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CAMARIOCA: LA PRIMERA DE LAS TRES LIMPIEZAS CASTRISTAS.


El objetivo principal de una válvula de presión en las ollas de cocción es el de regular y controlar la presión interna, evitando que aumente de forma excesiva y cause un accidente, y si usted infiere que en la política cubana ha pasado exactamente lo mismo, verá como el tirano Fidel Castro ha dejado salir de Cuba a todo el que estaba en su contra y de esa manera evitaba la presión de una rebelión interna.

Fue por eso que ya, en 1965, el tirano decidió limpiar el país de opositores. Para ello permitió salir a los cubanos con familiares fuera. Más de 5.000 personas escaparon desde el puerto de Camarioca, un pueblo pesquero al norte de la provincia de Matanzas, por donde entrarían las embarcaciones procedentes de EEUU. 

Tras cuarenta y dos días que fue lo que duró aquello, tres mil refugiados consiguieron salir por esa vía, un hecho del cual se cumplen hoy sesenta años exactos. Fue cerrado oficialmente el quince de noviembre, y le siguió entonces los llamados "Vuelos de la Libertad Varadero-Miami" por donde 250 mil desafectos más huyeron del infierno comunista. El presidente norteamericano Richard Nixon les puso fin en 1973.

Luego en 1980, miles de personas intentaron de nuevo abandonar el país. Para evitar incidentes, Castro "volvió a desinflar el globo", y esta vez dejó salir a 125 mil cubanos desde el puerto de Mariel. Para entonces esos continuos éxodos masivos habían minado la credibilidad de su revolución y el mundo se "dio cuenta al fin" de su gran mentira. 

Se calcula que el 50% de aquellos exiliados escogieron Miami como destino para sus vidas, lo que implicó un aumento del 7% en la fuerza productiva de la ciudad. (según datos de BBC). Este exilio, el cual el dictador aprovechó para limpiar sus cárceles y manicomios, concluyó por mutuo acuerdo en octubre del 1980. 

El último gran exilio tuvo lugar en 1994, cuando Fidel, ya sin el respaldo del dinero soviético, permitió de nuevo abandonar la isla a todo el que quiso. Escaparon tantos, que el presidente Bill Clinton ordenó detenerlos en alta mar para evitar que llegasen a las costas de Florida. Más de 32.000 balseros pasaron por Guantánamo, antes de ser autorizados a viajar a Estados Unidos.

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