En uno de los programas del youtuber Andrés Albuquerque y su colaborador Martín Sabater, se trató el tema de los fusilados en Cuba por Fidel Castro desde 1957, de cuando el argentino Ernesto Guevara le quitó la vida al primer condenado a muerte de la Sierra Maestra, el campesino Eutimio Pérez, hecho que se convirtió en un asesinato en toda regla.
Por cierto, el asesino en serie no pudo esperar siquiera a que se conformara el pelotón de fusilamiento. El mismo se llevó a Eutimio a una zona apartada y le voló los sesos con su propia pistola. Sobre Eutimio pesaba una acusación infundada, o al menos sin pruebas sólidas, de que quería asesinar a Fidel Castro. Algo muy raro, pues gracias a él muchos alzados salvaron la vida después del corretaje que se formó en Alegría de Pio*.
Pues el señor Sabater aportó un dato que enseguida llamó mucho la atención, y es que todo aquel que se haya atrevido a contar esas historias, tanto en Cuba como en el extranjero, termina perdiendo la vida coincidentemente. Vamos a decir así, pues que sepamos no existe ninguna prueba de que hayan sido asesinados aunque hayan grandes sospechas.
¿Ejemplos?... hay varios.
“Benigno”, el nombre de guerra con el que figura en el diario del Ché en
Bolivia; o Dariel Alarcón Ramírez, como figura en el pasaporte francés como
asilado político; o Dariel Roselló Ramírez, como debería haberse llamado este hijo
de militar español y madre cubana que nació en Manzanillo.
Dariel pertenecía a la columna
“Maceo”, que comandaba Camilo Cienfuegos que avanza hacia a Occidente, siendo la primera en entrar a la Habana y luego, a los seis meses, ya partía como guerrillero en el batallón cubano
que participó en la guerra de liberación de Argelia en 1961.
En fin...
La mayoría de nosotros conocimos al ex escolta de Fidel Castro, el ex coronel Juan Reinaldo Sánchez. ¡Madre mía lo que habló y la cantidad de datos que aportó este hombre!.
¿Qué no sabría este hombre sobre la vida de Guevara, y de la guerrilla de Fidel Castro en la Sierra Maestra en general?. Pues desencantado de todo, Alarcón se asiló en Francia en 1996 y todas aquellas vivencias - algunas con errores de fechas y demás según dicen - las dejó plasmadas en un libro que tituló "Memorias de un soldado cubano", para el cual contó con la colaboración de la escritora francesa Elizabeth Burgos a la que se supone le contó "todos sus secretos".
En ese libro, el manzanillero aprovechó para arremeter con dureza contra el régimen Castrista que tanto defendió. Bastaría decir que fue el primero que denunció el abandono cometido por Fidel Castro de la guerrilla en Bolivia, a raíz de que Guevara comenzara a interferir en su estrecha relación con la Unión Soviética. (Guevara era pro Chino y en un momento en que los asiáticos eran enemigos de Moscú). Benigno murió en un hospital de París a los 76 años, víctima de un cáncer.
Fue seguridad personal "del comandante" desde 1977 y no de uno de los anillos más alejados, del primero y más cercano. Licenciado en derecho, se asiló en Miami en 2008 tras haber sido encarcelado en 1994 por solicitar su renuncia.
Desde Miami y España reveló con lujo de detalles todas las riquezas que amasaba la familia Castro, entre ellas la paradisíaca isla privada conocida como Cayo Piedra, así como más de veinte mansiones, una marina con yates, cuentas bancarias cifradas, una mina de oro y hasta una fábrica de quesos para su consumo personal. "De todo como en botica", como se suele decir.
Sus programas en la televisión hispana de esa ciudad no tenían rival en esa franja horaria, y por ellos nos enteramos del funcionamiento de los campos de entrenamiento para guerrilleros en la isla, lo mismo para etarras españoles prófugos de la justicia, que para las guerrillas marxistas de Nicaragua, el Salvador y Colombia. Así estuvo escribiendo Sánchez sus libros, entre ellos "La vida oculta de Fidel Castro", hasta que en 2015 le atacó un "sorpresivo cáncer" y murió ese mismo año.
Según aseguró el ex agente de la CIA Brian Latell, Piñeiro decidió también hacer un libro contando sus vivencias en la revolución Cubana. No llegó a terminarlo. El 11 de marzo de 1998, luego de recibir un homenaje por los cuarenta años de la creación del Frente, murió en un misterioso accidente cuando de regreso a su casa espetó su coche mortalmente contra un árbol.
Desde Miami y España reveló con lujo de detalles todas las riquezas que amasaba la familia Castro, entre ellas la paradisíaca isla privada conocida como Cayo Piedra, así como más de veinte mansiones, una marina con yates, cuentas bancarias cifradas, una mina de oro y hasta una fábrica de quesos para su consumo personal. "De todo como en botica", como se suele decir.
Sus programas en la televisión hispana de esa ciudad no tenían rival en esa franja horaria, y por ellos nos enteramos del funcionamiento de los campos de entrenamiento para guerrilleros en la isla, lo mismo para etarras españoles prófugos de la justicia, que para las guerrillas marxistas de Nicaragua, el Salvador y Colombia. Así estuvo escribiendo Sánchez sus libros, entre ellos "La vida oculta de Fidel Castro", hasta que en 2015 le atacó un "sorpresivo cáncer" y murió ese mismo año.
Van pasando los meses, y en diciembre se cumplirán los dos años de la muerte del investigador y escritor cubano Newton Briones Montoto, ocurrida el 29 de diciembre del 2023 en la localidad de Miramar, en la Habana.
