Lector de tabaquería. 

La Real Fábrica de Tabacos Partagás es una de las industrias manufactureras de tabaco más antiguas y famosas de toda Cuba, y del mundo también, un emporio creado por el emigrante catalán Jaume Buenaventura Ambrós Partagás y Ravell.

En 1827, Don Jaime Partagás, hijo del sastre Jaime Partagás Gras y de doña Teresa Ravell Pallarolas llegados desde la región de Arenys de Mar, en Cataluña, poseía además algunas vegas de tabaco en la zona de Vuelta Abajo, en Pinar del Río, aunque no fue hasta 1845 que "La Flor de Tabacos Partagás" apareció en el registro de marcas. 

En esta fábrica, precisamente, surgió hacia 1865 la figura del lector de tabaquería, cuya función radicaba en leer en voz alta noticias y novelas a los torcedores de tabaco mientras ejercían su labor, figura que inmediatamente después se convirtió en imprescindible en todas las tabaquerías del país, e incluso hoy en muchas de ellas. 

Partagás gastó una buena parte de su fortuna complaciendo a mujeres, su gran debilidad, motivo por el cual estuvo envuelto en escándalos, dramas, leyendas y al final por supuesto, se granjeó muchos enemigos y hombres celosos. Es difícil encontrar hechos específicos porque las leyendas y los mitos han pasado a través de décadas, aunque algunas cosas parecen haber sido reales.

El 18 de julio de 1868, Partagás es herido gravemente de un disparo de un trabuco mientras se encontraba en una de las plantaciones de Vuelta Abajo, específicamente en la finca de "Hato de la Cruz", y al intentar trasladarlo a la Habana fallece 29 días después, el 17 de julio, en casa de unos amigos. Otra versión apunta a que sólo estaba herido en la cabeza y que se complicó con una meningitis. Sobre quién fue el asesino y el móvil del crimen, también existen varias versiones incluso la del crimen pasional. 

Al parecer, viajaba mucho de La Habana a Vuelta Abajo a supervisar sus plantaciones, porque era un hombre tremendamente exigente y riguroso, aprovechando esos viajes para desatar su otra gran pasión, las mujeres. De ahí que se sospechara que el autor del disparo podría haber sido algún marido engañado que lo estaba esperando.

Otro móvil posible, un fabricante de tabacos llamado Pedro Mató Estalella, quien comido por la envidia de no haber alcanzado el éxito empresarial de Partagás, contrató al negro liberto Pedro Díaz como sicario, que una vez detenido jamás develó los nombres de quienes le pagaron por cometer el crimen. Tan es así, que varios días después apareció muerto en la celda donde estaba recluido, recibiendo este caso un carpetazo definitivo.

Parece ser que en los terrenos de la finca Hato de la Cruz (Consolación del Sur), propiedad de Jaime Partagás y su socio Gabriel Millet, se asentaban dos tiendas: La Atalaya y Vista Alegre, que surtían de toda clase de material a los labradores y siempre a crédito de las cosechas de tabaco. Estas dos tiendas lindaban con la denominada Yaguey, propiedad del catalán Pedro Mato en sociedad con Ramón Novell, que sentía celos comerciales por el éxito de esas tiendas y porque incidían negativamente en la suya.

Lo cierto es que Mato sostuvo varios pleitos contra Jaime Partagás, en uno de ellos en acusación pública y plena de rencor, le tildó de mal padre, de acostarse con sus esclavas y de ser un mal esposo. Otro sospechoso fue el asturiano Manuel González-Carvajal y Fernández, yerno de Cabañas, dueños de la marca Hija de Cabañas y Carvajal, que estuvieron en litigio con Partagás durante años por el nombre de una marca que era de Carvajal y que Partagás usaba en Inglaterra.

Tras su muerte, quedaron como propietarios de la Real Fábrica de Tabacos Partagás y haciendas, su viuda Catalina Puig Miró y los hijos de ambos, José (1847), Teresa (1849), Clementina (1851), Catalina (1853) y Adela (1854), quienes se asociaron al asturiano Juan Antonio Bances y González (1820-1907).

Bances, que era propietario de una de las mayores casas bancarias de la época, adquirió finalmente por medio de una venta, tanto la fábrica, sus marcas como las tierras que tenía Partagás en Consolación del Sur. Bances era el padre de Tete Bances, la esposa del único hijo varón que tuvo José Martí con Doña Carmen Sayas - Bazan. La casa donde vivió José Francisco con ella en el vedado, fue un regalo de bodas del banquero precisamente

Hay una novela del escritor cubano Miguel Ángel Sabater Reyes titulada, "Los últimos días de Jaime Partagás", que plantea una hipótesis muy interesantes sobre esta misteriosa muerte. Miguel, que era ( no sabemos si aún) el director técnico del Archivo del Arzobispado de La Habana, afirmó en su libro que Partagás murió de una infección 30 días después de recibir el disparo, aunque el negro liberto fue condenado por asesino.

Actualmente esta antigua fábrica, ubicada en la calle Industria muy cerca del Capitolio Nacional, es uno de los principales destinos de los turistas interesados en las cuestiones concernientes al tabaco, en ella se puede apreciar todo el proceso de manufacturación y empaque de los puros, pudiendo disfrutar además de una extensa área para ventas y un bar destinado a disfrutar tranquilamente de un buen tabaco cubano.

Fuentes: 

Revista A.V.E. Grandes Tabaqueros Página 73: Don Jaime Partagás y Rabell fundador de la Real Fábrica de Tabacos Flor de Tabacos Partagás y Cia. Autor: Florencio Giménez Caballero. // Cien anillas de calidad en la Litografía Tabaquera. Autores: Manuel López Rodríguez y Florencio Giménez Caballero. // Artículo de Juan Alberto Berni González, especialista en vitolas y de donde se tomaron varios datos