Tiempos de mantener muy bien sujeta la lengua.
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| Foto referencial. |
En estos tiempos en las redes sociales la gente se dice "hasta del mal que va a morir", sobre todo si la distancia entre ellos es marcada, pero en el siglo XIX había que tener mucho cuidado con los exabruptos.
Antonio María Felipe de Orleans, duque de Montpensier (Neuilly-sur-Seine en 1824) fue un pretendiente al trono de España y era hermano del rey de Francia Luis Felipe de Orleans. Su padre, precisamente, fue quien dispuso que se casara con la hermana de la reina Isabel II, María Luisa Fernanda, coincidentemente el mismo día de la boda de Isabel II con el famoso "Paquita Natillas o Mariquito", mote gay del infante Francisco de Asís de Borbón. Fíjese que fue Isabel II quien le había concedido el grado de capitán general y el título de infante, sin saber que el destino le deparaba un triste episodio relacionado con este duque.
Pues resulta que Felipe de Orleans retó en un duelo al hermano del Natillas, Enrique María Fernando de Borbón, al sentirse ofendido cuando este le llamó desleal a la corona. Fue a la caída de Isabel II en septiembre de 1868, de manera que era el momento en que Felipe se convertía en uno de los principales candidatos a la poltrona real. Este fatal encuentro se efectuó a pistola el 12 de marzo de 1870 en Carabanchel, Madrid, y tuvo como resultado un hecho muy lamentable.
El cuñado de Isabel decidió disparar al aire cuando le llegó su turno, sin embargo el duque de Orleans no obró de igual manera y le dio muerte con el suyo sin pensarlo dos veces. Fue por eso que el 12 de Abril, un mes exactamente, se le efectuó un consejo de guerra en el que tuvo que dar por finiquitado sus aspiraciones a convertirse en rey de España. Este ingrato duque, al que jamás le perdonaron su despreciable acción, murió en 1890 en la localidad de Sanlúcar de Barrameda, en Cádiz, provincia al sur de España.
Y HABLANDO DE DUELOS...
Aunque la prensa de la época fue muy cauta en la difusión de la noticia, el periodista malagueño Augusto Suárez de Figueroa y Ortega está considerado como la ‘última víctima en duelo de honor’ en suelo Español. Figueroa resultó herido por el hijo del general Manuel de Salamanca y Negrete, quien había sido capitán general de Cuba en 1890.
Negrete fue quien autorizó al lugar teniente general Antonio Maceo a regresar a Cuba con el pretexto de arreglar unos asuntos familiares, cuando en realidad se trataba de puntualizar lo que sería el tercer alzamiento mambí en Cuba de 1895. Volviendo al tema, se conoce que este periodista se puso a hacer declaraciones del general Negrete que su hijo las consideró injuriosas.
El duelo se efectuó el uno de Enero en Málaga, y la espada fue el arma escogida. Figueroa murió en el envite. Hay que decir que este periodista no era nada fácil pues tuvo, al menos que se sepa, tres duelos en su vida. En 1891 se produjo otro enfrentamiento dialéctico debidos a un artículo suyo en el periódico "El Resumen", que él mismo dirigía. En este caso el duelo fue contra el Ministerio de Marina, dando como resultado que como contrincante tuvo al hijo del ministro, Javier Beránguer, que sacó la cara por su padre.
Por suerte, este duelo acabó sin graves consecuencias al ser suspendido por los jueces. El tercer duelo del chupatintas se llevó a cabo en 1895, y en ese caso desencadenó el asalto de las redacciones de "El Globo" y del "Resumen", por parte de las autoridades policiales. Hubo otro duelo en el que tomó parte un periodista, y que causalmente por sus críticas teatrales tuvo que responder en el campo del honor.
Se llamó Ignacio Escobar, y en 1839 opinó como no debía del actor Julián Romea. Este no se lo permitió, y el duelo quedó dispuesto. Afortunadamente ambos tenían tan mala puntería, que luego de varios disparos no atinaron a dar en el blanco. Ahora viene lo bueno. En uno de sus "últimos intentos" Romea hizo diana al fin, pero en vez hacerla en la anatomía de su rival la bala fue a parar a la de uno de sus padrinos, y para colmo ocasionándole la muerte en el acto.
Maldita Hemeroteca.
Fuente: Internet
