Visto lo visto y llegado a este punto, no nos creemos nada de lo que nos han contado referente a la historia de Cuba. Lo siento, pero los hechos demuestran cuanto de manipulada ha podido ser nuestra historia.
Y aunque desde el punto de vista histórico no cabe dudas que aquel Grito de Yara - del cual se cumplen hoy 157 años -, fue el primer gran empeño libertario de una guerra que duró diez años encabezada - a la fuerza - por Carlos Manuel de Céspedes, y que también dio inicio a un proceso de formación de nuestra nacionalidad, le guste o no, el asunto tiene sus matices que van más allá de lo que nos han contado.
Sobre esta idea, hermosa además, se ha tendido un manto del que poco se habla, y que nos cuenta por ejemplo que aquellos protagonistas no perseguÃan tanto. De hecho, algunos historiadores se han planteado la posibilidad de que si la metrópolis hubiera cedido a las demandas económicas e impositivas sobre la isla, esa historia hubiera sido muy distinta de contar.
Los hay que van más allá y aseguran que aquel gritó era más que un simple ¡Viva Cuba libre!, que estaba acompañado con la permanencia a España y al general Prim, pero demandando el cese de las contribuciones. Nada se habla de las relaciones del llamado padre de la Patria con este general español, al que conocÃa desde cuando era espectador de primera fila de los motines que acontecÃan en las calles de Barcelona, ciudad donde "Borja del Castillo" estudió la carrera de leyes. Y digo Borja, porque su madre andaluza se llamaba Francisca Borja Del Castillo RamÃrez de Aguilar.
Puede - además - que con el tiempo posibilitaron que floreciera la discordia, el regionalismo y el caudillismo, que a la postre dieron al traste con los ideales de aquella rebelión. De ahà que muchos se empeñan en señalar tambien que lo que ocurrió en Cuba, más que una guerra de independencia fue un conflicto civil. Como dirÃa Enrique Collazo, fue protagonizado por "una banda de jóvenes inexpertos, que pensaban que se iban de fiesta, auto convencidos en las logias masónicas que la guerra durarÃa unas semanas".
Amparado en el supuesto pretexto de que lo iban a detener, el hacendado Carlos Manuel de Céspedes decide adelantar por su cuenta la fecha de la sublevación, propinándole de esta manera un golpe de estado al movimiento encabezado por el rico potentado de la zona, Don Francisco Vicente Aguilera, y según la hipótesis planteada por el historiador Justo Zaragoza en su libro "Las insurrecciones en Cuba", este adelanto fue lo que dejó a España sin posibilidad de dialogo.
Por otro lado la famosa toma de Bayamo ha sido otra tomadura de pelo de algunos de los más románticos historiadores. Mire usted, cuando Céspedes decide atacar esa villa, la custodiada consistÃa en apenas un teniente, veintiún soldados, treinta y cuatro voluntarios, varios oficiales de bomberos, el celador de policÃa y cinco salvaguardias, más algunos paisanos partidarios de España, haciendo un total ochenta personas pertenecientes al regimiento de la Reina No 2.
Comenzó el robo: las carretas empezaban a salir cargadas de ricas telas, de valiosas prendas y muebles... Los negros se acuchillaban por una alhaja, sus jefes registraban ávidos las cajas. Continuaba el desorden: el pillaje, se estupraban las mujeres, se vejaba e insultaba a los ancianos cada cual habÃa elegido un teatro para la representación de tan repugnantes cuadros".
Por otro lado en la biblioteca digital hispánica tambien puede encontrar otro volumen en PDF, en este caso se trata de "Diario de un testigo de las operaciones sobre los insurrectos de la Isla de Cuba: llevadas a cabo por la columna a las órdenes del Excmo. Sr. General Conde de Valmaseda", de Teodorico Feyjoó y de Mendoza, publicado en la imprenta de la calle Muralla en la Habana, en 1869.
Por otro lado en la biblioteca digital hispánica tambien puede encontrar otro volumen en PDF, en este caso se trata de "Diario de un testigo de las operaciones sobre los insurrectos de la Isla de Cuba: llevadas a cabo por la columna a las órdenes del Excmo. Sr. General Conde de Valmaseda", de Teodorico Feyjoó y de Mendoza, publicado en la imprenta de la calle Muralla en la Habana, en 1869.
Tanto Céspedes, como de la retahÃla de masones que constituÃan su cámara y a raÃz de la promulgación de la Constitución de Guáimaro al siguiente año, en concreto el veintinueve de abril, expresaron su deseo de anexión de Cuba al vecino del norte. Es más, dos meses después, el once de junio, en calidad de Presidente de la República en Armas, Céspedes redacta la circular numero 147 donde reitera la intención de entrar a formar parte de la "gran nación americana".
De cualquier manera, si usted desea limitarse a mantener la clásica versión de que aquella insurrección fue la que hizo fructificar la semilla, o que incluso se empeñe en creer que la organizada por José Martà en 1895 consiguió la añorada independencia, pues nadie lo frena, nadie se lo impide.
Maldita Hemeroteca
Fuentes: Citadas en el texto