martes, 9 de enero de 2024

OCCIDENTE DE CUBA: La otra cara de la guerra


Eran tiempo de ofensas atroces y de odios irreconciliables. El coronel Juan Cintra, a quien una guerrilla le macheteara toda la familia, había jurado ante el cadáver de la madre, reconocida apenas por la ropa que llevaba puesta, que no perdonaría un solo enemigo. ¿Qué orden podría apagar esa sed de venganza?

Nacido en Baní, un pequeño pueblo al sur de Santo Domingo e hijo de los dominicanos Andrés Gómez y Guerrero y de Clemencia Báez y Pérez, llegó al mundo el que con los años fuera comandante en jefe del ejercito libertador Cubano, el general, que los españoles llamaban en sorna "generalísimo o chino viejo", Máximo Gómez Báez

---EL CORRESPONSAL---

Se cree que a partir de esta entrevista, el corresponsal de ese periódico New York Herald, George Bronson Rea, autor del famoso libro "Facts and Fakes about Cuba" (Hechos y falsedades de Cuba) le llamó la atención algo que estaba sucediendo en el ejército rebelde en Cuba. Curiosidad innata de ese oficio.

En funciones de corresponsal, Rea se había incorporado a las fuerzas mambisas como uno más y así fue recabando datos totalmente neutrales mientras era testigo del desastre ocasionado por Gómez y Maceo en la región occidental, que dicho sea de paso, al ser una región de "pacíficos" mayoritariamente (gente que trabajaba y no se metía en política) se "emplearon a fondo" por decirlo de una manera más leve.

Al respecto el corresponsal Rea escribió lo siguiente:

"Confieso que simpatice con la causa, pero al ver que la invasión de Gómez a occidente no era más que una ficción de apenas 150 hombres, empecé a dudar de aquello. Cuando observé que toda la estrategia del célebre caudillo consistía en jugar al escondite en la manigua, sin querer jamás vérsela con el enemigo, consideré mi deber, no sólo por respecto al Herald, sino por respeto a mi país, decir lisa y llanamente la verdad”.

Quizás no supo interpretar que era esa - precisamente - la táctica de desgaste empleada por Gómez y que nohay dudas hizo mucho daño a los Españoles, "golpear y huir", ni mas ni menos, pero continuó diciendo cosa muchos mucho más serias y preocupantes:

"Cuando Máximo Gómez entró entre Santi espíritus y Artemisa, ordenó que se destruyera toda la caña que encontraran a su paso, en cumplimiento de lo cual quedaron arruinadas completamente miles y miles de hectáreas, y con ellas las esperanzas de miles de familias campesinas.

La tea insurrecta devoraba y saqueaba hogares y campos, fábricas y almacenes. ¿Qué fue de las familias a las que los rebeldes dejaron sin casa, muebles ni ropas?. Unos buscaron refugio en los montes, mientras que otros corrieron a las ciudades, amparándose en las guarniciones españolas.Se desencadenaron las venganzas personales y los que tenían algún resentimiento, se aprovecharon para sus fines particulares del pánico que inspiraban.

Pacíficos campesinos y gentes que vivían fuera de las poblaciones, fueron ahorcados de los árboles colgándoles en el pecho un cartel con el nombre de alguno de los jefes insurrectos. De hecho se burlaban de que el camino de los mambises era fácil de encontrar por los ahorcados que iban dejando atrás".

En el libro - por supuesto - esta mucho y mejor detallado todos estos actos que, sin dudas, fueron barbáricos y muy comunes en los conflictos bélicos, no solo en Cuba, en cualquier lugar donde se produzca una guerra. Solo hemos citado una pequeña parte como es lógico, pero aún así da que pensar y por más que se haga el esfuerzo, que se busque alguna justificación, al final acaba calificándose de atroces y hasta barbáricos.

Y sabe que, no hay mas que echarle un vistazo a la circular emitida por Máximo Gómez el seis de noviembre de 1895, para comprobar la rudeza empleada en aquella zona, y donde ellos sabían de sobra que la mayoría de los cubanos no les simpatizaban, no les querían.

