellos el famoso tonto del pueblo, un tal Manolito que gritaba insistentemente: "Ninguna mujer es santa por donde mea”. Entonces la Bernarda, temerosa que la quemaran en la hoguera, dejó que aquel bobo comprobara por sí mismo y, desde entonces, Manolito se quedó más idiota de lo que ya estaba.  

ESTO SÍ QUE SÍ ES CIERTO

El pasado mes de marzo fueron a exhumar en Tudela los restos del compositor musical navarro Joaquín Gaztambide y Garbayo, fallecido en 1870, sin embargo al abrir el sarcófago se encontraron los restos de una mujer. Lo supieron no solo porque el cadáver llevaba zapatos femeninos de color rojo, si no porque entre los despojos se apreciaba perfectamente una impresionante vulva y en muy buenas condiciones de conservación. 

En efecto, aquel restos no eran los de Gaztambide, por lo que todo el proceso se paralizó y el féretro regresó a su nicho. Entonces ya sabe, al conocerse la noticia los fanáticos a la anotomía de Bernarda comenzaron a sospechar, y a relacionarla con aquel impresionante hallazgo. Por otro lado quedó demostrado que la teoría de que del polvo venimos y al polvo regresaremos, no era así exactamente. Entre tanto la familia del músico sigue buscando sus restos.

Maldita Hemeroteca 

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