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| General John R Brooke y parte de su gabinete |
Al comenzar el Gobierno Provisional del general John R. Brooke, la isla de Cuba se encontraba devastada. Brooke ordenó un censo nacional y la triste realidad se hizo patente. El censo de 1877 arrojó una población de tan solo l.631.687 habitantes, en cambio para el 1899 la población había decaído hasta 1.572.797.
Solamente en La Habana murieron mas de 50,000 reconcentrados y aproximadamente 70 mil más habrían muerto en la manigua, lo mismo en combate que de enfermedades. La producción azucarera había alcanzado 1.004.264 toneladas en 1895, pero en 1899 no llegaba ni a 225,000. En 1895 operaban 1,100 ingenios y para 1898 solamente 207.
De veinte millones de libras en 1895, la producción de tabaco cayó a cuatro millones en 1898. Se habían perdido casi dos millones de cabezas de ganado, en fin, que cada renglón de la economía nacional fue afectado muy seriamente. A todo esto súmele que el censo de 1899 concluyó que el 64% de la población adulta era analfabeta.
Era urgente la adopción de medidas, con lo cual el Gobierno de ocupación norteamericano se dio a la tarea de organizar un sistema de educación publica bajo la dirección de educador Alexis Frey. Se crearon Juntas de Educación en cada municipio con una Junta de Superintendentes.
Muchos cuarteles fueron transformados en escuelas, y se fabricaron escuelas que recibieron abundante material educacional. Se fundaron escuelas de 'Kindergarten', Normales de Verano y 1,300 maestros fueron enviados a tomar cursos intensivos en la Universidad de Harvard. En pocos meses funcionaban más de tres mil aulas en 1920 escuelas.
Cuando el general John R. Brooke fue sustituido por el general Leonard Wood, veterano de la guerra en Oriente, se le encargó la reforma de la educación secundaria y universitaria al profesor y filósofo Enrique Jose Varona, Secretario de Instrucción Publica en el gobierno de Wood. Entonces se crearon las cátedras de Pedagogía, Veterinaria, Cirugía Dental, Ingeniería Agronómica y Eléctrica, así como la Arquitectura
Cuando el general John R. Brooke fue sustituido por el general Leonard Wood, veterano de la guerra en Oriente, se le encargó la reforma de la educación secundaria y universitaria al profesor y filósofo Enrique Jose Varona, Secretario de Instrucción Publica en el gobierno de Wood. Entonces se crearon las cátedras de Pedagogía, Veterinaria, Cirugía Dental, Ingeniería Agronómica y Eléctrica, así como la Arquitectura
La Escuela de Medicina inició la preparación de enfermeras y parteras, en tanto el señor Varona propició el establecimiento de laboratorios, museos y clínicas en la Universidad de La Habana. Los institutos de segunda enseñanza comenzaron con impartir idioma inglés, la educación cívica y las ciencias. Se abrieron escuelas de comercio y de agricultura. A la Escuela de Artes y Oficios se le fabricó un nuevo local y se amplió la Escuela de Pintura y Escultura de San Alejandro en Marianao, La Habana.
El Gobierno Provisional llevó a cabo un gran programa sanitario.
Se organizó la Junta Superior de Sanidad y se regularon las condiciones de limpieza en edificios públicos, vehículos de transporte y viviendas. La alcantarillas fueron mejoradas. Gracias al científico cubano Carlos J. Finlay, en 1900 se llevó a cabo una intensa campaña que dio como resultado el descubrimiento del mosquito como vector en la propagación de la fiebre amarilla, y afortunadamente fue erradicada.
Se redujo drásticamente la tasa de mortalidad por el impacto de enfermedades como la fiebre tifoidea, el paludismo y la viruela. El general Brooke, se rodeó de cubanos muy capacitados en su gabinete, cada uno a cargo de un departamento en educación, obras publicas, justicia y hacienda.
El Gobierno Provisional llevó a cabo un gran programa sanitario.
Se organizó la Junta Superior de Sanidad y se regularon las condiciones de limpieza en edificios públicos, vehículos de transporte y viviendas. La alcantarillas fueron mejoradas. Gracias al científico cubano Carlos J. Finlay, en 1900 se llevó a cabo una intensa campaña que dio como resultado el descubrimiento del mosquito como vector en la propagación de la fiebre amarilla, y afortunadamente fue erradicada.
