A Max Lesnik se le señala ser el autor de la frase
"Cuba sí, Yankees no". // 

Se dio a conocer en Cuba durante la república, alcanzando una abrumadora popularidad a principios del siglo XX. Los historiadores más precisos señalan el año 1930 como su debut.

Desde entonces fue tal la acogida, que el vocablo FRITA fue incluido por el sabio Fernando Ortiz en su libro "Nuevo Catauro de Cubanismos", de 1923. La frita está considerada como la versión criolla de la popular hamburguesa y en la isla compitió contra los populares sándwiches, las medianoches, las croquetas, el pan con bistec y todo lo que se atreviera a plantarle cara dentro del mundo del snack criollo.

--El gallego Sebastian Carro Seijido fue uno de los famosos friteros de la Habana en los años 50, y tenía su puesto de ventas en Zapata y A, en el vedado, muy cerca de donde vivía. Su formula para hacer las fritas se la había proporcionado el ya difunto Max Lesnik--

Bueno pues acaba de morir en Miami el baboso periodista Max Lesnik, hijo de uno de aquellos hebreos, o polacos como se conocían, que inocularon el comunismo más secular y extremista en la isla a principios del siglo XX. Con los años Lesnik se convirtió en uno de los más fervientes castristas en esa ciudad Floridana, y desde su revista "Réplica" justificaba el régimen y defendía el fin del embargo.

Tenía tanta imaginación el menda, que para justificar la dictadura hacía una hiperbólica analogía con los periodos de crisis del imperio Romano, sobre todo cuando el estado era amenazado por enemigos externos. ¿Acaso Cuba no es un gobierno que sufre la hostilidad de un enemigo?; decía sin ruborizarse. 

Se hacía llamar un represaliado de Fulgencio Batista, en cambio de los periodista que su amigo encarcelaba nada. Por su actitud se ganó el desprecio de casi todo el exilio en Estados Unidos, e incluso sufrió su ira con la colocación de varias bombas en el local de su revista. No por gusto el espía cederista, Gerardo Hernández, le llamó "patriota" en una de sus habituales publicaciones sociales. 

Pues resulta que en sus años mozos, este Lesnik fue uno de los mas famosos friteros de Cuba. Los que le conocieron decían que llegó a tener en 1954 seis puestos de ventas por toda la Habana. Nacido en 1930 en Camajuaní, las Villas, y militante del partido Ortodoxo de Eduardo Chibás, abandonó Cuba en en 1961 por desavenencias con Raúl Castro, y desde la capital del exilio se mantuvo apoyando al hermano pero sin sufrir sus consecuencias.

Fritero en la Habana.
En el 2008 le proporcionó su receta mágica a una cafetería en el Puerto de Isabela de Sagua, entonces controlada por la corporación Habaguanex del testaferro Eusebio Leal, en un intento por revitalizar el popular bocadillo en la isla. 

Según decía, su fórmula consistía en un 60% de carne de res con 30% de carne de cerdo, pan viejo mojado en leche, pimentón dulce, cebolla picada y ajo, acompañada de malanga frita a la juliana en vez de patatas.

Los cubanos la llevaron al exilio de Miami donde algunos locales llegaron a ser muy famosos (no sabemos si todavía lo son o ni siquiera existen) como La Palma; Sergio´s; el Badías; El Rey de las Fritas; El Mago de las Fritas; donde comió una vez el presidente Obama, propiedad del famoso fritero Ortelio Cárdenas, el Morro Castle o el Cuban Guys, y entre ellos un cubano llamado Dagoberto Estevil, del que se dice fue el pionero en la Pequeña Habana en 1961, propietario además de Fritas Dominó, un local situado en la calle 8 y la 12 avenida. 

Total que ni la humilde frita escapó a la ira revolucionaria. Incluso este servidor, que roza ya los 66 años, recuerda de niño perfectamente aquellos carritos móviles que, junto a las no menos populares minutas de pescado, la vendían por toda la Habana. En 1968 el mayor ilusionista de Cuba, "Mandrake en Jefe", el entrañable amigo de Lesnik, las desapareció todas para siempre. 

Por Jorge García
Maldita Hemeroteca