A mediados del mes de enero el Ministerio de Asuntos Exteriores de La Habana, en el contexto de la mediación con la Iglesia católica y el Papa Francisco en el vaticano, anunció la decisión de excarcelar a 553 personas.

Según el régimen estas personas habían sido «condenadas por diversos delitos» sin reconocer que en el acuerdo figuraban presos políticos, muchos de los cuales continúan cumpliendo condena por participar en las manifestaciones anti gubernamentales del mes de julio del 2021.

El dictador Miguel Díaz-Canel había dirigido incluso una carta al Papa Francisco celebrando el acuerdo de excarcelación pero sobre todo distanciándolo de las medidas del presidente saliente Joe Biden de sacar al régimen de la lista patrocinadora del terrorismo, y por revertir otras sanciones económicas.

Sin embargo, desde el día 21 de enero, apenas un día después de la decisión del actual presidente estadounidense Donald Trump de volver a introducirlos en dicho listado, no se han registrado nuevas liberaciones, con lo cual dicho acuerdo con el vaticano era pura fachada.

Aun quedan en prisión muchos presos considerados políticos, entre ellos algunos con reconocimiento internacional como los artistas y activistas Luis Manuel Otero Alcántara y Maykel Osorbo, calificados como presos de conciencia por Amnistía Internacional, como también son los casos de Loreto Hernández, Roberto Pérez Fonseca o de Saylí Navarro.

La ONG Amnistía Internacional acuso este lunes al régimen de la Habana de «irregularidades» y «falta de transparencia» en el detenido proceso, mientras que sobre el "gesto de gran esperanza" del régimen y del cual el sumo pontífice se vanagloriaba hace tan solo unas semanas, que sepamos no se ha vuelto a pronunciar.

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