miércoles, 11 de septiembre de 2024

Viejas historias de ejecutados

El garrote vil en la cárcel de la Habana. // 

En Cuba se sigue aplicando la pena de muerte en casos muy señalados, aunque data de varios siglos. La historia recoge que los nacionales, o incluso extranjeros, que fueron ejecutados en territorio insular, lo mismo a garrote vil que fusilados, no fueron pocos, sobre todo en el siglo XIX. 

Estos dos tipos de ejecución sustituyeron a la infame horca desde 1832 por decreto del rey Fernando VII, debido a los deprimentes espectáculos que protagonizaba el condenado al ser colgado en el patíbulo. El garrote, que formaba parte del ordenamiento jurídico español de entonces y también para todos sus dominios de ultramar, se aplicaba de tres maneras distintas. 

Una de ellas estaba reservada para los de alto estrato social, que aunque eran merecedores del castigo seguían siendo de alcurnia, de manera que eran conducidos al patíbulo montados en un caballo ensillado. A estos le seguían los comerciantes y campesinos, los cuales eran trasladados en una cabalgadura igual pero sin silla, y por ultimo los asesinos o autores de delitos de gran rechazo social y para los que había un burro y, para eso, cabalgado de espaldas mirando hacia la grupa del animal. En otros casos los llevaban caminando para que los asistentes se diera gusto gritándole improperios. 

En cuanto a las mujeres, el garrote no se aplicaba en estado de gestación hasta pasado 40 días después del alumbramiento. En Cuba se aplicaba el garrote vil y el fusilamiento, lo mismo a partidarios de la anexión, autonomismo, abolición o cualquier otro tipo de independencia que significara la separación de España, que a los delincuentes que merecieran un castigo semejante o asesinos.


Entre los multitudinario se recuerda el fusilamiento, en 1840, de 78 personas de entre los 3.066 encausados en la "Conspiración de la Escalera", ocurrida en la provincia de Matanzas. Más de 20 mil personas asistieron a esa ejecución de esclavos acusados de rebelarse contra sus amos. Esta sentencia fue firmada por Capitán General tinerfeño Leopoldo O'Donnell. 

El primer ejecutado a garrote vil en Cuba fue en 1832. Así lo reflejaba el Diario de la Mariana un 24 de diciembre de 1832: "Se confirma la sentencia del 7 de junio para el negro Casimiro Congo a la pena de último suplicio con declaración que no será en la horca, sino en el garrote, con arreglo a la última Real Resolución". Lo firmaba el Alguacil Mayor de Santiago de Cuba, don Francisco Xavier Cisneros.

En 1851 se ejecutaron a 4 reos en el mismo día, Joaquín de Agüero, José Tomás Betancourt, Fernando de Zayas, Miguel Benavides y el bandido Victoriano Machín, acusados de sedición y ejecutados en la sabana "Méndez" en la provincia de Camagüey. Otros más famosos como el ingeniero Domingo Agripino Goicuría Cabrera, fue ejecutado en 1869. El poeta Gabriel de la Concepción Valdés, alias Plácido, mulato de madre española, fue fusilado en 1844 en Matanzas cuando contaba apenas con 34 años de edad. 

En 1870 el anexionista venezolano Narciso López de Urriola, autor de varias invasiones a la isla y padre de la bandera Cubana, fue agarrotado un 31 de agosto de 1851 en la esplanada de la Punta, por orden del capitán general Gutiérrez de la Concha, así como el entonces director del "Diario de la Marina", el catalán Ramón Pintó en 1855, acusado de ser uno de los cabecillas en el anexionista "Club Habana". 

El 27 de noviembre de 1871 fueron fusilados en la Habana ocho estudiantes universitarios de la carrera de medicina, quienes fueron acusados de profanar el panteón del periodista asturiano Gonzalo de Castañón, fundador del periódico "La Voz de Cuba" y furibundo pro español. Entre los generales de brigada del ejercito libertador que se recogen como ejecutados estuvieron Fernando Fornaris, el mexicano José Inclán, Bernabé Varona o Francisco Muñoz. 

Juicio a Marcos Rodríguez, ejecutado en Cuba en 1964.

Es que entre los años 1889 y 1890, se efectuaron en cuba un total de 20 condenados  al garrote vil. El verdugo más famoso de la época fue el matancero Valentín Ruiz Rodríguez, todo un artífice de este temible instrumento, al punto de que hubo ocasiones que agarrotó a tres condenados en un solo día y en otra ocasión a cinco, tres en un pueblo y dos en otro. "Parecemos caballitos dando función en los pueblos", solía decir. 

