Por ejemplo, el coronel Juan Cintra, a quien una guerrilla le macheteara toda la familia, había jurado ante el cadáver de la madre, reconocida apenas por la ropa que llevaba puesta, que no perdonaría un solo enemigo. ¿Qué orden podría frenar esa sed de venganza?.
Mucho se ha criticado la imposibilidad que tuvo el ejercito mambí de estar presente en la rendición de España. Fue este ultimo quien lo solicitó a Washington como condición, y el sentido común no se hizo esperar.
Es cierto que los cubanos dieron su sangre por más de tres décadas en post de lograr esa ansiada libertad, pero los Estados Unidos no podían correr el menor riesgo de extender más el conflicto por culpa de un exabrupto.
---EL CORRESPONSAL---
Según las notas del corresponsal del periódico New York Herald, George Bronson Rea, autor del famoso libro "Facts and Fakes about Cuba" (Hechos y falsedades de Cuba), fueron varias las cuestiones que captaron su atención dentro de aquel ejército cubano. Curiosidad innata de ese oficio. Rea se había incorporado a las fuerzas mambisas como uno más, y de esa manera fue recabando datos bastantes neutrales.
Rea fue testigo del desastre ocasionado por las fuerzas de Máximo Gómez y Antonio Maceo en la región occidental y que dicho sea de paso, al ser una región mayoritariamente de "pacíficos", (gente que trabajaba y no se metía en problemas políticos) se "emplearon a fondo", por decirlo de alguna buena manera. Al respecto, el corresponsal escribió lo siguiente:
La segunda cuestión fue que el general Calixto García, por disposición del Consejo de Gobierno, es quien se pone a las órdenes del general norteamericano Nelson Miles. De hecho, es García quien toma el protagonismo por la parte Cubana. Por tanto, la guerra en el resto del país carecía de sentido, excepto en Santiago de Cuba por donde invaden los marines. El resto de la Isla no interesa para nada, y eso hizo que Máximo Gómez se sintiera bastante abandonado.
Por otro lado, una vez libres de España, llagaba el momento de preguntarse ¿por qué Máximo Gómez no fue el primer presidente de Cuba, si en el mes de febrero de 1899 lo recibieron en la Habana como todo un héroe?. Algunos historiadores recogieron en sus textos que fue el propio Gómez quien renunció a esa posibilidad, lo cual indica que fueron varios los que pensaron que podía ocuparlo.
Salón de Sesiones en el Cerro, a 12 de marzo del 1899.
EN CONTRA:
Manifiesto al País y al Ejercito 1899;
Con las supremas facultades que le son atributivas, la Asamblea de Representantes del Ejercito, solamente, acaba de despojarme del cargo de General en Jefe del Ejercito Libertador que me había conferido la Revolucion redentora, y en cuyo puesto, atento siempre a las inspiraciones de mi conciencia y a las grandes necesidades nacionales, trate en todas las circunstancias de cumplir todo mi deber.
La Asamblea estima como un acto de indisciplina y falta de respeto el que no apoye las gestiones encaminadas a levantar empréstitos de dinero que pueden comprometer mas tarde los grandes intereses financieros y políticos de Cuba, que yo pienso debe entrar a ejercer su propia soberanía (...) libre de todo compromiso y siempre dejando a salvo el honor nacional. Esta es la causa primordial de la determinación que, respecto a mi persona, acaba de tomar la Asamblea (...)
"Confieso que simpatice con la causa Cubana, pero al ver que la invasión de Gómez a occidente no era más que una ficción de apenas 150 hombres, empecé a dudar de aquello. Cuando observé que toda la estrategia del célebre caudillo consistía en jugar al escondite en la manigua, sin querer jamás vérsela con el enemigo, consideré mi deber, no sólo por respecto al Herald, sino por respeto a mi país, decir lisa y llanamente la verdad”.
Quizás Rea no supo interpretar muy bien que esa era, precisamente, la táctica de desgaste empleada por Gómez y que tanto daño le hizo a los Españoles, "golpear y huir", ni mas ni menos. No obstante el corresponsal siguió diciendo cosa muchos mas serias y preocupantes:
"Cuando Máximo Gómez entró entre Santi espíritus y Artemisa, ordenó que se destruyera toda la caña que encontraran a su paso, en cumplimiento de lo cual quedaron arruinadas completamente miles y miles de hectáreas, y con ellas las esperanzas de miles de familias campesinas.
