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| El Palacio del Segundo Cabo fue sede del Tribunal Supremo Cubano. // |
En días pasados salió en la televisión cubana una vez más un abyecto personaje que viene dedicándose a atemorizar a los Cubanos día sí, y el otro también. En concreto, las leyes dictatoriales cubanas penalizan cualquier disidencia por muy pacífica que sea.
Este señor tiró al medio todo el arsenal jurídico que dispone la dictadura para hacer talco a cualquier cubano que ose discrepar con el régimen. Incluso se atrevió a asegurar que el régimen podría juzgar a ciudadanos cubanos en otros países, algo insólito, a no ser que sea en los satélites que integran su comparsa.
Y que tal si les cuento, que ni siquiera en el periodo en que Cuba pertenecía España como colonia o provincia como quiera usted llamarle, se vio cosa semejante. Sí amigo, como le cuento, porque aunque le parezca raro, Madrid se vio en la obligación de reconocer como lícita - y lo pongo en negritas - cualquier tipo de propaganda pacífica separatista. ¿Cómo le parece?, repetimos, ni en la colonia el pueblo cubano fue tan represaliado como lo ha sido ahora.
Les brindo el dato....
Esto lo consiguió uno de los más grandes penalistas de la historia de Cuba, si no el más, Don José Antonio González Lanuza, un hijo de emigrantes ribadenses. (Ribadeo, Galicia) que nació en La Habana en 1865, y que lastimosamente falleció muy pronto en 1917, con apenas 52 años.
El hecho en sí lo consiguió siendo ya catedrático y decano de la Facultad de Derecho de la Habana, y fue en defensa del periodista y patriota Juan Gualberto Gómez, uno de los que mantenía viva y constante la propaganda separatista de España. Lanusa se plantó ante el Tribunal Supremo español, y logró que sus sólidos argumentos sentasen jurisprudencia.
Mucha gente desconoce que aun siendo Cuba una colonia española, Madrid permitía libertades que hoy serían condenadas por las leyes castristas. Por ejemplo con sus más y sus menos, desde bien lejano como el 1810 se estipuló el primer decreto de "LIBERTAD DE EXPRESIÓN" en Cuba, que fue aprobado en las cortes españoles en noviembre de ese año. ¿Qué le parece?.
En opinión del historiador Murciano Juan José Sánchez Baena, La Habana debió ser el primer territorio de «toda la
América española» que puso en práctica lo que él denomina como «decreto de libre
emisión de pensamientos». De hecho entre los años 1811 y 1814 fueron creados en la Isla treinta y ocho periódicos con temas
constitucionales básicamente.
Solo un ejemplo: El periódico "Patriota Americano", no se cortaba un pelo al señalar como «una verdadera y frustrante "maruga política, donde duermen quietos nuestros males". Intente, o mejor dicho, atrévase por un momento señalar lo mismo que pasa hoy. No sabríamos decir si allí en la isla saben esto, pero sería muy bueno que lo supieran. Ni como colonia y a excepción de las guerras, se sufrió tanto en Cuba como ahora.
En fin, que haciendo un breve recuento de su vida, vemos que el doctor José Antonio Lanusa se casó con la cubana Carmen Alamilla y tuvo tres hijos: José Antonio, Dulce María y Elena. Por problemas físicos y de movilidad en su juventud le obligaron a centrarse en los estudios, licenciándose en Derecho en 1885 y con quince premios extraordinarios.
Solo intentar escudriñar la historiografía jurídica cubana es algo muy arriesgado, a la par de trabajoso, tenga en cuenta que la jurisprudencia Cubana data del 1720 por lo menos, pero así y todo nos reafirmamos en que junto a los doctores Antonio Sánchez y Bustamante, Ricardo Dolz y Arango o y Evelio Tabio, el señor Lanusa puede ser considerado como uno de los más grandes penalistas de la historia en Cuba, al punto de que fue el autor del código penal.
Su nombre figuró en el frontispicio de la Facultad de Derecho de La Habana y el Estado Cubano concedió largo tiempo la Orden Nacional de Honor y Mérito de Primera clase González Lanuza. Su militancia política arrancó como dirigente estudiantil en la Universidad. Fue senador y presidente de la Cámara de Representantes durante dos períodos en los que fue autor del primer proyecto de Código Penal de Cuba, 15 proyectos de Ley y varios libros sobre aspectos jurídicos.
A pesar de su posición a favor de la independencia de Cuba y en contra del dominio español, nunca perdió contacto con la colonia emigrante. Participó en la sociedad Aires da Miña Terra y -según dice en sus memorias Justo Taladrid, presidente de Vivero y su Comarca- tanto él como su primo Balbino González hicieron favores a personas y próceres gallegos en la isla.
Por Jorge García
Maldita Hemeroteca
Fuente: La Voz de Galicia.
NOTA: AGÁRRENSE LOS MACHOS AQUÍ....







