La revista Bohemia fue fundada el 10 de mayo de 1908, en La Habana, Cuba, se cumplen hoy la friolera de 117 años. Fue fundada por Miguel Ángel Quevedo Pérez, quien también era el administrador del periódico El Fígaro. Ese día se ponía en venta la primera edición, con una frecuencia semanal y un perfil general dirigido a todo tipo de público.
Es bueno señalar que gracias al Centro Gallego de la Habana fue que en 1915 (concretamente el 25 de abril) se lanza lo que sería la Bohemia habanera haciendo coincidir tal circunstancia con la reciente inauguración del nuevo Palacio Social. Como una "Revista ilustrada semanal", salía el día 10
de mayo de 1908 interesada, sobre todo, en temas del ámbito artístico y literario.
Miguel Ángel Quevedo Pérez fue el su fundador, propietario, administrador y director. Así fue hasta que en 1927 su tirada se redujo a cuatro mil ejemplares con la depauperación económica que se venía experimentado y, como si fuera poco, en 1931 fue suspendida por el gobierno de Gerardo Machado con quien la publicación había estado en desacuerdo.
En esta década del treinta era aún el medio hispanoamericano de mayor circulación y distribución que existía. Publicaba análisis sobre temas políticos, históricos, sociales y culturales, además de asuntos de interés para la población, fue la única revista que estuvo activa durante el medio siglo de república que le tocó vivir.
Por ejemplo, en ese tramo tenemos que en 1944, y a través de la periodista Guido García Inclán, lanzó una campaña dirigida a dignificar la tumba de José Martí obteniendo la ayuda financiera necesaria del Congreso de la República. Después de esa fecha, y tras el fin de la Segunda Guerra Mundial, la revista experimentó un cambio radical de orientación nacionalista y burguesa, complaciente con el estilo de vida norteamericano, declarándose contraria al socialismo, al marxismo y al comunismo.
Entonces su tirada experimenta importantes cambios que le llevaron de los 125.000 ejemplares en 1948, hasta los 260.000 en 1953. Incluso, con la actividad de los rebeldes de Sierra Maestra, llegó a alcanzar el medio millón en 1958 y el supuesto millón con la tirada especial que hizo en 1959 tras el triunfo Castrista.
También se había mostrado particularmente hostil contra el mandato anterior del golpista Fulgencio Batista.
LLEGÓ SU FIN COMO BOHEMIA LIBRE
Segun el hispanista británico Lord Hugh Thomas, quien desnuda como nadie todo aquel proceso en el cual se conspiró, se luchó y hasta se traicionó en esa revista, fue el ex-presidente Ramón Grau San Martín quien inició el fraude de las supuestas veinte mil muertes ocasionadas por el régimen de Batista, lo que continuó haciendo estando al servicio del también ex presidente, Carlos Prío Socarras, otro iluso que apoyó la insurrección y después a los alzados de la Sierra Maestra.
![]() |
| Edición de octubre de 1954. |
Como pasó con todo y con todos, Fidel Castro le intervino la revista a Quevedo a pesar de que este le sirvió como una tribuna abierta a sus ocultos propósitos, e incluso llegó a mentir en su favor como ya dijimos, aunque tampoco es que Quevedo supiera que en realidad estaba haciendo el papel de tonto útil al servicio de un futuro tirano. De hecho, el convencimiento de que lo fue todo ese tiempo, fue lo que motivó su salida del país en 1960 y totalmente desencantado.
A partir de ese momento, la Bohemia cayó en manos de un grupo de "chupa medias" del dictador Fidel Castro que, con anterioridad, ya le "lavaba los calzoncillos" al multo de Banes por un sobre al mes. Entre ellos el entonces nuevo director, Enrique de la Osa, o "la periodista del Moncada" Marta Riojas, una simpatizante confesa de Batista y reconvertida milagrosamente en Fidelista.
En ese caso, y según afirmó el entrevistado, enviaban a alguien a recogerlos para mantener el anonimato. Desde entonces, la revista ha mantenido una total sintonía con los postulados del Partido Comunista de Cuba. No tenemos ni la menor idea de cual es su situación en estos momentos.
En fin, la Bohemia de Quevedo, ya se diga padre e hijo, así como del brillante pintor y paisajista Antonio Rodríguez Morey, quien estuvo al frente de su dirección artística, fue un baluarte donde se promovió, desde símbolos nacionalistas y burgueses, una literatura de vanguardia que fue la más popular y leída en Cuba en todos esos años.
Maldita Hemeroteca







