Pese a que la Aduana General de la República de Cuba extendió la moratoria de importación arancelaria a los alimentos, medicinas, insumos médicos y artículos de aseo que pueden introducir en la isla los viajeros con fines no comerciales, no lo vio así con algunos viajeros a los que le aplicó decomisos por “presuntos fines comerciales”.
Entre abril y diciembre de 2024, la Aduana reportó la confiscación de siete mil kilogramos de alimentos.
280.000 unidades de productos de aseo personal y 760 tabletas de medicamentos controlados.
Las autoridades justifican estas acciones como parte de una estrategia para evitar la reventa en el mercado informal, asegurando que la exención arancelaria fue diseñada exclusivamente para el consumo personal y familiar.
Pese a "estas violaciones" la aduana se reafirmó en el compromiso de continuar con el beneficio de la exención del impuesto excepcional por los primeros treinta dólares del valor, o su peso equivalente de tres kilos del envío, y solo se aplicará el exceso de la tarifa a un treinta por ciento.