Según el archivo del mayor general polaco Carlos Roloff Mialovsky, un total de 473 españoles integraron el primer, segundo y tercer cuerpo de ejercito libertador de 1895, y de ellos el 2,1 % eran Asturianos. 

Y aunque fue una cifra que contrasta claramente con el 21% de Canarios, e incluso el 12% de Andaluces, aún así es digna de destacar. Según aparece reflejado en la página 72 de este archivo, uno de esos soldados Asturianos, José Peláez Fernández, desertó del ejercito Español.

ASTURIANOS ALZADOS EN LA REPUBLICA 

No pocos españoles murieron en la república. Por supuesto casi todos, para no ser absolutos, fueron después del triunfo Castrista de 1959. La banda de los hermanos Gonzalo García-Rubio, naturales de Aguada de Pasajeros, en las Villas, donde su padre, Asturiano propietario de una finca, se vino a Cuba sin tener siquiera familia que lo esperaba.

Sus hijos formaron parte de la banda de los siete “asturianitos” alzados en el Escambray, liderada por Filiberto Gonzalo García-Rubio. El gobierno rehusó entregar sus cadáveres a las familias, que había sido desalojada forzosamente de su casa cuando el 8 de marzo de 1963 su padre cayó asesinado.

La familia jamás supo donde fueron enterrados los cadáveres de don José Gonzalo Tejas, alias el asturiano, ni el de sus hijos muertos tampoco. Según declaró su hermano Rubén, ex integrante del movimiento 26 de julio y luego del ejercito rebelde en el exilio, en aquel cerco del tres de abril de 1963, donde participaron 16 mil milicianos, murieron en combate sus hermanos Dionisio y Feliberto. 

El capitán Rubén Gonzalo y sus otros dos hermanos que quedaban alzados, más el resto de la banda, consiguieron escapar y hacerle 87 bajas a las milicias que fueron enterrados en el cementerio de Aguada. Rubén consiguió escapar a la Habana, donde fue detenido por la seguridad del estado gracias a la delación de un capitan infiltrado en su banda de nombre Heriberto Hernández, alias "El Jimagua" a solo dos días después de la invasión de Playa Girón. 

Fue conducido al G-2 se Santa Clara donde estuvo por varias semanas, hasta que fue sentenciado. Terminó cumpliendo 18 años de prisión hasta que y pudo salir al exilio en New Jersey. En esos momentos había mas de 4 mil alzados en las montañas del Escambray. En total fueron siete hermano de una misma banda de alzados conocidos como los "Asturianitos", y sus nombres eran: Filiberto, Rubén, Elías, Santos, Eloy y Dionisio Gonzalo García-Rubio.


Manuel García Peláez. De camionero a general Castrista. // Nueva España.

Ahora bien. ¿Y que tal los asturianos una vez se consiguió la republica?. En este aspecto ya hemos visto en este sitio como fue la participación de esta comunidad en la economía de Cuba. Avasalladora podría decirse, sobre todo en el comercio y en la industria del tabaco, así como la banca, la pequeña y mediana industria, los ferrocarriles, la agricultura, la especulación azucarera y la industria ligada a este sector.

Tal fue su éxito, que entre 1899 y 1910 existían en Cuba unas 72 sociedades mercantiles, de las cuales 36 eran propiedad Española, 17 disponían de hasta 10.000 pesos de capital; 10 alcanzaban entre 10.000 y 40.000 pesos; 8 se ubicaban entre los 40.000 y 60.000 y sólo una, de 107 mil pesos, era propiedad del emigrante asturiano Valentín Fonseca. La banca, por su parte, la lideraba la firma de Juan Antonio Bances y Compañía desde que fue fundada en 1853.

Estaba compuesta por los socios Juan Antonio Bances y Álvarez, oriundo de la localidad Asturiana de San Román, y su hijo, Juan Francisco de Asís Bances y Menéndez Conde, era su gerente. La oficina residía en la calle Obispo, No 21, más tarde Juan Antonio y Victoriano Bances, que habían vendido su participación en el banco, logran emprender las fabricas de fideos y pastas para sopas de las marcas «Cuba-Cataluña» y «El Progreso», en la calle Belascoaín, No 122, en La Habana. 

Con los años Victoriano se convierte en suegro del hijo de José Martí, Jose Francisco Martí y Sayaz-Bazán, en el momento que contrae nupcias con la señorita María Teresa Bances, conocida como Teté. De hecho la mansión donde murió "El Ismaelillo", en octubre de 1945, fue un regalo de bodas de su avilesino suegro. Teté, en cambio, le sobrevivió hasta octubre de 1980, que muere con 90 años. 

Dicho esto..

En 2021, en plena epidemia del COVID 19 en Cuba, otro Asturiano, el general Pedro Manuel García Peláez, moría a los 93 años de edad. Según su certificado de defunción, este militar retirado falleció de "Embolismo Pulmonar", que era así como la dictadura enmascaraba los datos de la epidemia.

En años anteriores había sido miembro del ejercito rebelde y llegó a ser jefe de la escolta del dictador Fidel Castro por varios años. E incluso, fue designado como jefe nacional de la PNR (Policía), y que si bien no tiene nada que ver con la historia que tratamos, hay que admitir que asturiano fue y militar también, aunque haya sido un connotado Castrista.

Confianza en él la había, pues de las fuerzas armadas fue su jefe en las provincias de Camagüey y Matanzas. Y aunque respiró por primera vez en la provincia de Cienfuegos, siendo muy niño marchó con sus padres a las Regueras, Asturias, donde vivió por espacio de 20 años. Regresó a Cuba en 1948, y desde su oficio de camionero, como se puede apreciar en esa foto, se vinculó a la lucha contra Fulgencio Batista. Lo demás es historia..

En 1897 surgen en Asturias las primeras manifestaciones significativas de oposición a la guerra en Cuba, e incluso llegaron a colocarse delante de los trenes que transportaban a los soldados del servicio militar obligatorio. Concluyendo, que ni la crisis del 98 pudo romper los vínculos entre la metrópoli y la antigua colonia, mucho menos la asturiana.

Y aunque el periodo en que Cuba estuvo ocupada por el ejercito norteamericano se detuvo la emigración desde España, se reanudó entre los años 1902 y 1907, donde los asturianos alcanzaron la cifra de 27.000 de todos los arribados, ó sea el 21%. En ese tiempo el Centro Asturiano de La Habana se vio obligado a inaugurar una veintena de sucursales por distintas localidades de la Isla, contaba ese último año con más de 25.000 afiliados, 18 mil 500 más que en 1895.

Pasaron los años y miles de indianos, y esto también hay que decirlo, regresaron a España, y con sus fortunas y sus costumbres modernas dinamizaron la economía y la vida social de Asturias de comienzos del siglo XX, primero gracias a las remesas  y luego a la propia inversión de capitales que hicieron en sus regiones de origen. Así se creó un vínculo casi familiar tan fuerte, que Cuba no era considerada una colonia sino más bien una extensión de la propia Asturias.

Maldita Hemeroteca. 
Fin.