1.° Serán totalmente destruidos los ingenios, incendiadas sus cañas y dependencias de batey y destruidas sus vías férreas.

2.° Será considerado traidor á la Patria, el obrero que preste la fuerza de su brazo á esas fábricas de azúcar, fuentes de recursos que debemos cegar al enemigo.

3.° Todo el que fuere cogido infraganti ó resultase probada su infracción al art. 2. °, será pasado por las armas.

Cúmplase por todos los Jefes de operaciones del Ejército Libertador, dispuesto á enarbolar triunfante, aun sobre escombros y cenizas, la bandera de la República Cubana.

En cuanto á la manera de hacer la guerra, cúmplanse las instrucciones que privadamente tengo dadas. El honor de nuestras armas y el reconocido valor y patriotismo de usted hacen esperar el exacto cumplimiento de lo ordenado.

— El General en jefe,
—M. GÓMEZ.¨

Gómez era de la opinión que acabando con toda la economía España colapsaría, sin tener en cuenta que esa destrucción era el sustento de miles de Cubanos. A continuación les dejamos un listado con algunas de las localidades arrasadas por los mambises, a su llegada a occidente.
  1. Los Arroyos (Pinar). —Destruida por la brigada Occidental.
  2. San Juan y Martínez (Pinar). — Parcialmente quemada por la misma fuerza.
  3. San Diego de los Baños. —Lo mismo que la anterior. 
  4. Boniato y Bejucal. —Parcialmente destruidas por Gómez.
  5. Santa Catalina de Güines (Habana). —Lo mismo que la anterior.
  6. Jaruco (Habana). —Destruida por Maceo. 
  7. San Juan de las Yeras (Santa a Clara). —Destruida por Bruno Zayas.
  8. Paso Real (Pinar). —Totalmente destruida por Bermúdez.
  9. Los Palacios (Pinar). —Lo mismo que la anterior.
  10. Santa Cruz de los Pinos (Pinar). — Lo mismo que la anterior.
  11. Bahía Honda (Pinar). —Destruida parcialmente por Sotomayor.
  12. Roque (Matanzas). —Destruida por fuerzas de Lacret y Morlot
  13. Los Abreus (Santa Clara). —Destruida parcialmente.
  14. Cayajabos (Pinar). —Totalmente destruida por Delgado.
  15. Cabañas (Pinar). — Destruida por Maceo. 
  16. San Diego de Núñez (Pinar). —Totalmente por Sotomayor y Gil.
  17. Quiebra Hacha (Pinar). —Totalmente destruida por Delgado.
  18. San José de los Ramos (Matanzas). —Parcialmente destruida por Lacret. 
  19. Bainoa (Habana). —Destruida por Cárdenas. 
  20. San Nicolás (Habana). —Destruida por partidas locales.
  21. Ceiba Mocha (Matanzas). —Parcialmente destruida por Cárdenas. 
  22. Benavides (Matanzas). —Lo mismo que la anterior.
  23. Ibarra (Matanzas). — Destruida por partidas locales.
  24. Navajas (Matanzas). —Parcialmente destruida por Lacret.
  25. Corral Falso (Matanzas). —Lo mismo que la anterior.
  26. Cartagena (Santa Clara). —Partidas locales.
  27. Melena del Sur (Habana). —Destruida parcialmente por Díaz y Castillo. 

Hay aspectos que saltan a la vista por sí solos. Por ejemplo cuando el ejercito norteamericano invade a Cuba en el 1898, Gómez se encontraba en la provincia de las Villas. Incluso protesta porque la mayor cantidad de pertrechos se van en dirección al mayor general Calixto García en oriente. (¿Dónde si no?).

La segunda cuestión es que Calixto García, por disposición del Consejo de Gobierno, es quien se pone a las órdenes del general Miles y de hecho, es quien toma el protagonismo por la parte Cubana. Estaba claro que la guerra en ese momento carecía de sentido, excepto en Santiago de Cuba por donde invaden los norteamericanos. El resto de la Isla ya no interesaba para nada y por tanto resulta evidente que Gómez se sintió abandonado. Incluso él mismo lo expresa de esta manera:

"El puesto que yo ocupaba no existe ya. Está suprimido de hecho por el Gobierno de la Revolución. El cargo de general en jefe supone mandar y mover las tropas". Es obvio que lo han ignorado". 

