viernes, 20 de septiembre de 2024

SHOHEI OHTANI: Más allá de un fantástico record.


Quien asistió ayer al partido entre los Dodgers de los Ángeles y los Marlins de Miami, o lo vio por televisión en vivo y en directo, fue testigo de como un jugador fuera de serie como Shohei Ohtani consiguiera completar la hazaña de ser el primer jugador en la historia en disparar más 50 jonrones y robarse más de 50 bases.

Sin embargo, también lo fuimos ante el vergonzoso lanzamiento que le hiciera el improvisado pitcher derecho de los Marlins que, sin temor a equivocarnos, cualquiera que haya jugado medianamente beisbol y tenga un poco de fuerza, la hubiera botado sin lugar a dudas. Y el que haya jugado este deporte alguna vez en su vida, no nos dejará mentir.

Nos referimos al jonrón que pegó el nipón en la parte alta de la novena entrada, frente a un pitcheo que le hiciera el segunda base dominicano Vidal Bruján, en medio de su patética actuación como pitcher relevista. A ver, partiendo de que Ohtani es capaz de conectarle un jonrón a cualquier lanzador en las grandes ligas, el hecho de ver lo que lanzó este hombre que pasará a los libros, no por sus resultados que son bastante malos si no por lo que significaba ese batazo, fue cuando menos VERGONZOSO.

Un pitcher de verdad, con un mínimo de vergüenza en la cara, lo hubiera dado todo en ese momento por retirarlo, y por la vía del ponche más, en cambio este pseudo-pelotero decidió tirarle ese cómplice globo, que más bien era propio de un partido de softball entre ancianos. Claro, la carrera deportiva de Shohei Ohtani supera todo esto. Desde que este muchacho llegó al beisbol norteamericano todo ha sido increíblemente mágico, pero eso no justifica para nada el descaro que vimos anoche.

Los fanáticos de los Dodgers vivirán agradecidos eternamente al manager de los Marlins, el señor Skip Schumaker, no solo cuando Ohtani vino en el séptimo y le conectó el jonrón cincuenta al relevista Mike Baumann pudiendo darle la base, si no cuando en la novena le ordenó tirar semejante "chiringa" a su improvisado pitcher. Lo que estamos viendo últimamente en este deporte "no tiene desperdicio".

Hoy el señor Shohei Ohtani amaneció con un total de 51 jonrones, cinco más que los 46 que pegó en 2021 con Angelinos de Los Ángeles; hasta entonces su mejor marca personal, y 120 carreras impulsadas. Y si hoy amenaza seriamente al toletero de los New York Yankees Aaron Judge que tiene 53 jonrones y 136 impulsadas ha sido, entre otras cosas, a "la recta" que le lanzó este tipo.

Mañana, cuando la gente lo vea ya descartado y gastando "sus últimos cartuchos" en la mediocre liga de su país, en la de Mexico o en la de Asia, podrán decir entonces: "Este fue el que Ohtani le impuso un record", mientras que por otro lado será una historia por la cual se sentirá orgulloso y podrá contar a sus nietos. En fin, un capítulo más dentro de la desastrosa, ruin e indecente temporada del beisbol Miamense. 

Por Jorge García
Maldita Hemeroteca

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