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Lo que en el orden personal podría ser un día de felicidad por la llegada del nuevo año, en lo político fue un día muy convulso y para nada feliz para la república. De hecho, un 31 de diciembre de 1898 el futuro de la nación, aunque se imaginaba halagüeño, en realidad existía un panorama muy sombrío a la vez incógnito.
Cuba se encontraba destruida económicamente y bajo ocupación militar de un país amigo pero extranjero, tras la derrota de España en la Guerra Hispano-Cubano-Estadounidense, y a la espera del fin del dominio colonial español que se concretaría días después. Entonces nadie apostaba un duro a lo que podría pasar.
Exactamente un año después Cuba estaba a punto de convertirse en república, lo que se concretó el 20 de mayo de 1902, sin embargo la política del país cerraba el año con fuertes debates sobre la Enmienda Platt, el famoso acápite impuesto a la nueva constitución por los EE. UU. como condición para otorgarnos la independencia, y que al final se demostró que fue necesario y muy útil para los mismos cubanos.
Siete años después, un 31 de diciembre de 1908, tras una crisis política que había provocado una segunda ocupación estadounidense que duró desde 1906 al 1909, el presidente D. Tomás Estrada Palma deponía el cargo finalmente. Lo mismo ocurría décadas cuando el 31 de diciembre de 1933, la nación se encontraba inmersa una etapa de gran inestabilidad política tras la caída seis meses antes del brigadier Gerardo Machado.
Igual un 31 de diciembre de 1948 fue el ultimo día del gobierno electo en las urnas del Dr Ramón Grau precisamente, el último presidente electo nacido en la Cuba española que ganaba unas elecciones consideradas limpias, liderando el Partido Revolucionario Auténtico.
El Divino Galimatías, que fue sustituido en las urnas por su compañero de partido y paisano de provincia, Dr Carlos Prío Socarrás. dejaba una república bajo un clima de corrupción y bandolerismo como nunca antes, en tanto que los conflictos sociales y las tensiones políticas iban cada vez más en aumento.
Años 50 y llegaba otro 31 de diciembre marcado por el preámbulo de un golpe de estado protagonizado por el general Fulgencio Batista en 1952, fue el preámbulo también en 1958 de unas elecciones a las que no se presentó casi nadie y que fueron ganadas por el Dr Andrés Rivero Agüero que, sin embargo, nunca pudo asumir su mandato por que Castro y sus barbudos no les dio tiempo.
Y una cosa que muchos cubanos olvidan o quizás hasta ignoran, que aún privando del derecho a la libertad de expresión, lo hacía basado en el artículo 41 de la Constitución del 40, que en su acápite 33 la tenía prevista en situaciones graves de alteración del orden, guerra o invasión extranjera. Para nadie fue un secreto que esos periodos de privacidad eran coyunturales, y no permanentes como viene sucediendo desde hace seis décadas en Cuba.
Tanto fue así, y ya para finalizar este aparte, el 24 de octubre de 1953, aunque presionado Batista informó a los representantes de la prensa reunidos en el Palacio Presidencial que quedaba levantada la mordaza por los sucesos del Cuartel Moncada. Fue así como la prensa pudo sacar al aire todos lo sucedido en aquel cuartel oriental. Quedaba así levantada una veda que solo había durado noventa días.
De manera que ya puede usted observar que el ultimo día del año no todo fue "gozadera" en Cuba. Por lo general los meses de diciembre estuvieron casi siempre marcados por lo negativo, violento e inestable de nuestra imperfecta republica. Tanto fue así, que fue ese mes cuando apareció la desgracia que aun padece cuba hace 67 años.
Maldita Hemeroteca
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