Una vez libres de España llega el momento de preguntarse, ¿porqué Máximo Gómez no fue el primer presidente de Cuba, si a finales de febrero de 1899 lo recibieron en la Habana con todos los honores?. Los historiadores recogen en sus textos que fue él quien renunció al pedido, lo cual indica que alguien, o algunos, pensaron en él primero que nadie para ocuparlo. No obstante el caudillo se dirigió al pueblo de esta manera: 

"Cubanos, yo nunca los he engañado; tengo por eso autoridad para aconsejarles que voten por Tomás Estrada Palma para Presidente... ".

Dicho y hecho. Estrada Palma fue el escogido. Por otro lado también apuntan a que hubo un acuerdo de honor sellado entre Gómez y Estrada Palma por mediación del coronel Manuel Sanguily, sin embargo algunos de los que vivieron aquella manigua en directo, - algunos incluso que se alzaron en las tres ocasiones - no eran de la misma opinión.

General Máximo Gómez al centro con gorra blanca

El 12 de marzo de 1899 resultó destituido como general en jefe por la asamblea de representantes que por entonces sesionaba en el Cerro, la Habana. El primer motivo fue la plata en préstamo que se suponía, los E.E.U.U. darían para pagar los haberes del ejército, y por otro lado el señalar su preocupación de que republica ya naciera endeudada y que por tanto sufriría la intromisión de E.E.U.U. en sus asuntos. ¡A esa hora y con ese mensaje!.

En la asamblea "se halaron los pelos". Y es cierto que Gómez debió ser más cauto con sus opiniones, ya que gracias a ese ejercito americano, que también pagó lo suyo, Cuba pudo poner fin a aquella costosa y cruenta guerra y alcanzar al fin una república que, al final de todo y las ocupaciones, sería libre definitivamente. De no haber sido así, seguirían peleando en aquel monte.

Además los asamblearios pidieron la destitución del abogado y diplomático Gonzalo de Quesada y Aroztegui, estrecho amigo de José Martí y nombrado por este secretario del Partido revolucionario Cubano y director del periódico "Patria", que en ese momento ocupaba el cargo de encargado de negocios de la república en armas en los E.E.U.U. El motivo fue por haber viajado a Cuba sin previo aviso a la asamblea, y acompañando de Robert Porter, un emisario de Washington que debía entrevistarse con Máximo Gómez e intentar convencerlo para que aceptara los tres millones de dólares.

La votación habla por sí sola...

Salón de Sesiones en el Cerro, a 12 de marzo del 1899.

A FAVOR DE LA DESTITUCIÓN:

  1. Manuel Sanguily
  2. Arístides Agüero
  3. Juan Gualberto Gomez 
  4. Salvador Cisneros
  5. Gerardo Portela
  6. Armando de la Riva
  7. Joaquín G. Pola
  8. Julián Betancourt
  9. Domingo Lecuona 
  10. Eligio Ducasse
  11. Alberto Schewyer
  12. Ignacio Almagro
  13. José Lacret y Morlot.***
  14.  Manuel María Coronado
  15. Rafael Portuondo Tamayo
  16. Manuel Despaigne
  17. Aurelio Hevia 
  18. Pedro Sáenz Yánez
  19. Porfirio Valiente
  20. Carlos Trujillo 
  21. José Ramón Villalón 
  22. Francisco Diaz Vivó 
  23. Juan Manuel Menocal Fernández Castro
  24. Modesto A. Tirado
  25. Fernando Freyre de Andrade.

EN CONTRA:

  1. José J. Monteagudo
  2. Emilio Nuñez
  3. Francisco Lopez Leiva
  4. Carlos Manuel de Céspedes. 
  5. Melchor Loret de Mola, (se abstuvo)
  6. Saturnino Lastra (Pidió solo suspensión)
  7. Carlos I. Párraga (Pidió solo suspensión)

Gómez solo atinó a decir:

"No he venido a este pueblo, ayudándole a defender su causa de justicia como un soldado mercenario; y por eso desde que el poder opresor abandonó esta tierra y dejó libre al cubano, volví la espada a la vaina. Nada se me debe y me retiro contento y satisfecho de haber hecho cuanto he podido en beneficio de mis hermanos..."

