CARLOS MANUEL PIEDRA
Enero uno de 1959, aeropuerto militar de Columbia, eran aproximadamente la una y media de la madrugada, el presidente de facto Fulgencio Batista llegaba a la pista donde lo esperaban tres aviones en los cuales él, su familia y sus colaboradores más allegados, abandonarían el país ante la virtual victoria del 26 de julio en la Sierra Maestra.
Minutos antes el general Batista se dirige al general Eulogio Cantillo y le dice lo siguiente: “Llama a los doctores Núñez Portuondo, Raúl de Cárdenas y Cuervo Rubio. Trata que estas personas te ayuden, también al Magistrado Piedra que es el sucesor en la presidencia de la Cámara y el Senado, protege las oficinas diplomáticas, no sueltes a los oficiales presos en Isla de Pinos.
Sin embargo el magistrado Piedra, aunque "invisible", pasó a ocupar un pequeño lugar en la historia presidencial cubana cuando horas antes, a las 5 de la madrugada, una junta cívico militar integrada por Ricardo Núñez Portuondo, Raúl de Cárdenas, Gustavo Cuervo Rubio y Alberto Blanco, así como los Generales Loynaz del Castillo y Eulogio Cantillo y el Magistrado Carlos M. Piedra en su papel de presidente provisional, había sido creada.