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Imagen de un "Llega y pon". // |
En el post de ayer, hablamos de la familia patriótica del coronel Baldomero Acosta, mambí originario de Hoyo Colorado, que era entonces como se llamaba Bauta. Allí nació en 1866.
Fue coronel del ejercito libertador que operaba en la zona de Punta Brava, Baracoa, El Salado, El Mariel e incluso el propio Marianao, el que atacó el 28 de julio de 1897 y que luego ocupó militarmente un año después. Además, durante la guerra introdujo en Cuba dos importantísimas expediciones cargadas de armas, la del 2 de mayo de 1898 en el buque Leyden, que desembarcó por las costas del Salado, y otra el 9 de 1898 por la playa de Guanabo y bueno, en diciembre de ese mismo año, entró en Marianao al frente de su caballería para no salir más nunca
No acabó aquí su rebeldía, pues apoyó al general y político liberal Jose Miguel Gómez en contra del moderado Tomás Estrada Palma en la llamada "Guerrita de Agosto", en la cual combatió al gobierno en la zona del Wajay y en Jobo, Pinar del Río, unos hechos que por su gravedad provocaron la segunda intervención de los Estados Unidos amparados en la Enmienda Platt. Y fue aquí, precisamente, cuando ese gobierno interventor le asciende a general de brigada y le designa, además, jefe de la policía de Marianao.
A partir de aquí es que comienza la historia que contaremos a continuación. Siendo alcalde de este barrio, electo el uno de Agosto de 1908, acostumbrado a mandar como estaba, --ya sabe usted lo que es un Cubano con poderes que le respalden--, parece que Baldomero acostumbraba a disponer en sus dominios políticos como le venía en ganas. Y no decimos que haya sido un alcalde corrupto, pero ya sabe, el clásico caciquismo del "Aquí mando yo y se acabó", muy típico en la Cuba de aquellos tiempos.
Mal alcalde no debió haber sido desde el momento que fue relegido por dos veces consecutivas, en 1912 y 1916, y no solo eso, regresó en 1920 y la ocupó de nuevo hasta 1931, con lo cual quedó demostrado que la gente lo quería. ¡Y claro que lo querían!, tanto, que el presidente Gerardo Machado le destituyó ese mismo año por ser tan "buena gente". De hecho, a Baldomero Acosta se le achaca la autoría de esa frase tan cubana que pasó a la historia: «llega y pon».
Como era un tipo complaciente con sus amigos, electores y correligionarios necesitados en general, digámoslo así, la gente se aprovechaba de eso y le pedía favores, casi siempre eran personas que no tenían donde vivir y como Marianao estaba en franca expansión y contaba con gran cantidad solares y fincas vacías, el bueno de Baldomero les decía: "Tu ve hasta allí y pon que si alguien te dice algo le dices que yo te mandé".
El tema fue que el "Llega y Pon" terminó por convertirse en un vicio descontrolado, que con el paso de los años hizo que Marianao se llenara de barrios insalubres. Por citar algunos, en un principio Los Pocitos, Coco Solo o La Ceiba, así como casi toda la margen del río Quibú. Ese descontrol poblacional y urbanístico trajo como consecuencia que se produjeron muchas muertes por epidemias - principalmente tuberculosis - y además el juego y la violencia eran el pan de cada día.
La anarquía total. Fue por eso que Machado optó por "cortar por lo sano". Baldomero falleció el 3 de diciembre de 1943, a los 77 años. Solo añadir que con los años el "llega y pon" se hizo un habito en toda Cuba, al punto de que hoy gran parte del territorito nacional se ha convertido en eso. No hay mas que ver los barrios del Fanguito, Palo Cagao, la Timba, Romerillo, El Palenque o Indaya, entre muchos otros, porque lo que son Los Pocitos, el Husillo y Cocosolo, crecieron tanto que terminaron por convertirse en "barrios oficiales" del municipio.
Por Jorge García
Maldita Hemeroteca