Manifiesto al país y al ejército. 1899;

Con las supremas facultades que le son atributivas, la Asamblea de Representantes del Ejercito, solamente, acaba de despojarme del cargo de General en Jefe del Ejercito Libertador que me había conferido la Revolucion redentora, y en cuyo puesto, atento siempre a las inspiraciones de mi conciencia y a las grandes necesidades nacionales, trate en todas las circunstancias de cumplir todo mi deber.

La Asamblea estima como un acto de indisciplina y falta de respeto el que no apoye las gestiones encaminadas a levantar empréstitos de dinero que pueden comprometer mas tarde los grandes intereses financieros y políticos de Cuba, que yo pienso debe entrar a ejercer su propia soberanía (...) libre de todo compromiso y siempre dejando a salvo el honor nacional. Esta es la causa primordial de la determinación que respecto a mi persona acaba de tomar la Asamblea (...)


Quinta de los Molinos, 12 de marzo de 1899.

Y precisamente fue el pueblo, con su inconformidad manifiesta, quien le ratificó su confianza y su favoritismo. "Abajo los Asambleístas", gritaban airados frente a la Quinta de los Molinos donde el viejo general había establecido su residencia temporal.

No quedó más remedio que reunirse de nuevo. No hubo acuerdo. La asamblea quedó descabezada y disuelta. Situaciones como estas - en nuestra humilde opinión - propiciaron que de Washington llegara la orden de evitar que los cubanos estuvieran presentes en la claudicación de España. Y aunque la mayoría de los investigadores y estudiados han sido de la opinión que esta medida fue injusta, en ese momento nada podía conspirar contra el proceso.

Durante un fortuito encuentro y seco saludo entre Gómez y Manuel Sanguily en la calle Obispo, el general le espetó en plena cara al coronel...

"... Me alegro de encontrarle doctor, y aprovecho para decirle que yo sin saber escribir sería capaz de redactar la Historia de Cuba sin necesidad de citarlo a Ud., pero como usted escribe y habla tan bien... ¿podría escribirla sin hablar de mi?".


El 21 de noviembre de 1898 Calixto García - con la oposición de Cisneros Betancourt - partió hacia los Estados Unidos al frente de una Comisión designada por la Asamblea de Representantes en Santa Cruz del Sur, para entablar las negociaciones con el presidente de los Estados Unidos, William MacKinley, sobre el asunto monetario y en general la desmovilización del ejercito mambí.

Le acompañaron su hijo, el comandante Justo García, el futuro segundo presidente de Cuba, general José Miguel Gómez, y los coroneles Manuel Sanguily, Enrique Villuendas, Carlos Martín Poey y Cosme de la Torriente, también el jurista José Antonio González Lanuza, el ingeniero graduado en la universidad de Pensilvania José Ramón Villalón, así como el teniente Ricardo Koby y por supuesto, el embajador en ese país, don Gonzalo de Quesada y Aróstegui.

Mal momento del año para visitar los E.E. U.U. Entre el 24 de noviembre y el 8 de diciembre Calixto visitó y se entrevistó con tanta gente, incluido el presidente, que un clima hostil como aquel, caracterizado encima por un fortísimo invierno ese año, le pasó cuenta a sus pulmones, falleciendo el día 11 en compaña de su hijo Justo y del coronel Cosme.

Tres años después, el 17 de junio de 1905, Gómez dejaba también este mundo en su casa del barrio habanero del Vedado, siendo velado en el entonces palacio presidencial, y enterrado posteriormente en el cementerio Colón con honores de presidente, en medio de una gran manifestación de duelo popular. En fin que no es tan difícil admitir que la verdadera historia de lo que ocurrió entonces, fue bien distinta a la edulcorada de las aulas.

Maldita Hemeroteca

*** Lacret y Morlot,general de división, participante en las tres guerras , ayudante de campo del general Antonio Maceo y participante de la protesta de Baraguá, se brindó para fusilar a Gómez llegado el caso!!.



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