Cuando los pioneros de la ingeniería abrieron las puertas al espacio, el sueño de establecer una base permanente en la Luna dejó de ser una fantasía literaria para convertirse en un objetivo palpable para las principales potencias mundiales.
Sin embargo, mucho antes de que los Estados Unidos abrazaran tal ambición con el actual programa Artemis de la NASA, la Unión Soviética (URSS), pionera en la exploración espacial, ya había concebido la idea de construir una estructura lunar.
Según cuenta La República, este proyecto, conocido como Zvezda, se mantuvo en estricto secreto durante la frenética carrera espacial de la Guerra Fría, y sus detalles solo vieron la luz tras el colapso de la potencia euroasiática. Zvezda, que significa "estrella" en ruso, representaba la visión soviética de una base lunar permanente destinada a albergar entre nueve y doce cosmonautas para realizar investigaciones científicas en el satélite.
El diseño de esta base lunar, ideado por el ingeniero Vladimir Barmin, artífice de la primera plataforma de lanzamiento de cohetes, constaba de nueve módulos cilíndricos. Estos módulos, originalmente de 4.5 metros, podían extenderse hasta los 8.6 metros mediante un ingenioso sistema de acordeón metálico.
El plan incluso contemplaba enterrar algunos módulos bajo la corteza lunar, una estrategia para contrarrestar las amenazas comunes en el satélite, como el impacto de micro-meteoritos y la radiación solar.
Los soviéticos, reconocidos por sus proezas en el espacio, tomaban en serio el proyecto Zvezda. Un ejemplo de su compromiso fue el laboratorio BIOS-3, donde los futuros cosmonautas llevaban a cabo simulaciones de misiones espaciales de larga duración.
Situado en el Departamento de Biofísica del Instituto de Física Kirensky, este entorno aislado veía a los aspirantes sumergirse en tareas científicas durante aproximadamente ciento ochenta días, con la estadía más prolongada alcanzando los trece meses.
Sin embargo, las ambiciones de la URSS se vieron truncadas cuando el cohete de su programa, el gigantesco N1, destinado para misiones tripuladas a la Luna, sufrió cuatro explosiones entre 1969 y 1972.
Este cohete, con treinta motores en su primera etapa, seis veces más que el Saturn V de la NASA, demostró ser su talón de Aquiles.
Ante los fallos del N1 y el éxito de la misión Apolo 11 de la NASA, la URSS reconsideró la importancia del alunizaje y redirigió sus esfuerzos hacia la recolección de rocas lunares y la construcción de la estación espacial Mir.
A pesar de la cancelación del proyecto Zvezda, el programa espacial soviético, liderado por el ingeniero Sergei Pavlovich Korolev, dejó un legado fundamental en la exploración espacial, desde el envío del primer satélite hasta la construcción de la primera estación orbital para experimentos científicos.
TAMAYO NO FUE EL PRIMERO, PERO NO EL UNICO AFROAMERICANO EN VIAJAR AL COSMO EN EL SIGLO XX
El veintiuno de mayo del 2024 el anciano astronauta Ed Dwight, primer candidato negro en los años sesenta del siglo pasado, pudo hacer realidad su sueño al viajar al espacio a los ¡noventa años de edad!. El ex astronauta de la NASA había sido propuesto en 1963 por el presidente John F Kennedy para ser el primer cosmonauta de raza negra de los Estados Unidos, sin embargo la NASA lo descartó entre otros aspirantes.
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| Ed Dwight al centro. |
Dwight pudo cumplir su sueño gracias a la compañía de cohetes turísticos del rico empresario Jeff Bezos, la "Blue Origin", y su viaje le llevó a rozar los límites del espacio en un vuelo de aproximadamente diez minutos de duración. "Fue una experiencia que me cambió la vida para siempre", declaraba exultante el anciano piloto, poco después de salir de la cápsula espacial.
El breve vuelo, que despegó de una zona al oeste de Texas, convirtió a Dwight en la persona de más edad en el espacio, casi dos meses más que el actor de "Star Trek", William Shatner, cuando este viajó en 2021. Esta ha sido el primer lanzamiento de una tripulación de 'Blue Origin' en casi dos años tras un accidente en 2022. Y aunque esa vez el propulsor de la nave se estrelló, la cápsula consiguió aterrizar segura con todos los experimentos a salvo.
El viaje de Dwight contó en parte con la financiación de la organización sin ánimo de lucro 'Space for Humanity'. Su historia asegura que no fue descartado en la promoción de 1963 por negro, si no que aquella misión necesitaba astronautas de mucha experiencia en Géminis y Apolo, como Buzz Aldrin y Michael Collins. No fue hasta el 1978 que la NASA incluyó un astronauta afroamericano en la figura Guion Bluford, el primero que viajó al espacio en 1983.
Tres años antes los soviéticos habían lanzado al espacio al primer astronauta negro de su programa espacial, el cubano Arnaldo Tamayo Méndez. Y fíjese en algo, puede que ese fallido intento de Dwight haya sido una de las claves del porque Fidel Castro se decantó por Tamayo a ultima hora, dentro de esa obsesión suya por superar a los Americanos.
FIN
Maldita Hemeroteca