Con ese talento que dios le dio, Valentín se "cargó" a un total de 57 almas que fueron merecedoras, o no, de esta pena. Se decía que cuando le daban un garrote que no era el suyo se negaba a utilizarlo; y fue entonces que en una de esas ocasiones dijo aquella famosa frase que quedó para la historia:  "¿Garrote nuevo? no, no, no, a mi que me den el mío que hasta ahora nadie se me ha quejado". Valentín pasó a formar parte de la "guardia negra personal" (cuerpo de bomberos) del general Valeriano Weyler y Nicolau.

Se conoce que los mambises, (rebeldes independentistas) ejecutaron a cientos de condenados sumariamente. La lista sería imposible de contabilizar y mucho más identificar, pero la historia se encargó de recoger algunos casos muy señalados,  como la del Teniente Coronel de Ingenieros Joaquín Ruiz, cuando se atrevió a llevarle al general Máximo Gómez una propuesta de paz al campamento donde radicaba el Quinto Cuerpo de Ejército. 

Lo mismo le pasó a Narciso Menéndez, un pobre portador de cartas de paz de los Generales Ramón Blanco y Luis de Pando. El general Gómez también ejecutó a varios de los suyos, como fue el caso de uno de sus más valientes oficiales que fuera acusado de vandalismos, abusos e incluso de asesinatos, el general de brigada Roberto Bermúdez. El propio Gómez se vio obligado a dirigir el pelotón de fusilamiento, debido a la gran popularidad que tenía este oficial dentro de la tropa.

Sección Social de 1930. 
El garrote vil, que empezó a usarse en cuba en 1832, dejó de utilizarse en 1930. En la república, y luego de 20 años después de "inactividad", fueron agarrotados el 14 de marzo de 1905 fueron ejecutados los asesinos Zuleta, Chacón y Ortiz, en los fosos de la Cabaña. 

Entre los "Ministros ejecutores", nombre con el que se conocía a los verdugos, se citan entre los más famosos a Patricio López, Antonio de Paula, Avelino Cabrera y Francisco Pineda, alias "Panchito".

El empleo del garrote vil se retomó en Cuba en 1926, hasta 1930 que fue declarado ilegal. En ese tramo fueron agarrotados en 1926 en Santiago de Cuba, Hernán Peña, José Quesada Castillo y Francisco González, alias "El Indio". Entre enero y febrero del 1927 se le dictó sentencia a José Correoso, a quien llamaban "El Dulce" y a Emiliano Valdivia, mientras que en septiembre del 1928 les tocó el turno a Ricardo Escalona Rivero y Salvador Aguilera Salvio.

Los últimos ejecutados a garrote vil fueron los reos Antonio Padilla y Domingo Betancourt que fueron ultimados el dos de noviembre de 1930. Ambos eran convictos del asesinato a puñaladas del empresario Florencio Camporro, propietario de la tienda "El Pensamiento", una famosa casa de empeños y préstamos ubicada en el No 93 de la calle "Sol" en la Habana. 

Destacar que hubo uno muy famoso que fue ejecutado sumariamente, el ex general de la guerra de independencia José Quintín Banderas, quien fuera ultimado por resistencia en 1906 en los predios de una finca en la localidad habanera de Arrollo Arenas, donde al parecer el ex general se escondía esperando un supuesto permiso para salir del país.

---En un solo día, en concreto el 12 de enero de 1959 y en el mismo lugar donde en 1898 se derramó tanta sangre Cubana, Española y Norteamericana durante la toma de Santiago por el Army de EEUU, el dictador Raúl Castro fusiló a 71 Cubanos en la "Loma de San Juan".---

Los últimos reos agarrotados en España fueron el anarquista Salvador Puig Antich, ejecutado en 1974 por el verdugo titular de la Audiencia de Madrid, el extremeño Antonio López Sierra. Había sido condenado a muerte por el asesinato del policía Francisco Anguas Barragán. Ese mismo día, pero en Tarragona, ejecutaron al alemán Heinz Chez, autor de la muerte del guardia civil Antonio Torralbo.

Y aunque en Cuba el código penal no se contempla la pena de muerte ni para mujeres ni para los niños, se conoce que desde que Fidel Castro llegó al poder en 1959 un total de 5,621 personas han sido ejecutadas por su dictadura, según los datos aportados por la comisión Cubana de derechos humanos -CCDHRN- con sede en los Estados Unidos. 

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