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| Soldados Españoles |
Aurelio Díaz Campillo, nacido el 16-10-1878 en Tielve localidad del concejo Asturiano de Cabrales, de donde recibe su denominación de origen el célebre queso del mismo nombre, fue el ultimo soldado español en ser repatriado hacia España, una vez Estados Unidos ocupó la isla de Cuba entre septiembre y diciembre del 1899.
En 1897 le había tocado por sorteo ir destinado al campamento de San Antonio de las Vegas en La Habana, comandado entonces por el general Arsenio Blanco y como tal fue integrado como soldado a la cuarta compañía del primer batallón 49 del Regimiento de Otumba. Desde una de las torres de vigilancia de la trocha del Mariel, pudo contemplar la explosión del acorazado USS Maine en la Bahía habanera. Hizo el traslado de dos semanas hasta España en el barco "Villaverde".
El 24 de febrero de 1895 da comienzo el último episodio de la guerra de independencia cubana, un episodio que venía fraguándose desde hacía años, por no decir décadas. Para combatirlo todas las provincias del Estado español aportaron cientos, miles de hombres, la historiografía nos habla del envío a la isla de 200.000 hombres para sofocarla.
La Compañía Trasatlántica, naviera encargada del transporte de tropas desde la metrópoli a la colonia, nos dice que el cómputo final de tropas enviadas creció hasta un total de 15 expediciones y 198 viajes, indicándonos que el número final de hombres enviados asciende a 206.074 hombres. Estas cifras, a juicio del investigador cubano Manuel Moreno Fraginals, fue el mayor mayor movimiento de tropas transoceánico que se había efectuado hasta aquel momento.
Cuatro años después, y según los datos que aparecen en la obra de Federico de Madariaga, militar y escritor español que combatió en Cuba y que con el título de "Cuestiones Militares" fue publicado en 1899, la cifra del numero de muertes para la campaña de Cuba fue de 54.682 fallecidos y, según los porcentajes, el 46 % de fiebres y vómitos, (así llamaban a las enfermedades tropicales). No obstante, según el Archivo Histórico Nacional español, desde febrero de 1896 a noviembre de 1898, entre los repatriados se contabilizaron un total de 10.995 soldados inútiles, 33.808 enfermos, y precisa la cifra de muertos en 58.000.
Con el desembarco de los últimos 667 hombres, la mayoría del batallón de cazadores de Llerena, al frente del general Adolfo Jiménez de Castellanos, ultimo gobernador español en la isla y que entregó el mando a las fuerzas de ocupación norteamericanas, finalizaba la repatriación militar de Cuba. Aquella guerra de independencia había arrancado un 24 de febrero de 1895, y concluido en agosto de 1898.
Aurelio, en cambio, regresó sano y fuerte, habiendo tenido luego en el pueblo una vida muy larga y saludable. Tuvo 12 hijos, el mayor de ellos contaba 82 años cuando le hicieron varias entrevistas al cumplirse su centenario, más numerosos nietos, bisnietos y tataranietos. Era el más longevo de la historia de los que fueron a Cuba. Falleció en 1989 con 110 años de edad.
En 1897 le había tocado por sorteo ir destinado al campamento de San Antonio de las Vegas en La Habana, comandado entonces por el general Arsenio Blanco y como tal fue integrado como soldado a la cuarta compañía del primer batallón 49 del Regimiento de Otumba. Desde una de las torres de vigilancia de la trocha del Mariel, pudo contemplar la explosión del acorazado USS Maine en la Bahía habanera. Hizo el traslado de dos semanas hasta España en el barco "Villaverde".
El 24 de febrero de 1895 da comienzo el último episodio de la guerra de independencia cubana, un episodio que venía fraguándose desde hacía años, por no decir décadas. Para combatirlo todas las provincias del Estado español aportaron cientos, miles de hombres, la historiografía nos habla del envío a la isla de 200.000 hombres para sofocarla.
La Compañía Trasatlántica, naviera encargada del transporte de tropas desde la metrópoli a la colonia, nos dice que el cómputo final de tropas enviadas creció hasta un total de 15 expediciones y 198 viajes, indicándonos que el número final de hombres enviados asciende a 206.074 hombres. Estas cifras, a juicio del investigador cubano Manuel Moreno Fraginals, fue el mayor mayor movimiento de tropas transoceánico que se había efectuado hasta aquel momento.
Cuatro años después, y según los datos que aparecen en la obra de Federico de Madariaga, militar y escritor español que combatió en Cuba y que con el título de "Cuestiones Militares" fue publicado en 1899, la cifra del numero de muertes para la campaña de Cuba fue de 54.682 fallecidos y, según los porcentajes, el 46 % de fiebres y vómitos, (así llamaban a las enfermedades tropicales). No obstante, según el Archivo Histórico Nacional español, desde febrero de 1896 a noviembre de 1898, entre los repatriados se contabilizaron un total de 10.995 soldados inútiles, 33.808 enfermos, y precisa la cifra de muertos en 58.000.
Con el desembarco de los últimos 667 hombres, la mayoría del batallón de cazadores de Llerena, al frente del general Adolfo Jiménez de Castellanos, ultimo gobernador español en la isla y que entregó el mando a las fuerzas de ocupación norteamericanas, finalizaba la repatriación militar de Cuba. Aquella guerra de independencia había arrancado un 24 de febrero de 1895, y concluido en agosto de 1898.
Datos repatriados de Cuba
Barcos con repatriados: 112
Repatriación final de la Infantería de Marina de Cuba y Puerto Rico.
- Generales 44
- Jefes y Oficiales 8.742
- Soldados 137.475
- Total:146.261
- Fallecidos durante la travesía 1.346
Aurelio, en cambio, regresó sano y fuerte, habiendo tenido luego en el pueblo una vida muy larga y saludable. Tuvo 12 hijos, el mayor de ellos contaba 82 años cuando le hicieron varias entrevistas al cumplirse su centenario, más numerosos nietos, bisnietos y tataranietos. Era el más longevo de la historia de los que fueron a Cuba. Falleció en 1989 con 110 años de edad.