La tea insurrecta devoraba y saqueaba hogares y campos, fábricas y almacenes. ¿Qué fue de las familias a las que los rebeldes dejaron sin casa, muebles ni ropas?. Unos buscaron refugio en los montes, mientras que otros corrieron a las ciudades, amparándose en las guarniciones españolas. Se desencadenaron las venganzas personales y los que tenían algún resentimiento, se aprovecharon para sus fines particulares del pánico que inspiraban.
Pacíficos campesinos y gentes que vivían fuera de las poblaciones, fueron ahorcados de los árboles colgándoles en el pecho un cartel con el nombre de alguno de los jefes insurrectos. De hecho se burlaban de que el camino de los mambises era fácil de encontrar por los ahorcados que iban dejando atrás".
En el libro - por supuesto - están mucho mejor detallados todos estos actos que, sin ninguna duda, fueron barbáricos y propios de las guerras, no solo en la de Cuba, en cualquier lado. Al pensar en estas cosas, y por más que uno haga el esfuerzo en buscar la justificación, al final se acaba convenciendo del desastre ocasionado era por las dos partes. Y sabe que, no hay más que echarle un vistazo a la circular emitida por Gómez el seis de noviembre de 1895, para comprobar la rudeza empleada en aquella zona, donde él sabía de sobra que los residentes no simpatizaban con su causa.
1.° Serán totalmente destruidos los ingenios, incendiadas sus cañas y dependencias de batey y destruidas sus vías férreas.
2.° Será considerado traidor á la Patria, el obrero que preste la fuerza de su brazo á esas fábricas de azúcar, fuentes de recursos que debemos cegar al enemigo.
3.° Todo el que fuere cogido infraganti ó resultase probada su infracción al art. 2. °, será pasado por las armas.
Cúmplase por todos los Jefes de operaciones del Ejército Libertador, dispuesto á enarbolar triunfante, aun sobre escombros y cenizas, la bandera de la República Cubana.
Cubanos ahorcados por desobedecer las regulaciones. |
En el libro - por supuesto - están mucho mejor detallados todos estos actos que, sin ninguna duda, fueron barbáricos y propios de las guerras, no solo en la de Cuba, en cualquier lado. Al pensar en estas cosas, y por más que uno haga el esfuerzo en buscar la justificación, al final se acaba convenciendo del desastre ocasionado era por las dos partes. Y sabe que, no hay más que echarle un vistazo a la circular emitida por Gómez el seis de noviembre de 1895, para comprobar la rudeza empleada en aquella zona, donde él sabía de sobra que los residentes no simpatizaban con su causa.
2.° Será considerado traidor á la Patria, el obrero que preste la fuerza de su brazo á esas fábricas de azúcar, fuentes de recursos que debemos cegar al enemigo.
3.° Todo el que fuere cogido infraganti ó resultase probada su infracción al art. 2. °, será pasado por las armas.
Cúmplase por todos los Jefes de operaciones del Ejército Libertador, dispuesto á enarbolar triunfante, aun sobre escombros y cenizas, la bandera de la República Cubana.
En cuanto á la manera de hacer la guerra, cúmplanse las instrucciones que privadamente tengo dadas. El honor de nuestras armas y el reconocido valor y patriotismo de usted hacen esperar el exacto cumplimiento de lo ordenado.
— El General en jefe,
—M. GÓMEZ.¨
— El General en jefe,
—M. GÓMEZ.¨
A continuación les dejamos un listado con algunas de las localidades arrasadas por los mambises a su llegada a occidente.
- Los Arroyos (Pinar). —Destruida por la brigada Occidental .
- San Juan y Martínez (Pinar). — Parcialmente quemada por la misma fuerza.
- San Diego de los Baños. —Lo mismo que la anterior.
- Boniato y Bejucal. —Parcialmente destruidas por Gómez.
