El veintiocho de enero del 1953, día que se cumplía el centenario del natalicio de José Martí, el ex presidente Ramón Grau San Martín colocó una corona en el monumento al apóstol, que fue considerada como un desagravio a su figura y como era de esperar, la policía de Batista se lo impidió.
Es que Grau había sido el único presidente que en el periodo que ocupó la presidencia a través de las urnas, 1944-1948, se mostró abiertamente en contra de invertir un solo centavo en la construcción de la Plaza Cívica, por el simple hecho de que fuera una idea patrocinada primero por el presidente Federico Laredo Brú y más tarde por Fulgencio Batista. Por joder literalmente.
Eso bastó para desatar en ellos lo más malo del ser humano, pasando la memoria y el respeto por José Martí a un segundo plano. Incluso su sucesor, el también doctor Carlos Prío Socarrás, políticamente de la misma cuerda auténtica, pretendió echar por tierra los decretos de la denominada "Comisión Central del monumento", maniobra que fue impedida por la rápida actuación del arquitecto Aquiles Maza, proyectista del "bosque de la Habana".
La obra de la plaza cívica José Martí, que había sido pensada para erigirse en la cima de la "loma de los Catalanes", se dilató varios años. Sin embargo, a raíz del golpe Batista, amén de los propósitos e intenciones que haya tenido, es que retoma el proyecto y eso bastó para que fuera boicoteado de nuevo por los que estaban empeñados en no permitir, bajo ningún concepto, "que Martí fuera Batistiano". (Luego fue Fidelista en exclusiva).
Pese a todos esos esfuerzos, en 1953 el arquitecto José Sicre comenzó a dar forma a su idea y, luego de cinco años de arduo trabajo, en 1958 comenzó a esculpir allí mismo la cabeza del apóstol que colocaría encima de aquel monumento de dieciocho metros, confeccionado con mármoles traídos desde la Isla de Pinos.
En fin señores, que ni en un día tan señalado como el natalicio número cien del cubano más excepcional que hubo en nuestra tierra, los cubanos se pusieron de acuerdo y ese fue el día que Grau escogió para "joder al paisano". Quizás no fuera ese su sentido, pero como quiera la policía se lo impidió.
Eso sí, no hizo como la policía del régimen Castrista que mete a cualquiera en prisión por portar un cartel contestatario, incluso por subir imágenes a las redes, no, a Grau solo le obligaron a permanecer en su hermosa residencia de la 5ta avenida en Miramar.
Ni siquiera lo despeinaron. ¡Y mira que él "despeinó" gente!. No pero cuidao, que el "asno con garras" no fue Grau, fue Machado. Es que la retorica hace un daño del carajo. Más abajo le cito al asesinado Newton Briones Montoto, (aún anda suelto su asesino) que de estos temas sabía un rato:
Y claro, es que bajo el "Autenticismo" que lideró este señor, agrupaciones como la UIR, la OA, el siniestro A.B.C. o la "Joven Cuba" de Antonio Guiteras, estuvieron conformadas por verdaderos delincuentes que bajo el título de revolucionarios, desataron una brutal violencia contra Machado y Batista, organizaciones estas en las cuales Fidel Castro se sentía como "pez en el agua".
Grau, o la gente de la que se hacía de la vista gorda, conocidos por "gatillos alegres" que tantas víctimas se cobraron durante esos dos mandatos en los cuarenta, asesinaron cobardemente al profesor universitario Ramiro Valdés Daussá, entre otros muchos crímenes. Según Briones Montoto, - que por cierto después de dos años sigue suelto el asesino que le mató en Quinta Avenida - entre 1944-1948 se cometieron sesenta y nueve atentados, con un saldo de cincuenta y nueve muertos y diez heridos. ¡TREMENDA PUNTERÍA!.
Briones Montoto..."Al mal de la corrupción se unió el de la violencia como método predominante para dirimir los conflictos. Las bandas gangsteriles, que emergieron de las organizaciones que combatieron a Gerardo Machado, fueron utilizadas para fines políticos mediante el otorgamiento de prebendas.Ese nefasto vínculo entre corrupción, violencia y pandillerismo tomó fuerza durante el gobierno de Grau. Si entre 1934 y 1944 esos grupos cometieron 16 atentados, con 14 muertos y 10 heridos; entre 1944 y 1948 realizaron 69 atentados, con 59 muertos y 53 heridos".
A varios de estos los premió en 1944, por ejemplo le dio la jefatura del servicio de inteligencia de la policía a Mario Salabarría, o a Emilio Tro el grado de comandante de este mismo cuerpo armado, que luego murió en el reparto Benítez de Marianao, la matanza que llevó el nombre de la farmacia Orfila, cuando era buscado por asesinato.
Por lo general este terrorismo de estado formó parte del proceder justiciero de aquellos grupos llamados "revolucionarios". Así cayó el ex presidente de la FEU Manolo Castro, líder del directorio estudiantil y "vengador anónimo del asesinado Daussá, al resultar baleado en el mes de febrero del 1948 en las inmediaciones de la sala "Cinecito", en la Habana.
Asesinato en el que por cierto, estuvo vinculado su entonces rival Fidel Castro Ruz, aunque finalmente fue el estudiante de agronomía, Gustavo Ortiz Fáez, quien lo mató o cargó con el muerto, nunca mejor dicho. Veinte años de condena le echaron a este ahijado de Grau.
Es que repetimos, el nombre de este político estuvo imbricado siempre con la violencia. Tanto fue así, que ni los integrantes de su familia escaparon de ella. El propio Batista tuvo que llamar a en una ocasión a su hermana Paulina Grau, que siempre hizo de primera dama porque Grau jamás se casó, para advertirle que su hija Leopoldina, la que llamaban Polita, estaba desatada:
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| Batista |
Como usted comprenderá, no puedo meterla presa, así que le sugiero que hoy mismo, a más tardar a las seis de la tarde, la mande para Miami en un avión".--“Así lo haré y le agradezco su aviso”., le respondió Paulina.
En cambio una vez en el poder, Fidel Castro no perdió tiempo en avisos ni en advertencias. No se lo pensó dos veces para meterle trece años de cárcel "por el lomo" a la Polita, los que una parte los pasó recluida en una granja colindante con una finca que había sido propiedad de su tío, para más humillación. Se enteró por un empleado que al saberlo, le pasaba algunos mangos por encima del muro.
Y fíjese que no pocos se preguntaron por que el expresidente Grau no se marchó al extranjero con la llegada de Fidel Castro al poder en enero de 1959. ¿Raro eh?, más cuando casi la totalidad de los políticos de entonces optaron por esa vía
No encontramos ninguna imagen de Fidel Castro visitando al depauperado Grau en su casa de Miramar, pero sí se sabe que lo visitó. Quizás quería percatarse de que ya le quedaba poco, o para humillarlo con su presencia. Como cuando se le ocurrió la "brillante idea" de traer desde oriente la campana del ingenio La Demajagua, toda una oda a la inmundicia que siempre caracterizó a este tirano.
El Dr Ramón Grau San Martín (Pinar del Río 1881) "disfrutó" los restantes diez años de su vida en una dictadura que ni él mismo se la imaginó. Y los pasó pensionado con unos míseros y humillantes quinientos pesos viviendo en su "choza", como le llamaban a la imponente residencia de 5ta avenida, hasta que murió a los ochenta y ocho años el veintiocho de julio de 1969.
Maldita Hemeroteca


