Un 23 de junio, pero del año 1898, tropas del ejercito de los Estados Unidos intervenían en el conflicto entre rebeldes cubanos y el ejercito Español.
El 22 de junio, siendo las 9:40 am, al ver partir los primeros botes de desembarco, los buques de la escuadra norteamericana abrieron fuego contra distintos puntos de la
costa de Santiago de Cuba, en concreto por la playa de Daiquirí. Simultáneamente,
el general Cebreco al mando de 500 cubanos realizó, en cooperación con buques
norteamericanos, acciones diversionistas en distintos puntos del litoral cercano a
Cabañas, a unos cuatro kilómetros al oeste de la boca de la bahía santiaguera.
Al anochecer del día 22 ya habían logrado desembarcar unos 6 mil hombres y se ordenó a la división mandada por
600
el general Henry W. Lawton avanzar hacia Playa Siboney, situada a unos 7 kilómetros al
oeste de Daiquirí, que fue ocupada sin gran resistencia en la mañana del día siguiente. Ese
mismo día 23, se comenzó a desembarcar por Siboney y al anochecer había otros 6 mil
hombres en tierra, de manera que para la tarde del 24, todo el cuerpo expedicionario estadounidense ya había desembarcado en el territorio este Cubano.
En el éxito del desembarco un papel de suma importancia fue desempeñado por
los combatientes del Ejército Libertador. Los jefes y soldados cubanos, aguerridos y expertos combatientes, conocedores del terreno y de la manera de combatir del ejército hispano, no sólo actuaron como prácticos, sino que realizaron la exploración, ocuparon las
posiciones españolas entre Santiago de Cuba y Guantánamo e impidieron al mando español reforzar las unidades que tenía desplegadas en el litoral, contribuyendo así,
significativamente, a que las tropas estadounidenses pudieran desembarcar con toda seguridad.
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