¿Quién lo iba a decir?. Yasmany Tomás, quien fuera jardinero de los Diamondbaks, de Arizona y firmante en su día de un contrato de 68,5 millones de dólares, se viera ahora jugando un beisbol tan inferior como el de la tercera serie élite cubana.
Otro de los grandes descartes cubanos, llegó a ser el segundo contrato más alto firmado por un pelotero cubano en el beisbol de los Estados Unidos, solo por debajo de los 72,5 millones que obtuvo el avileño Rusney Castillo con los Medias Rojas de Boston, que a diferencia de Tomás apenas pudo jugar en el big show.
Al menos el habanero dejó una pequeña impronta de 48 jonrones y 163 carreras impulsadas durante cuatro temporadas, desde el 2015 al 2019. Y en su caso no podemos decir que se trate de un jugador que vio pasar sus mejores momentos, no, es que Yasmany nunca los tuvo sencillamente, ni siquiera en la flor de su juventud. Ya jugó con Industriales en 2023, el año que involucionó.
"El tanque", que seguramente custodiará la primera almohadilla del equipo azul, se hará acompañar de Yasiel Santoya y Roberto Acevedo, así como los jardineros Yosvani Peñalver, Denis Laza, Roberto Alvarez y Ariel Hechavarría. En el montículo estarán Andry Pérez, Maykel Taylor, Andy Vargas, Raymond Figueredo, Pavel Hernández , Remberto Barreto, Frank Herrera, Rafael Perdomo reforzados con Yadian Martínez, Fernando Betanzos y Denis Quesada.