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GUILLERMÓN MONCADA: CLAUDICACIONES, REVESES Y ENFERMEDADES

Gillermón Moncada
Fue uno de los hombres del General Antonio Maceo que rechazó la paz del Zanjón.

El gobierno provisional del mayor general Manuel de Jesús Calvar lo asciende a general de brigada el 10 de junio de 1878 y lo designa jefe de la División de Guantánamo, hasta que se da cuenta que no hay guerra posible y entonces decide claudicar.

Estamos hablando de Guillermo Moncada Veranes, el hijo del esclavo liberto Narciso Veranes que no quiso reconocerlo y de ahí que se apellide Moncada como su madre. Un año después, el 26 de agosto de 1879, se une a Calixto García, el entonces presidente del Comité Revolucionario Cubano en la llamada Guerra Chiquita, que le asciende a mayor general y le envía como jefe de las fuerzas del centro y sur de la provincia de Oriente.

Libró algunas acciones en la región de Guantánamo volvió a entender que aquella guerra no iba a ninguna parte pues era otra causa perdida, y vuelve a capitular el 2 de junio de 1880 embarcando hacia Jamaica junto a José Maceo, hermano del mayor general. Sin embargo los españoles lo apresaron en alta mar y le condujeron a Puerto Rico, de donde lo remitieron a España, a las Islas Baleares en concreto, como prisionero.

En 1886 le perdonan y regresa a Santiago de Cuba el 22 de septiembre de ese año. Entonces participa en los preparativos del plan Gómez-Maceo (1884-1886), en sus postrimerías, y en la conspiración conocida como La Paz del Manganeso en 1890. Nuevo fracaso en su historial como independentista, ya que los dueños de aquellas minas se negaron a brindar apoyo a la sublevación, más que nada por miedo a perder sus importantes ingresos económicos.

Estando en Haití, Antonio Maceo había solicitado un permiso al capitán general Manuel Salamanca y Negrete para entrar a de nuevo en Cuba. Maceo alegó que tenía intención de liquidar unos asuntos familiares en la Habana, aunque era el pretexto para iniciar un nuevo levantamiento. Pero lo que Maceo no contaba fue con la prematura muerte de Salamanca, y la designación del general Camilo Polavieja como nuevo capitán general de la isla.

Maceo adelanta el levantamiento para el día de la festividad por la Caridad del Cobre y, junto a Julio Sanguily como jefe de occidente, se ponen a la espera de las expediciones que debían traer hombres y armas desde el exterior. Polavieja, de basta experiencia en la lucha contra los mambises, expulsa de Cuba a Maceo y detiene a la mayoría del resto de los implicados en este levantamiento y claro, Guillermo Moncada fue uno de ellos.

Por estas actividades subversivas estuvo preso desde el 1 de diciembre de 1893 al 1 de junio de 1894 en el cuartel Reina Mercedes, de Santiago de Cuba. A su regreso, José Martí, que ya se encontraba en los preparativo de la guerra de 1895, lo designa jefe de la provincia oriental. Desde la destrucción del ferrocarril Maroto, donde le premian con los galones de cabo, su currículum vitae fue impresionante.

Combates de el Caney, Jiguaní, Santo Domingo, campaña en Guantánamo, encuentros en la loma de la Galleta, La Indiana, Dos Amigos, Oasis, quema de Tiguabos, asalto a Guisa, la Periquera, el Zarzal, el Plurial, Juan Mulato y San Ulpiano, entre otros, y en casi todos fue ascendiendo militarmente

Guillermón, como le llamaban sus compañeros, se alza una vez más en la región de Alto Songo, Santiago, el 24 de febrero de 1895, sin embargo ya para entonces la tuberculosis había empezado a hacer mella en su salud. Otro hubiera optado por intentar curarse, pero no un tipo como aquel que prefirió recibir la muerte en la manigua de Mayarí.

Cuando ya no pudo más, el tres de abril designa en su cargo al mayor general Bartolomé Massó y espera la muerte en el barrio de Mucaral, Florida Blanca, en el poblado de Alto Songo en Santiago de Cuba, la que le llega dos días después. Sus restos reposan en el cementerio de Santa Ifigenia de esa ciudad Santiaguera.

Maldita Hemeroteca.