José Miguel Gómez primero de izquierda a derecha.
El resto son, por ese orden, José Ramón Villalón, Calixto García, 
José Antonio González Lanuza y Julio Sanguily. // 

Un día como hoy, natalicio del apóstol José Martí, el general José Miguel Gómez (Sancti Spíritus 1858-Nueva York 1921) se investía como segundo presidente de la recién fundada republica Cubana. 

Casado con la insigne espirituana América Arias, Gómez alcanzó el grado de General de Brigada en la Guerra de Independencia participado en las tres, de hecho su matrimonio se celebró en plena gesta de 1868 y cuando apenas era un comandante.

En apretada síntesis, diremos que fue Gobernador Civil de la provincia de Las Villas en dos ocasiones y delegado a la Asamblea de Santa Cruz del Sur. Formó parte de la Comisión presidida por el Mayor General Calixto García que viajó a Estados Unidos para entrevistarse con el Presidente William MacKinley como delegado a la Asamblea Constituyente de 1901. 

Candidato a la presidencia en 1905 y líder del alzamiento liberal de agosto de 1906 contra la reelección de Tomás Estrada Palma. Su elección relevó en el cargo al abogado Charles Magoon, gobernador de Cuba durante la segunda intervención norteamericana.

Aunque lo marcó la corrupción durante su mandato, liberal al fin, igual hizo muchas cosas buenas en beneficio de nuestra patria como por ejemplo inauguró 150 aulas de instrucción primaria a lo largo y ancho de la isla, creó en cada provincia granjas escuelas para la enseñanza agrícola, fundó las academias de historia, de artes y letras, y además el Museo Nacional.

Organizó el ejército permanente. Definió los días festivos y los de duelo. Estableció el cierre de establecimientos comerciales y talleres a las seis de la tarde, redujo la jornada laboral para trabajadores y funcionarios a ocho horas y les aumentó el salario mínimo y, además, prohibió el pago de los jornales mediante fichas y vales. (Ley Arteaga).

Al tomar posesión en enero de 1909, Gómez incorporó a su gabinete a figuras pertenecientes a las dos tendencias del Partido Liberal, entre ellos Justo García Vélez, el hijo del mayor general Calixto García, el escritor Ramón Meza, al futuro presidente Gerardo Machado, quien ejerció como secretario de gobernación y a Manuel Sanguily, que ocupó las secretarías de estado, justicia y gobernación. Como vice presidente lo acompañó otro futuro mandatario y primero que no había sido militar, el doctor Alfredo Zayas y Alfonso.
--El censo de 1907 dio una población total de 2,048,980 habitantes. Las cifras por provincias son: Pinar del Río 240,372; La Habana 538,010; Matanzas 239,812; Santa Clara 457,431; Camagüey 118,269; Oriente 455,086.--
En lo económico aumentó las comunicaciones por carreteras y ferrocarril, inauguró la estación Central de Ferrocarriles, creó la junta de pesca, inició el desarrollo del turismo, firmó el establecimiento de la Cuban Telephone Company, inauguró la instalación de teléfonos con el novedoso sistema automático, estableció nuevas instituciones bancarias.

Observe esto: se construyeron en la provincia de oriente siete nuevos centrales azucareros, El Jobado (1910), Delicia (1911), Manatí (1912), Rio Cauto (1912), América (1913) y Borjita (1913). En Camagüey el Morón (1912), lo que elevó la producción azucarera de 1 millón 843 127 toneladas en 1910, a los 2 millones 441 980 en 1913. No es menos cierto que detrás de todos estos contratos había "su puñalada" (sobornos y cobros indebidos).

José Miguel Gómez fue un partidario de la Enmienda Platt.
Imagen de su casa construida en 1919, en la calle Prado
y esquina a Trocadero, en la Habana. En ese terreno la patriota Marta Abreu le vendió su casa, y que Gómez demolió y en su lugar edificó este impresiónate palacio.

Y para aquellos que se pasan la vida señalando a la Enmienda Platt como la peor desgracia que tuvo aquella joven república, fíjese que durante el defalco del dragado de los puertos concedido a la Cuban Ports Company, propiedad de dos norteamericanos que se comprometieron a mantener los puertos en buen estado durante treinta y tres años, resultó un fraude tan escandaloso que el Departamento de Estado de EEUU, haciendo uso de la política de intervención preventiva, obligó al gobierno a indemnizar a los inversionistas con diez millones de dólares, el doble más de lo que la compañía había invertido en el proyecto. 

La gran mancha de su expediente, amen de su marcada corrupción, destacando el dinero del préstamo norteamericano para los alcantarillados y desecado de la ciénaga de Zapata para zonas cultivables, fue la masacre cometida durante el irresponsable alzamiento de negros y mulatos descontentos de 1912, encabezado por el Partido Independiente de Color con el teniente del Ejército Libertador, Evaristo Estenoz y el coronel Pedro Ivonet al frente, el 7 de agosto de 1908 en la calle Amargura, No 63 en La Habana, y que como se conoce luego de cuatro días finalizó con un saldo de más de entre tres y seis mil asesinados.

Aunque la Constitución de 1901 autorizaba la relección, José Miguel Gómez decidió no postularse, y el 20 de mayo de 1913 transfirió la presidencia al ingeniero y líder del Partido Conservador, el ex Mayor General Mario García Menocal. La República de Cuba cumplía 11 años y con el paso de algunos su hijo, Miguel Mariano Gómez Arias, también alcanzó la presidencia de Cuba aunque solo duró siete meses en el cargo.

Fuentes: 
--Convivencia
Think Tank independiente en Cuba.
--Cuban Estudie Institute:
A Study on Cuba- Cuban Economic Research Project. University of Miami, 1961. Dr. José Álvarez Díaz, Chairman.
--El Veráz de Puerto Rico.