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SECRETOS DE LA CARRERA ESPACIAL SOVIÉTICA (III)

El vientiseis, ya con el récord batido, Volkov notó el primer problema. Cuando los astronautas entraron en la Soyuz 11 para el viaje de regreso, la escotilla de la nave no cerraba bien: se lo advertía un sensor de alarma. Un portazo - a lo ruso - la dio como cerrada. Fue tan fuerte que se apagó la alarma. ¡Preparen coñac que mañana nos vemos!. 

Fue lo ultimo que dijeron. 

Los cálculos posteriores determinaron que a unos veinte segundos de iniciada la fuga de aire, la presión en el interior de la Soyuz 11 había descendido tanto que los astronautas debían estar ya inconscientes. Cincuenta segundos después de la fuga, el pulso de Patsáyev había caído a 42 latidos por segundo. A los ciento diez segundos, los corazones de los tres astronautas se habían detenido. Ninguno de los tres corazones aguantaron la despresurización. 

Los cuerpos tenían un altísimo contenido de nitrógeno en sangre, presentaban hemorragias cerebrales y sangre en los pulmones. Los datos de vuelo revelaron que los tres supieron que iban a morir en cuanto notaron la fuga de aire y el descenso de la presión, cuando estaban a 170 km del suelo.

El termino, "astronauta fantasma" es aplicable a todos aquellos pilotos que han muerto y ni siquiera se conocen sus nombres. // 

Dobrovolski se había liberado del cinturón de su asiento para dirigirse a la escotilla porque intuyó que la fuga se había producido en aquella puerta mal cerrada. Con el tiempo los expertos concluyeron que no fue tanto la fuga de aire el motivo de aquella desgracia, sino el haber carecido de los trajes presurizados. Con este fracaso el programa Soyuz se abandonó. 

La estación Salyut, a la que se adjudicaba larga vida, fue devuelta a tierra y amerizada en el océano Pacífico; el programa espacial soviético se detuvo por años. Luego se modificaron las reglas, no solo la de obligar a todos los astronautas a vestir trajes espaciales; fueron modificadas también las cabinas para que mantuvieran la presión en caso de alguna fuga.

Se redujeron las tripulaciones de las naves a dos astronautas, pero Kamanin, aquel que se había opuesto a que sus muchachos viajaran al espacio tan desprotegidos, fue destituido como jefe del Cuerpo de Astronautas por no haber adiestrado a sus hombres "correctamente para hacer frente a una emergencia como aquella". Probablemente quien le sancionó fuera un peje gordo del partido, que no tenía ni idea del cosmos. 

Los pilotos Volkov, Dobrovolski y Patsáyev pasaron a ser héroes de la Unión Soviética e integrantes de una lista de fallecidos que ya encabezaba Vladímir Komarov. En su caso las cuerdas del paracaídas que debía ralentizar su llegada a una velocidad de unos 60 metros por segundo se torcieron, y la nave golpeó el suelo con tal violencia que explosionó por completo. Fue la primera muerte producida en un accidente de vuelo en toda la historia espacial.

Lo que quedó del astronauta Komarov

No obstante la lista de cosmonautas rusos fallecidos es de al menos 300, muchos durante lanzamientos fallidos o en medio de sus preparativos. Por ejemplo, durante una prueba de resistencia efectuada el 23 de marzo de 1961, el piloto Valentín Bondarenko dejó un paño olvidado con restos de alcohol sobre una placa calentadora, y el incendio que se produjo le provocó la muerte.

Existe otro caso muy misterioso, el del coronel Piotr Dolgov, que sin haber sido jamás cosmonauta, en 1962 murió supuestamente al saltar en paracaídas a 29 mil metros de altura durante una prueba de trajes espaciales para el programa Vostok.

ABANDONADO EN EL ESPACIO

El 18 de mayo de 1991 el ingeniero mecánico, Serguei Krikaliov, partió a bordo de la nave Soyuz para una misión de cinco meses en la estación espacial MIR que orbitaba la Tierra. La misión era más bien rutinaria, el piloto debía hacer algunas reparaciones y actualizaciones a la estación. 

En cambio la URSS, inmersa en ese momento en los cambios políticos que decretaron su derrumbe, se olvidó de regresarlo. El 25 de diciembre de 1991 la Unión Soviética colapsó por completo, y el pobre cosmonauta, que pudo al fin regresar afortunadamente, se tuvo que pasar 312 días en el espacio y darle cinco mil vueltas a la Tierra por culpa de l perestroika de Mijaíl Gorbachov.