Este licenciado en historia, escritor e historiador además, era hermano de Antonio, el guerrillero que murió en Venezuela en 1967 cuando intentaba infiltrarse por ordenes de Fidel Castro. Sí, porque la obsesión del barbudo verde oliva por ese país venía desde mucho antes del extinto Hugo Chávez.
Nada se sabe acerca de la identidad de este supuesto malhechor que le provocó la muerte a Newton de 82 años (1941). Una versión cuenta que fue asaltado por un individuo en la quinta avenida de Miramar, y al menos que sepamos no se ha sabido más nada de su identidad. Debido a las graves heridas que sufrió al caer y golpearse contra el pavimento, Newton murió cuatro días después en la UCI del hospital militar de Marianao, Dr Carlos J. Finlay.
De los dos mil hombres y 96 comandantes que entraron en la Habana con Fidel tras la fuga de Fulgencio Batista, uno de ellos era el conocido como "Barba Roja", Manuel Piñeiro Losada.
Solía decir que lo que le motivaba en sus investigaciones era "encontrar fallas en las interpretaciones", una manera bonita de desmentir las "guayabas del Castrismo". En un final, no se puede decir que por encontrar la verdad haya renunciado a sus "principios revolucionarios", pues era miembro jubilado del MININT y miembro de la no menos tenebrosa UNEAC, pero lo cierto es que su obra se fue convirtiendo en un "grano en el culo" para la narrativa castrista.
Montoto llegó a desmentir las causas de muerte de Julio Antonio Mella, así como las del líder sindical azucarero Jesús Menéndez Larrondo con versiones que en nada se parecen a lo que estábamos acostumbrado a escuchar en Cuba. De hecho, desde el mismo momento que muere se comenzó a especular que había sido "mandado a callar". Enseguida saltó la familia diciendo que no, que alguien le provocó la muerte en una pelea por motivos que siguen siendo desconocidos.
"Primero, es mentira, y segundo, como familia no queremos que él sea tomado como banderín para hablar de la violencia en Cuba, ni de nada político".
Así pedía a gritos su hija, a raíz de que se originaran las lógicas especulaciones sobre su muerte. ¿Pero que desaprensivo sería capaz de pelear con un anciano de ochenta y tantos años a pena mañana, y empleando semejante fuerza?. Pudiera ser, pero resulta muy raro y sobre todo muy difícil de creer.
Fundador del segundo frente oriental en Sierra Maestra, y tras el triunfo fue creador de los órganos de seguridad del estado.
Fue de los que participó en el vergonzoso juicio celebrado el 2 de marzo de 1959 contra los 43 aviadores y técnicos del régimen de Batista, que luego de ser absueltos Fidel les condenó en un nuevo e ilegal proceso. Ese tribunal fue dirigido por este Piñeiro precisamente.
Más recientemente, el comandante Guillermo Jiménez Soler, ex miembro del directorio revolucionario que fue más famoso aun a raíz de haber sido el autor de dos libros importantísimos, "Los propietarios de Cuba" y "La Empresas de Cuba", de obligada referencia para todos los cubanos. Y en su caso podrá haber sido un revolucionario, pero no hay más que leer sus libros para percatarse de que esa revolución fue un fracaso ante el poderío económico de aquella república, y lo demuestra la poca relevancia que tuvo su muerte en los medios castristas.
No es esta una practica - en caso de que lo haya sido - nueva en Cuba ni mucho menos. En el siglo XIX varios autores cubanos murieron por escribir lo que no debían. Gabriel de la Concepción Valdés, Juan Clemente Zenea, y ya más adelante, cuando los métodos de censura de la dictadura se convirtieron en una herramienta más para reprimir, Ángel Santiesteban, Ángel Cuadra, María Elena Cruz Varela, Manuel Vázquez Portal, Raúl Rivero o el sonado caso de Heberto Padilla, a los que le fabricaron una causa por un lado, o por el otro terminaron fuera del juego directamente.
| Reinaldo Arenas |
(...) Pongo fin a mi vida voluntariamente porque no puedo seguir trabajando. Ninguna de las personas que me rodean están comprometidas en esta decisión. Sólo hay un responsable: Fidel Castro. Los sufrimientos del exilio, las penas del destierro, la soledad y las enfermedades que haya podido contraer en el destierro seguramente no las hubiera sufrido de haber vivido libre en mi país”.
Lo mismo ha pasado en el mundo con otros autores. Por ejemplo Farag Foda fue asesinado a tiros en el Cairo en junio de 1992 por miembros de la llamada Asamblea Islámica, así mismo murió la escritora rusa Anna Politkóvskaya en el 2006, el cineasta italiano Paolo Pasolini fue atropellado varias veces en 1975, o el mismo Federico García Lorca sin ir más lejos, fusilado en Granada en 1936 por sus preferencias sexuales, porque nada indica que fuera de izquierdas.
Resulta muy fácil inocular "algo" nocivo a través de un "amistoso e inofensivo apretón de manos". Sin que sirva de comparación, fue así como acabó, o acabaron porque nunca se supo, con el generalísimo Máximo Gómez después de tantas "muestras de cariño". Y sí, es cierto que en la mayoría de ellos sus obras les permitirán ser recordados por muchos años y generaciones, pero así y todo a nadie le gusta marcharse de este mundo antes de tiempo.
Por Jorge García
Maldita Hemeroteca
*Alegría de Pío. Zona de Niquero, en el oriente cubano, donde Fidel Castro y sus hombres, luego de haber desembarcado del Yate Granma que los trajo desde México, recibieron un nutrido fuego por parte del ejercito constitucional de Fulgencio Batista.



