CLAVE A MARTÍ: El vergonzoso plagio castrista


"Clave a Martí" fue, quizás, el tema musical antológico de todos los dedicados al maestro y apóstol de nuestra patria, José Martí y Pérez.

Los niños de la Cuba de hoy ni siquiera la conocen, incluso los que rondan los 40 puede que tampoco, entre otras cosas porque en 1985 pasó a ser el tema identificativo de la emisora radial anti castrista que llevaba su nombre, "Radio Martí". En cambio, los que ya tenemos sesenta o por ahí, sí que la cantamos bastante a menudo en alguna que otra fecha conmemorativa, casi siempre la de su caída en Dos Ríos.

Total que nos pareció agradable dedicarle una líneas a este patriótica composición que, relativo a su origen y autoría, sigue habiendo un poco de misterio. Hay quien apunta que fue un tal Francisco Albo Salazar, alias Pancho Majagua, el primero que la interpretó a dúo con el villareño Carlos Díaz de Villegas, conocido por "Tata Villegas", e incluso existe un artículo de la revista Bohemia publicado el 27 de abril de 1958, titulado "Yo sé que me estoy muriendo", del periodista Guillermo Villarronda, donde Pancho, el entrevistado, lo asegura.

Salazar o "Pancho Majagua", nació en La Habana en 1876, desde niño viajó por España y Suramérica y vivió un tiempo en Venezuela, de donde trajo el tema "Fúlgida luna", que se hizo muy popular en Cuba. Sin embargo, hay otros que sostienen que fueron otros sus creadores. En el citado reportaje, Majagua nos deja saber que por ese entonces conformaba un antiguo dúo con Tata Villegas, considerado como en más antiguo de Cuba. 

Fue fundado en la localidad de Regla allá por el 1904, y dejaron constancia además que el autor de la letra fue un compositor de nombre Silvestre Iglesias. Un dato curioso, el dúo hizo un compromiso tácito de no cobrar por sus actuaciones, lo cual mantuvieron por casi 50 años. Pancho, que había nacido en 1876 y aseguró a ver visto a Martí dando un discurso en el liceo de Regla, murió bastante mayor en 1958, mientras que Tata Villegas, que llegó a vivir 103 años, falleció el 4 de octubre de 1989. 

Recordemos que sus primeras estrofas decían: 

--Aquí falta, Señor, ¡ay! una voz
--De ese sinsonte cubano
--De ese mártir, de ese hermano
--Que Martí se llamó, ay se llamó

--Martí no debió morir.
--Si fuera el maestro y el guía
--otro gallo cantaría
--la patria se salvaría
--y Cuba sería feliz.

Según esta entrevista, el tema fue interpretado por primera vez en 1914 en el liceo de Regla, y esa fecha es importante porque el fanatismo castrista hizo que después plagiaran vergonzosamente un fragmento del mismo. Ni siquiera un investigador como Helio Orovio, de Santiago de las Vegas, da cuenta de la autoría que, afortunadamente, fue revelada por la revista Bohemia en aquella entrevista.

Además, Majagua desmiente que un tal Emilio Villillo, otro compositor cubano, le haya hecho alguna enmienda, lo cual fue corroborado por varios testigos que escucharon las primeras interpretaciones originales, incluyendo otros intérpretes. Desgraciadamente el autor, que era empleado de la "Cuban Cane", ya había muerto ocho años antes de esa entrevista. Con los años el maestro Ernesto Lecuona le hizo los arreglos pertinentes, y a partir de ahí se convirtió en un hit dentro del repertorio de las hermanas Márquez y las Martí.

EL PLAGIO

Tenemos entendido que fue la maestra Cuca Rivero (Juana Rivero Casteleiro) la autora del execrable cambio en 1959, donde violó la pureza del texto, y donde debía decir "Si fuera el maestro y el guía, otro gallo cantaría, la patria se salvaría y Cuba sería feliz, puso "En la revolución se inspira, a Fidel sirve de guía y mi Cuba ya es feliz", constituyendo un delito de falsedad documental en toda regla, penado por la ley. Incluso en otro de los fragmentos de esa obra, casi desconocidos, se hace alusión a que si Antonio Maceo veía las condiciones en que se encontraba Cuba, "se volvía a morir".

Recordemos que la republica se debatía en esos años en fuertes contradicciones políticas entre liberales y conservadores. Si la ve ahora no se lo que pasaría. Aún así, plagio incluido, la soberbia de ese régimen hizo que se prohibiera en Cuba, a partir del momento en que salió al aire el primer programa radiado de "La Voz de las Américas", que llegaba a Cuba desde una antena en Cayo Marathon y que mantuvo a millones de cubano con la oreja pegada a la bocina de sus radios. Fue la primera vez en casi 40 años que los Cubanos "rompían" la censura del régimen Castrista.

Maldita Hemeroteca

Fuente: Revista Bohemia, 27 de Abril de 1958, "Yo sé que me estoy muriendo", entrevista por Guillermo Villarronda.
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