Con perdón de los estúpidos.
Hace días una turista argentina de visita en Cuba, subió un vídeo donde luego de sufrir un dolor de oído, acudió al medico buscando alivio. El facultativo le respondió que, "tratara de conseguir algún calmante", que eso se lo hubiera dicho yo que no soy medico.
Un vez la turista acudió a la farmacia, la empleada, sin levantarse siquiera del sillón donde estaba cómodamente sentada, le respondió que de calmantes "no había nada". Mire, a pesar de que ya tengo 24 años viviendo en España, ese tipo de respuesta no me hubiera sorprendido, pero en cambio me imagino como se habrá sentido la pobre señora.
Sin embargo me jodió no crea, me jodió como la mentira, la insensatez, la negligencia y la resignación, se han apoderado de ese fallido país gobernado por ineptos. Y entonces me puse a pensar que una cajita de Paracetamol, sin receta, que contiene 40 cápsulas se comercia a un precio de 1,20 euros. Digo sin receta, porque quizás algunos en Cuba no saben que en ese caso el precio sería muchísimo más barato. Pero dejémoslo así para no jugar con ventaja.
Cuando el presidente de paja cubano, Miguel Mario Diaz Canel, recibió al luchador pentacampeón olímpico en París Mijaín López, los medio captaron el reloj que llevaba puesto en ese momento. Se trataba de un Rolex GMT Máster valorado en 13 mil dólares, y como ya se imaginará por donde voy, debo confesar que la matemática me dio durísimo en plena cara.
Pensé, que si uno de esos que tienen aquí escondidos fuera a cualquier farmacia con esa cantidad de dinero, en teoría podría adquirir un total de 10 mil 300 cajas de Paracetamol a precio de mostrador, que multiplicado por los 40 comprimidos que hay en cada una, serían un total de 412 mil tabletas que si bien no resuelve los graves problemas "que ocasiona el criminal bloqueo Yanqui", al menos aliviaría en algo la situación, ¿o no?.
La niña Amanda Lemus Ortiz en el hospital de Madrid |
Y como demostración de lo que le digo, vea esa imagen de arriba donde se muestra al señor luciendo un cabestrillo de "alta gama" en su brazo lesionado, mientras que el pueblo que dirige a la fuerza tiene que conformarse con la otra, la de una niña en el hospital Pediátrico de Cienfuegos, que le tuvieron que inmovilizar el suyo con un pedazo de cartón de caja.
Por Jorge García
Maldita Hemeroteca