"Un ligero almuerzo" durante el festival del Habano en Cuba.// 

Mientas que el régimen castrista celebraba en el Salón de los Pasos Perdidos del Capitolio Nacional de La Habana, uno de los espacios más emblemáticos de nuestra historia, un fiestón con más de seiscientos "selectos invitados" para rendir homenaje a una refinada marca de habanos, una pobre señora, porque a pesar del hecho deleznable que cometió es una pobre víctima, tuvo que matar un gato para poder alimentar a sus hijos.

Los activistas pro animales en la isla denunciaron a la mujer que, al parecer, sacrificó al animal de una manera brutal pero en cambio en su denuncia no hicieron ninguna referencia a los motivos desesperados que la llevaron a cometer este detestable acto. Su nombre, Ana Selena Martínez López, argumentó que lo había hecho "para hacer una sopa para sus hijos".

La organización protectora de animales exige un castigo ejemplar para la maltratadora, en verdad lo merece, pero en cambio ¿quién castiga a los que la obligaron a cometer semejante salvajada o, ¿qué haría usted si se viera en esa situación ni que dios lo quiera?, sabiendo incluso que los dirigentes que la privan de esos alimentos se deleitaban con una cena especialmente diseñada para la ocasión, maridada con una selecta combinación de vinos premium.

Tan solo agregar que ese fiestón en el capitolio conmemoraba una marca de puros que en 1939 había sido propiedad de los hermanos asturianos Menéndez García, quienes la adquirieron tras el quiebre del alemán H. Upmann en 1922, y de la que ellos, los castristas, se apoderaron años después en 1960 al confiscarla sin pagar nada a cambio. Los hermanos, José, Félix, el primero de ellos que llegó a Cuba, más Alonso, Francisco y Celesto Menéndez García, llegaron procedentes de la aldea asturiana de San Román de Candamo, famosa en España por sus excelentes fresas.

Pero la realidad es una y muy triste además, y es que la crisis alimentaria y de todo tipo por la que atraviesa la isla en estos momentos, es capaz de impactar hasta en el bienestar animal como fue este caso, un capítulo que ya se vivió allí durante los difíciles años del periodo especial en la década de los 90.


Maldita Hemeroteca