- Santa Catalina de Güines (Habana). —Lo mismo que la anterior.
- Jaruco (Habana). —Destruida por Maceo.
- San Juan de las Yeras (Santa a Clara). —Destruida por Bruno Zayas.
- Paso Real (Pinar). —Totalmente destruida por Bermúdez.
- Los Palacios (Pinar). —Lo mismo que la anterior.
- Santa Cruz de los Pinos (Pinar). — Lo mismo que la anterior.
- Bahía Honda (Pinar). —Destruida parcialmente por Sotomayor.
- Roque (Matanzas). —Destruida por fuerzas de Lacret y Morlot
- Los Abreus (Santa Clara). —Destruida parcialmente.
- Cayajabos (Pinar). —Totalmente destruida por Delgado.
- Cabañas (Pinar). — Destruida por Maceo.
- San Diego de Núñez (Pinar). —Totalmente por Sotomayor y Gil.
- Quiebra Hacha (Pinar). —Totalmente destruida por Delgado.
- San José de los Ramos (Matanzas). —Parcialmente destruida por Lacret.
- Bainoa (Habana). —Destruida por Cárdenas.
- San Nicolás (Habana). —Destruida por partidas locales.
- Ceiba Mocha (Matanzas). —Parcialmente destruida por Cárdenas.
- Benavides (Matanzas). —Lo mismo que la anterior.
- Ibarra (Matanzas). — Destruida por partidas locales.
- Navajas (Matanzas). —Parcialmente destruida por Lacret.
- Corral Falso (Matanzas). —Lo mismo que la anterior.
- Cartagena (Santa Clara). —Partidas locales.
- Melena del Sur (Habana). —Destruida parcialmente por Díaz y Castillo.
Hay dos aspectos que llaman la atención en la forma de actuar de Máximo Gómez en los finales de la guerra y posterior a ella. Por ejemplo, cuando el ejercito norteamericano invade a Cuba en 1898, Gómez se encontraba en la provincia de las Villas y protesta, bastante molesto, porque la mayor cantidad de fuerzas, armas y pertrechos militares se van hacia el oriente. (donde si no).
Quinta de los Molinos 1899 |
La segunda cuestión fue que el general Calixto García, por disposición del Consejo de Gobierno, es quien se pone a las órdenes del general norteamericano Nelson Miles. De hecho, es García quien toma el protagonismo por la parte Cubana. Por tanto, la guerra en el resto del país carecía de sentido, excepto en Santiago de Cuba por donde invaden los marines. El resto de la Isla no interesa para nada, y eso hizo que Máximo Gómez se sintiera bastante abandonado.
Él mismo lo expresa de esta manera:
"El puesto que yo ocupaba ya no existe. Está suprimido de hecho por el Gobierno de la Revolución. El cargo de general en jefe supone mandar y mover las tropas". Es obvio que lo han ignorado".
Al respecto, Gómez se dirigió al pueblo:
"Cubanos, yo nunca los he engañado; tengo por eso autoridad para aconsejarles que voten por Tomás Estrada Palma para Presidente... ".
Dicho y hecho. Estrada Palma fue el escogido. Otros, en cambio, apuntaron a que hubo un acuerdo de honor que fue sellado entre Gómez y Estrada Palma, con la mediación del coronel Manuel Sanguily, a pesar de que varios jefes no tuvieron la misma opinión en ese sentido. El clímax llegó cuando el 12 de marzo de 1899 Gómez resultó destituido como general en jefe a solicitud de la asamblea de representantes que por entonces sesionaba en el Cerro, la Habana.
Los motivos fueron dos básicamente, su rechazo a la plata en préstamo que se suponía darían los EEUU para pagar los haberes del ejército, y por otro lado sus opiniones -bastante fuera de lugar-, acerca de que la ocupación militar norteamericana daría como nacimiento una republica "endeudada" que como consecuencia sufrirá la intromisión.
En la asamblea "se halaron los pelos". Y es cierto que Gómez debió ser más cauto en sus opiniones, pues gracias a ese ejercito yankee que también pagó lo suyo, los cubanos pudieron poner fin a una costosa y cruenta guerra que duró treinta largos años, y de paso alcanzar al fin fundar una república que, al final de todo, sería libre definitivamente.