Serguei Krikaliov

Eso sí, el primer ser vivo que murió en estos menesteres fue la pobre perrita mestiza Laika, en 1957. Treinta años después Oleg Gazenko, uno de los científicos del programa espacial soviético declaraba: "Cuanto más tiempo pasa, más lamento lo sucedido. No deberíamos haberlo hecho. Para lo que aprendimos de esa misión, no justificaba la muerte de esa perra”. 

Y aunque la versión difundida por las autoridades soviéticas sostenía que el Sputnik llevaba equipo para "sacrificarla" cuando el oxígeno empezara a agotarse, con la caída de la Unión Soviética los propios científicos que habían participado en el programa desvelaron la verdad. Aun así, se enviaron al espacio ocho perros más, y excepto Mushka y Pchyolka, tripulantes de la misión Sputnik 6 en 1960, el resto sobrevivió la experiencia. 

¿Saben como murieron esos dos perros?. En su regreso a la tierra, la nave se extravió en el procedimiento de entrada y nadie sabía donde había caído, de manera que los soviéticos, temerosos de que alguien les descubriera los datos que traía, la hicieron auto explotar por control remoto. Ugolyok y Veterok fueron los últimos perros del programa espacial soviético en 1966, realizando un vuelo de veintiún días a bordo de la nave Kosmos 110. 

El hermetismo sigue. 

El astronauta ruso Valery Bykovsky, compañero de viaje de la primera mujer que subió al espacio, Valentina Tereshkova, falleció en 2019 y los Rusos ni siquiera se han tomado el trabajo de informar las causas. Se supone que de viejo. Su record de permanencia en el espacio en solitario aún continúa imbatible.

Incluso, tuvieron que pasar sesenta años para que conocieran las cusas de las muertes de Yuri Gagarin, primer hombre que voló al espacio y orbitó la tierra en 1961 y del ingeniero de vuelo Vladimir Serioguin. Ambos pilotaban un Mig-15 que se precipitó a tierra el 27 de marzo de 1968.

Chernobyl casi 40 años después.

Por supuesto, la mayoría son achacados al programa Ruso y su secretismo durante la llamada Guerra Fría. Se cree que hubo misiones anunciadas como no tripuladas que si lo estaban, e incluso en 1965 el periódico italiano "Corriere della Sera" publicó unas supuestas intercepciones radiofónicas del cosmonauta Alexei Belokoniov de noviembre de 1962, que en la tierra nadie escuchó.

OTROS HECHOS MUY MISTERIOSOS DE LOS QUE NUNCA SUPIMOS...

Entre los años 1970 y 1989 los soviéticos cavaron un pozo en la localidad de Pechenga, un distrito escasamente poblado de la región de Múrmansk, pero no se trataba de un hoyo cualquiera no, profundizaron hasta la increíble distancia de 12 mil 262 metros, 12 kilómetros y algo más de profundidad.

La meta eran los quince. Lo más profundo que había llegado el hombre hasta ese momento era el pozo Bertha Rogers, en Washita, Estados Unidos, donde alcanzaron una profundidad de 9.583 metros. Sin embargo, de pronto el hueco fue cerrado y abandonado sin mas ni mas. ¿Qué encontraron los rusos allá abajo?. ¿el inframundo acaso?. Aún no se sabe nada al respecto.

El accidente del 26 de abril de 1986 en la central nuclear de Chernobyl en Ucrania, entonces una zona de la antigua Unión Soviética y que hoy está siendo invadida por Rusia, liberó un material radioactivo que fue quinientas veces mayor que la bomba atómica de Hiroshima de 1945, fruto de la desidia, los descuidos, las omisiones e incluso la negligencia.

Ni siquiera hoy se conoce el numero exacto de muertos que produjo ese terrible desastre nuclear, y aunque se cree que fueron en torno a los treinta y ocho mil, lo poco que se sabe fue gracias a aquellas cintas que grabó el científico Valeri Legásov cuando decidió "tirarlo todo al medio", y después quitarse la vida. En Cuba se recibieron muchos niños afectados por esta catástrofe, veinticinco mil se dijo, también de Bielorrusia, pero la prensa Cubana jamás entró en detalles de su verdadera magnitud.

Fin de la tercera parte
Maldita Hemeroteca