Se conoce perfectamente que el actor César Romero Miyares fue nieto del líder de la independencia José Martí, y que su madre Carmita fue el fruto de una relación adultera que tuvo el apóstol con María del Carmen Miyares Peolí, mientras estuvo parando en su pensión de New York, en los Estados Unidos.

Que a diferencia de su esposa, la camagüeyana Carmen Zayas Bazan, que por ese entonces se había quedado en Cuba, esta sí le apoyaba en sus trajines libertarios. La política tiene eso, que es capaz de separar familias y de romper matrimonios. En fin, que escarbando un poco en su vida nos sorprendió gratamente conocer algunos datos como por ejemplo, que en 1942 estuvo alistado en la marina del ejército norteamericano, pese a ser en ese momento un actor bastante famoso. 

Lo enviaron a Europa para combatir en las fuerzas del Pacífico de W.W.II., y que su presencia allí fue intachable prestando servicios en los guarda costas. A su regreso, Romero consolidó su carrera de actor y de magnífico bailarín, y fue el primero que interpretó el famoso personaje de Joker en la meca peliculera Hollywoodense. Pero hay más. Hay un tema del que poco se ha hablado, su sexualidad.

Pese a su glamour y buen plante hispano, e incluso de pasearse del brazo de las más célebres y bellas actrices del momento, Cesar escondía un secreto imposible de revelar en aquellos días, una supuesta homosexualidad. De hecho, al filtrarse su secreto en 1935, el homófobo Jack Warner, un polaco canadiense de ascendencia judía que, junto a sus dos hermanos, eran los dueños de la compañía Warner, le despidió de inmediato estando incluso en la cúspide de su carrera.

En cambio César consiguió trabajo en otro estudio, y fue cuando se decidió hablar abiertamente del tema en una entrevista con el periodista de espectáculos Boze Hadleigh, y que luego fue publicada en el libro "Hollywood Gays" cuando ya Romero había muerto, con la cual mucha gente lo puso en dudas.

Debió ser que pese a ser tan apuesto jamás tuvo una esposa, y aunque algunos actores y actrices gays contraían matrimonios ficticios de cara a la galería, Cesar se mantuvo soltero. Que tampoco quiere decir que lo haya sido. Pero hoy se conoce que su "estrecha amistad" con el famoso actor Tyron Power, la que algunos tachaban de juerguistas y de enfermizos mujeriegos, en realidad era gay y oculta.

De no haber sido por esa valentía que le hizo acudir al frente de batalla cuando muchos «hombretones remachos» buscaban la forma de esquivarlo, el peso completo Muhamad Alí fue uno de ellos en 1967, su carrera hubiera sido mayor y aún más celebre de lo que realmente fue. Aun así, tuvo la oportunidad de interpretar muchísimo papeles.

The Shadow Laughs, su primero en la meca, El Diablo era mujer, las bailables A La Habana me voy y Springtime in the Rockies, la serie El Zorro, Cisco Kid, Mis secretarias privadas, El capitán Castilla, (junto a Tyron Power) Ocean Eleven, El agente CIPOL, el citado Joker, que lo interpretó del 1966 al 1968, así como la serie Passport to Danger, entre muchos otros personajes en más de cien películas.

Romero nació el 15 de febrero de 1907 en Manhattan, New York, y falleció de neumonía el 2 de enero de 1994 en Santa Mónica, California y siempre se sintió orgulloso de haber sido nieto del más grande de los Cubanos que, ni en sus más raras elucubraciones, pudo imaginar que tuviera un nieto así. Su único hijo reconocido, José Francisco, no tuvo descendencia. 

Lo más homófobo que se conoce de Martí fue la enérgica protesta que le hizo al periódico "Philadelphia Manufacturer" por su artículo del 16 de marzo de 1889 titulado ¿Queremos a Cuba?, donde se acusaba a los cubanos de vagos, afeminados e incapaces de conseguir la libertad ante España.

Y si decimos "lo más homófobo" es porque cada vez estamos más convencidos que a Martí no le gustó para nada que le llamaran "maricón", que en ese caso no era por la inclinación sexual si no porque en Cuba siempre fue, y aun lo sigue siendo, sinónimo de cobarde. Algo parecido le sucedió al Güinero y ex mambí de la guerra del 1868, Raimundo Cabrera Bosch, pese a que después se convirtiera en un autonomista empedernido y un partidario de la anexión a EEUU.

Este abogado le salió al paso al periodista español Francisco Moreno, otro que escribió horrores - ciertos o no - sobre la inmoralidad de los Cubanos en su obra "Cuba: el país del chocolate. (La inmoralidad en Cuba)", de 1887, y quizás entonces no imaginaba que su hija, la destacada antropóloga Lidia Cabrera, terminaría siendo una de las más famosas gays de la Habana, al unirse amorosamente con María Teresa Rojas.

Todos, sin excepción, eran Cubanos muy conservadores que en ese tiempo lo entendían como un pecado, una perversión e incluso una enfermedad. Pero no vaya tan lejos, hoy sigue siendo ilegal en más de 60 países en todo el mundo. Todavía a la altura en que estamos, no son pocas las familias en Cuba que tienen serios conflictos a la hora de aceptar la orientación homosexual de sus hijos e hijas, a pesar de ser un tema en el cual se ha avanzado muchísimo.


Por Jorge García
Maldita Hemeroteca