Además, los asamblearios pidieron la destitución del diplomático Gonzalo de Quesada y Aroztegui, partidario de la Enmienda Platt, que en ese momento ocupaba el cargo de encargado de negocios. Le señalaron el haber viajado a Cuba sin previo aviso, acompañando a un emisario que debía entrevistarse con Máximo Gómez. La votación habló por sí sola...
Salón de Sesiones en el Cerro, a 12 de marzo del 1899.
A FAVOR DE LA DESTITUCIÓN:
- Manuel Sanguily
- Arístides Agüero
- Juan Gualberto Gomez
- Salvador Cisneros
- Gerardo Portela
- Armando de la Riva
- Joaquín G. Pola
- Julián Betancourt
- Domingo Lecuona
- Eligio Ducasse
- Alberto Schewyer
- Ignacio Almagro
- José Lacret y Morlot.***
- Manuel María Coronado
- Rafael Portuondo Tamayo
- Manuel Despaigne
- Aurelio Hevia
- Pedro Sáenz Yánez
- Porfirio Valiente
- Carlos Trujillo
- José Ramón Villalón
- Francisco Diaz Vivó
- Juan Manuel Menocal
- Modesto A. Tirado
- Fernando Freyre de Andrade.
EN CONTRA:
- José Jesús Monteagudo
- Emilio Núñez
- Francisco López Leiva
- Carlos Manuel de Céspedes (hijo).
- Melchor Loret de Mola, (se abstuvo)
- Saturnino Lastra (Pidió solo suspensión)
- Carlos I. Párraga (Pidió solo suspensión)
Gómez solo atinó a decir:
"No he venido a este pueblo, ayudándole a defender su causa de justicia como un soldado mercenario; y por eso desde que el poder opresor abandonó esta tierra y dejó libre al cubano, volví la espada a la vaina. Nada se me debe y me retiro contento y satisfecho de haber hecho cuanto he podido en beneficio de mis hermanos..."
Con las supremas facultades que le son atributivas, la Asamblea de Representantes del Ejercito, solamente, acaba de despojarme del cargo de General en Jefe del Ejercito Libertador que me había conferido la Revolucion redentora, y en cuyo puesto, atento siempre a las inspiraciones de mi conciencia y a las grandes necesidades nacionales, trate en todas las circunstancias de cumplir todo mi deber.
La Asamblea estima como un acto de indisciplina y falta de respeto el que no apoye las gestiones encaminadas a levantar empréstitos de dinero que pueden comprometer mas tarde los grandes intereses financieros y políticos de Cuba, que yo pienso debe entrar a ejercer su propia soberanía (...) libre de todo compromiso y siempre dejando a salvo el honor nacional. Esta es la causa primordial de la determinación que, respecto a mi persona, acaba de tomar la Asamblea (...)
Quinta de los Molinos, 12 de marzo de 1899.
Y precisamente fue el pueblo, con su inconformidad manifiesta, quien le ratificó su confianza. "Abajo los Asambleístas", gritaban airados frente a la Quinta de los Molinos donde el viejo general había establecido su temporal residencia. No quedó más remedio que reunirse de nuevo, no hubo acuerdo, y la asamblea quedó descabezada y disuelta.
En situaciones como esta, quedó demostrado lo acertado que estuvieron en Washington de evitar la presencia de los Cubanos en la ceremonia de rendición de España. Si es que ya libre, sin España de por medio, tuvieron que intervenir en dos ocasiones para aplacar la ira política. La diplomacia Cubana solo funcionaba a base de fuego y machete.
Tres años después, la tarde del 17 de junio de 1905, Gómez fallecía en su casa del barrio habanero del Vedado, siendo velado en el entonces Palacio Presidencial y enterrado posteriormente en el Cementerio Colón con honores de presidente, y en medio de una gran manifestación de duelo popular.
Maldita Hemeroteca
*** Lacret y Morlot, general de división, participante en las tres guerras , ayudante de campo del general Antonio Maceo y participante de la protesta de Baraguá, se brindó para fusilar a Gómez llegado el caso!!.