Se redujo drásticamente la tasa de mortalidad por el impacto de enfermedades como la fiebre tifoidea, el paludismo y la viruela. El general Brooke, se rodeó de cubanos muy capacitados en su gabinete, cada uno a cargo de un departamento en educación, obras publicas, justicia y hacienda.
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| General Leonard Wood |
Pero Wood, conspiraba contra Brooke para nombrar cubanos a puestos claves en la administración y, en carta a su amigo Theodore Roosevelt, fechada el 12 de julio de 1899, se refería a esos cubanos como "los sinvergüencitas" que además de asesorar a Brooke en sus reformas, se oponían a la anexión a los Estados Unidos.
Brooke estableció una nueva judicatura bajo el Tribunal Supremo de Justicia, cancelando el sistema colonial. Para ayudar a la reconstrucción del país, se redujeron los aranceles y tarifas proteccionistas de los españoles, y el comercio de Cuba con Estados Unidos comenzó a prosperar. Respetó la Ley Foraker que prohibía que se extendiesen concesiones en Cuba, lo que perjudicó la llegada de inversiones para el desarrollo.
Brooke no trabajaba para lograr la anexión de Cuba a su país, sino preparando las condiciones para que un gobierno cubano, tal y como lo había promulgado la Resolución Conjunta. Finalmente Wood logró la sustitución de Brooke y su nombramiento, que en total duró unos 12 meses al mando del Gobierno.
Wood, convencido anexionista, era un medico de 39 años de edad muy amigo del Presidente McKinley y del Vicepresidente Roosevelt, del que había sido superior en las tropas "Rough Riders" que tantas bajas sufrieron en la batalla por la Loma de San Juan.
Durante su mandato acometió un vasto programa de obras publicas con fondos de la Tesorería cubana, no de Estados Unidos, y se repararon y se construyeron calles, carreteras, caminos vecinales, edificios públicos, puentes, muelles, estaciones de bomberos, dispensarios, parques, paseos y avenidas publicas.
El Profesor Herminio Portell Vila, en "La Nueva Historia de la República de Cuba" de 1996, nos cuenta que el Gobernador Wood no tenia una gran consideración por las leyes y códigos de Cuba, e incluso tampoco mostraba respeto por las de su propio país:
"La Ley Foraker, promulgada con el fin de impedir que empresarios e inversionistas extranjeros - poco escrupulosos - pudieran apoderarse de las riquezas de Cuba, había prohibido que se otorgasen concesiones y franquicias en territorio nacional a ciudadanos de los Estados Unidos durante la intervención militar norteamericana.
El general Wood decidió las cosas de otra manera y con el pretexto del beneficio publico violó, a capricho, dicha ley sin que nadie en Washington le llamase a capitulo por tales ilegalidades." De tal modo y actuación, a partir de ese momento fuertes intereses norteamericanos recibieron valiosas concesiones en toda la Isla de Cuba.
Durante su mandato acometió un vasto programa de obras publicas con fondos de la Tesorería cubana, no de Estados Unidos, y se repararon y se construyeron calles, carreteras, caminos vecinales, edificios públicos, puentes, muelles, estaciones de bomberos, dispensarios, parques, paseos y avenidas publicas.
El Profesor Herminio Portell Vila, en "La Nueva Historia de la República de Cuba" de 1996, nos cuenta que el Gobernador Wood no tenia una gran consideración por las leyes y códigos de Cuba, e incluso tampoco mostraba respeto por las de su propio país:
"La Ley Foraker, promulgada con el fin de impedir que empresarios e inversionistas extranjeros - poco escrupulosos - pudieran apoderarse de las riquezas de Cuba, había prohibido que se otorgasen concesiones y franquicias en territorio nacional a ciudadanos de los Estados Unidos durante la intervención militar norteamericana.
El general Wood decidió las cosas de otra manera y con el pretexto del beneficio publico violó, a capricho, dicha ley sin que nadie en Washington le llamase a capitulo por tales ilegalidades." De tal modo y actuación, a partir de ese momento fuertes intereses norteamericanos recibieron valiosas concesiones en toda la Isla de Cuba.










