Los tiempos cambian y la cultura gastronómica puede variar mucho de una región a otra, incluso dentro de un mismo país. Por lo general en Italia se mantiene la importancia religiosa de la Navidad. La Nochebuena es un día de ayuno, de vigilia antes del día de Navidad, y la cena -il Cenone- se convierte en muchos lugares en un festín de celebración, con mayor significado que el menú del día 25.
En muchas regiones, sobre todo en el sur, se sirve mayoritariamente pescado y marisco, como gambas y langostinos, pulpo, langosta a la parrilla, mejillones o platos de pasta marineros, como los "spaguetti alle vongole". En cambio en la Toscana es muy tradicional el jabalí, el capón y el solomillo de cerdo al horno, acompañado de verduras como alcachofas y cardo en diferentes formas.
La lonja del Sella llega a subastar el “oro blanco” entre 1.100 y 1.200 euros el kilo, un 12% más que en 2024, en una campaña marcada por la escasez y la presión sobre una especie en situación crítica.
Ribadesella. En las cocinas de Navidad, la angula vuelve a ser un símbolo… y una excepción al bolsillo. En la lonja de Ribadesella, el kilo ha alcanzado estos días precios de entre 1.100 y 1.200 euros, un 12% por encima de las fiestas del año pasado, reflejo de una ecuación conocida por los anguleros: "si entra poco producto, el mercado aprieta".
La subida no llega sola. El arranque de la temporada ya dejó señales de un año irregular. El 14 de noviembre, en la primera gran subasta de la campaña, el primer lote se pagó a 5.125 euros/kg tras pasar por la rula poco más de dos kilos. Pero lo del Sella, que ya de por sí es carísimo, no es nada. En el Nalón, la primera puja del año llegó a cifras récord: ¡¡trece mil euros/kg!! para un primer lote en San Juan de la Arena.
Este año hay una fuerte oposición por parte de los ecologistas, que son de la opinión que las angulas están prácticamente en estado de extinción. Quizás exageran, pero es cierto que su presencia en los ríos ha caído a un 7% desde la década de los 60-70, y según los especialistas sin mostrar signos de recuperación. Las angulas son el oro blanco de regiones como Asturias, País Vasco, Cataluña y por supuesto en Galicia.
En fin, que según la OCU, la Organización de Consumidores y Usuarios, se estima que cada ciudadano en España gastará una media de 796 euros estas Navidades, casi la mitad destinados a regalos, y el resto repartido entre cenas, comidas, salidas y lotería.
Por otro lado en Francia, país con tantas diferencias culturales, la cena de navidad se lleva a cabo tras la misa del gallo. Los Franceses suelen comer el foie, los quesos, las ostras, el salmón ahumado, el caviar y otros mariscos; en otras zonas sin embargo tiene más protagonismo la carne, sobre todo de pavo, el ganso, la pularda o el pato.
En Portugal la Nochebuena tiene una gran importancia familiar. También los portugueses celebran la Misa del Gallo y aún es frecuente que se practique el ayuno, o al menos de forma simbólica dejando la carne a un lado. Nada grave en un país donde el bacalao, el pulpo y otros pescados y mariscos son un manjar, y de dulce las torrejas que ellos llaman "rebanadas".
En países como Alemania o Suiza, region de cantones, la cena es más intima y reservada, con menús fríos y sin platos complicados. Las aves como el pavo son comunes después de acudir la Misa del Gallo y en el caso de los alemanas las patatas y las salchichas son las protagonistas. Las carnes de pavo, ganso o pato son aves muy apreciadas, pero también el cordero, el conejo.
Por su parte los británicos dedican el gran festín al día 25, reservando la Nochebuena para ultimar preparativos, rellenar calcetines, cantar villancicos y cenar pronto en familia para irse a la cama pronto. Al día siguiente se abren los regalos y se prepara el menú tradicional, que puede seguir costumbres familiares o innovar un poco con platos más internacionales. Lo típico, eso sí, vuelve a ser el pavo asado.
Otras opciones muy populares son el ganso, solomillo o lomo de cerdo o costillar de ternera, entre otros. No falta el stuffing, salsa gravy, patatas asadas y coles de Bruselas, además de alguna ensalada o más guarniciones de verduras. EEUU, muy parecido al Reino Unido, suelen dedicar el gran festín al día 25, reservando la Nochebuena para pequeñas tradiciones familiares.
Los regalos normalmente se abren en la mañana de Navidad, especialmente cuando hay niños pequeños en casa, aunque es un hábito que tiende a cambiar entre los adultos. Como alternativa son populares el jamón asado, roast beef o alguna otra ave al horno, siempre acompañada de salsas, guarniciones de verduras, patatas o boniatos, y ensaladas.
Las navidades en los países latinoamericanos combinan la herencia católica, las tradiciones locales y la influencia cultural de otros países, como España, Portugal o Italia. En general son fiestas familiares donde se mantiene la importancia religiosa, con la Nochebuena y la Misa de Gallo como ocasiones muy señaladas.
Habitualmente se hacen grandes reuniones familiares para compartir diversos platos. A modo general. Costa Rica la típica pierna de cerdo y los tamales, los nacatamales de Nicaragua y Honduras, arepas colombianas, hallacas venezolanas, empanadas chilenas o parrilladas y asados de carne, tan típicos en Argentina o Brasil. El festín goloso tampoco se queda atrás, con multitud de especialidades locales entre las que no faltan pudines, bollos, dulces de frutas y elaboraciones de influencia europea como mantecados o turrones.
¿Y ESPAÑA?...
Uno de los platos estrella que se come en Nochebuena o Navidad es la pata del cordero o el cochinillo entero al horno. Dos carnes deliciosas que lucen en estos días festivos tan señalados en el calendario.
En cambio los Españoles son grandes consumidores de mariscos en estas fechas, langostas, gambas rojas, almejas, berberechos, percebes, (300 euros el kilo) navajas o "coquinas", así como pescados de carne muy fina, como por ejemplo la merluza, el besugo, la lubina, el dorado o el rape.
Y aunque España es un "país de países" en todos el jamón ibérico ocupa el protagonismo, sobre todo como entrante. Por supuesto, no pueden faltar los turrones. Son los protagonistas absolutos entre los dulces de las fiestas navideñas y una tradición milenaria en el país, y aunque hay de decenas de sabores, siguen siendo los más tradicionales el de alicante, el blando (en cuba Jijona) de yema, de hecho en Alicante se fabrican desde bien temprano en el siglo XVI.
Hoy, de los diez mil habitantes que tiene Jijona, siete mil dependen de manera directa o indirecta de la fabricación del turrón, lo que indica la importancia del sector a nivel económico en este municipio.
EL ORO BLANCO
Ribadesella. En las cocinas de Navidad, la angula vuelve a ser un símbolo… y una excepción al bolsillo. En la lonja de Ribadesella, el kilo ha alcanzado estos días precios de entre 1.100 y 1.200 euros, un 12% por encima de las fiestas del año pasado, reflejo de una ecuación conocida por los anguleros: "si entra poco producto, el mercado aprieta".
La subida no llega sola. El arranque de la temporada ya dejó señales de un año irregular. El 14 de noviembre, en la primera gran subasta de la campaña, el primer lote se pagó a 5.125 euros/kg tras pasar por la rula poco más de dos kilos. Pero lo del Sella, que ya de por sí es carísimo, no es nada. En el Nalón, la primera puja del año llegó a cifras récord: ¡¡trece mil euros/kg!! para un primer lote en San Juan de la Arena.
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